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Narra Francisco

Estaba en mi habitación terminando de arreglar mis maletas después de varios minutos por fin terminé, me acerqué al balcón y pude ver a mi hija hablando con ese idiota otra vez, realmente no entiendo cual sea la intención de Ayala tratar de conquistar a Tn___ pero sea lo que sea no es nada bueno, ese hombre busca otra cosa y queda muy en claro que no es el amor de Tn___ porque lo noto en su mirada, quisiera no irme para estar así al pendiente de ellos y así también proteger a mi hija pero no tengo opción.

Además Tn___ estará al cuidado de Diana y se que ella podrá cuidarla muy bien, tengo un presentimiento que algo pasará próximamente pero no sé si sea bueno o malo, pero eso si no dejaré que ese estúpido de Ayala le haga algo a mi hija, lo conozco bien y él no es un hombre que busca amor así que le diré a Diana que esté al pendiente de él.

Entre nuevamente a mi habitación y tomé mis maletas, las dejé afuera y después me fui a buscar a Diana.

Busqué por casi toda la mansión hasta que la encontré cerca de mi oficina.

Francisco: Diana, al fin que te encuentro.
Diana: ¿necesita algo Señor?.
Francisco: no es nada importante pero necesito que vengas conmigo.

Hice que Diana me siguiera hasta donde estaba la puerta que daba a la parte trasera de la mansión y los dos pudimos ver como mi hija y Ayala hablaban tranquilamente.

Francisco: necesito que estés pendiente de ellos, se que Ayala está tramando algo pero no sé que podría ser, y por lo que se ve él estará viniendo seguido a visitar a Tn___ así que necesito que le digas a los guardaespaldas que cada vez que ese imbécil venga a la mansión lo registren para que no traiga una que otra arma escondida y también te encargo no dejarlos sólos por tanto tiempo no vaya a ser que se aproveche de mi hija y haga algo indebido.
Diana: si Señor, usted vaya tranquilo ya que aquí todos sus trabajadores están enterados de quien es Raymond Ayala y no dejarán que se salga con la suya.
Francisco: gracias, enserio no sabría que hacer sin ti.
Diana: no tiene que agradecer Señor.
Francisco: bueno, seguiré arreglando algunas cosas antes de irme, tú avisame cuando el auto y el chofer estén listos.
Diana: claro Señor.

Dejé a Diana y me fui a mi oficina a terminar algunas cosas, sólo espero que no pase nada malo en mi ausencia.







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