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*Horas después*

*3:30 p.m.*

Narra Francisco

Estaba en la entrada de la mansión hablando con los guardaespaldas y con Diana mientras el chofer guardaba mis maletas ya que era hora de irme.

En ese momento llega mi hija junto con ese imbécil y me miraron.

Tn___: ¿ya te vas papá?. Dice triste.
Francisco: si Tn___, pero no te pongas triste, sabes que es por trabajo.

Ella me miró triste y después me abrazó.

Tn___: ten cuidado ¿si?.
Francisco: lo tendré, pero tú también cuídate ¿si?.
Tn___: si papá.
Raymond: no te preocupes Francisco tu hija está en buenas manos, yo la cuidare muy bien. Dice con una sonrisa.

Miré con desprecio a ese estúpido porque ya sé que está planeado algo, este imbécil no sabe con quien se está metiendo pero si me entero que hizo algo en mi ausencia terminará muerto.

Abracé a mi hija y besé su cabeza, la miré y después saqué de mi bolsillo un paralizador y se lo entregué.

Tn___: ¿y esto?. Dice curiosa.
Francisco: es un paralizador, es por si alguien te quiere hacer daño y con eso podrás defenderte.
Tn___: entiendo.
Chofer: Señor, ya es hora de irnos.
Francisco: ok..., bueno ya me voy, te cuidas.
Tn___: si papá.

La abracé por última vez y me despedí de ella, salí y me subí al auto, le di unas últimas indicaciones a Diana y después el chofer puso en marcha el auto y nos fuimos.

Primeramente Dios mi hija estará bien pero aún así estaré en comunicación con Diana para saber como están las cosas en la mansión y que no haya ningún problema.






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