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Narra Francisco

Sentí algo caer fuerte en la llamada y después de eso colgaron, sabía que algo así iba a pasar el imbécil de Ayala tramaba algo desde algún principio pero no dejaré que se le acerque a mi hija.

Le dije al chofer que fuese más rápido antes que ese imbécil haga algo estúpido con mi hija, ya estábamos cerca así que saqué mi pistola para estar listo.

Después de unos minutos al fin llegamos y estaban 2 autos estacionados, así rápidamente bajé del auto y entré, pude ver a los guardaespaldas que custodiaban tirados en el suelo con un disparo en la pierna.

Después miré la mansión y pude ver la puerta abierta así que corrí lo más rápido que pude hasta llegar, primero observé que no estuviera nadie para poder entrar pero antes preparé mi pistola y después entré.

Miré todo a mi alrededor y no había nadie así que me supuse que Ayala estaba arriba buscando a mi hija, iba a dirigirme hacia las escaleras pero de repente sentí algo atravesar mi espalda y también mi estómago.

Bajé un poco la mirada y era un cuchillo después de eso lo sacaron mientras yo caía al suelo mientras me desangraba.

Como pude voltee a ver y era el imbécil de Ayala el cual me había apuñalado, él me miró de manera triunfadora y después empezó a reírse.

Raymond: espere mucho tiempo para este momento y quien lo diría que el mafioso más peligroso de Puerto Rico terminaría de esta manera. Dice burlándose.
Francisco: no te..., saldrás con la tuya. Digo con dificultad para respirar.
Raymond: ¿tú crees que te dejaré vivo?, pues estás muy equivocado Francisco. Saca una pistola y me apunta.- fue un gusto Francisco (tu apellido) pero ahora es el momento de decir adiós.

Él me miró mientras me apuntaba con la pistola, yo intenté tomar la mía con  las últimas fuerzas que me quedaban pero de repente sentí un disparo y justamente fue en mi cabeza, mi vista se volvió negra completamente y pude  sentir como mis fuerzas se iban y mi respiración también.

Narra Tn___

Estaba en mi habitación leyendo un libro tranquilamente hasta que escuché un ruido provenir de abajo, me pregunté que podía ser así que dejé el libro y salí de mi habitación.

Bajé las escaleras y pude ver a Raymond, me alegré tanto que iba a correr a abrazarlo pero después vi sangre en el suelo, miré que había en el suelo y quedé sorprendida al ver quien estaba en el suelo desangrándose.











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