#𝟹 ℰ𝓊𝑔𝑒𝓃𝓃𝒾𝑒 𝒻𝑜𝓇 𝓁𝑜𝓋𝑒 | @Princessarmy09

Capítulo 14 Háblame de ti

Volvíamos de hacer las compras, Azul consiguió un vestido muy hermoso para la fiesta de Dorothy. Al llegar, no encontramos a los hermanos (lo cual agradecí) porque no tenía idea de cómo comunicarme con Demian.

Decidimos cenar en la sala para ver la televisión. Azul se sentó y tomó el control mientras yo iba en busca de la pizza que pedimos en el centro comercial. Al volver me encontré con las noticias, Azul fruncía el ceño.

—Arthur el príncipe de Noruega se encuentra bastante feliz...

—Cambia eso, Azul.

—Al parecer...

—¡Cambia de canal, Azul!

La chica que se encontraba en el sofá dio un salto del susto, acto seguido cambió de canal.

—Lo siento. —dejé la caja de pizza en la mesa de la sala, me senté en el sofá— No voy a llorar por él.

—Ven aquí. —Azul me abrazó y comencé a llorar— ¿Sabes qué pienso?

—¿Qué? —sollocé.

—Que deberías pasarte al otro lado.

Ambas reímos, miré a mi amiga, con sus dedos pulgares acariciaron mi mejilla removiendo mis lágrimas.

—¿En verdad vendrá por ti? —preguntó.

—Eso dijo.

—¿Suele cumplir sus promesas?

—Ya no lo sé. —me separé de su abrazo y me senté.

—Te sugiero no esperar tanto. —suspiró— Haz lo que quieras mientras llega, enamórate otra vez o acuéstate con quien quieras.

—No se trata solo de sexo o amor.

—Lo sé. Iba a decir que estudies una carrera, pero eres princesa y dueña de varias fundaciones exitosas. —reí.

—Vamos, comamos algo.

Tomamos una porción de pizza.

—¿Por qué tardan tanto?

—No lo sé, dijo que los llevaría a recorrer. —agarré el control y comencé mi búsqueda de una película.

(...)

—Azul... —la moví para que se despertara, mi amiga abrió los ojos— Vamos a dormir.

—¿Ya llegaron los chicos?

—No lo sé.

—Iré con Dalila. 

Se levantó y comenzó a caminar, chocó con una de las columnas, reí en silencio. Sabía que ella era algo sonámbula.

Observé la mesa de la sala, junté los vasos y la caja de pizza, acto seguido apagué la televisión para dirigirme a la cocina.

Al llegar dejé las cosas en el lava vajilla, luego me lavé las manos. Al darme la vuelta me encontré con Demian, di un salto del susto.

—L-Lamento asustarte, venía por un vaso de agua.

—No pasa nada. —regulé mi respiración— ¿Recién llegan?

Negó con la cabeza.

—¿Cómo les fue?

—Bien, me gusta mucho este país. —dejé frente a él un vaso de agua, él la tomó.

—Sobre lo de ayer... lo lamento, no suelo ser así...

—No te lamentes, no me molestó en absoluto. —se acercó a mí.

—L-Lo que quiero decir e-es que...

—¿Tú te lamentas? —ésta vez nos encontrábamos frente a frente.

Negué con la cabeza.

—Entonces no deberías preocuparte, ninguno de los dos se arrepiente.

El chico manejaba una dualidad, en un momento parecía ser una persona tímida e indefensa y al segundo se convertía en el chico más sexy que haya visto jamás. 

—Buenas noches, Eugennie.

Se dio la vuelta para dirigirse a su habitación. Tomé su brazo e hice que me mirara, cuando nuestro ojos se encontraron me acerqué a él y comencé  a besarlo, tuve que hacer puntas de pie pues era algo alto. Demian llevó sus manos a mi espalda y continuó mi beso.

Segundos después acaricio mis muslos, me separé de él para dar un salto y enredar mis piernas en su cadera. Demian me apoyó en la mesada y, tal como la noche anterior, comenzó su recorrido por mi cuello.

—Debes... —jadeé— Por favor, procura no dejar marcas. —sonreí— Roger las notó.

—Lo siento. —volvió a besarme.

—Espera. 

Se separó de mí.

—¿Tienes protección?

—No. —suspiró— Compraré mañana.

—Podríamos conocernos. —el chico enarcó una ceja— ¡No me malinterpretes! —reí— No quiero una relación o algo así.

—No me molestaría. —sonrió.

—Intento superar a alguien. —fruncí el ceño.

—Me interesa conocerte, princesa.

Ambos reímos.

—Háblame de ti. 

—Tengo veintiún años, estudio para ser piloto de avión...  —acaricié su cintura y lo atraje lentamente haca mí, yo seguía sentada en la mesada de la cocina— Me gusta tocar la guitarra... —comencé a desabrochar su pantalón— ¿Qué haces?

—Tú solo sigue hablando.