Capítulo 9 Un palacio Azul

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Volvía de la oficina.

—¿Cómo te fue? —preguntó Roger quien bailaba con Vida en brazos.

—Bien, ¿En dónde está Dorothy?

—Es su día de spa. ¿A qué hora llega tu amiga?

—Dentro de dos horas. 

—¿Irás a recibirla?

—Sí,  iré sola.

—¿Conduciendo tu auto?

Asentí con la cabeza.

—Enviaré seguridad. Y no... —dijo antes de comenzar mi protesta— No es porque no te creo adulta, sino que como princesa necesitas guardaespaldas. —suspiró— Ven, vamos a almorzar.

—Déjame cargarla. —me extendió a Vida y la cargué.

—Se me ocurrió una idea brillante por el cumpleaños de Dorothy.

Me concentré en la pequeña, jugaba con su mano.

—Anne, ¿Me escuchas? —comenzamos a caminar hacia el comedor.

—Si si.

—Quiero traer a una cantante o un cantante famoso.

Fruncí el ceño.

—¿Al palacio?

—Sí, ¿Por qué no?

—No lo sé, me parece algo extraño.

—Mamá y papá tuvieron a una banda en su aniversario número veinticinco de casados.

—Como quieras, no cuentas con mi apoyo.

—Oh vamos.

—Sabes que no me gusta tener extraños en el palacio.

—Está bien, lo pensaré.

Deposité a Vida en la pequeña cuna que se encontraba allí y me senté en mi lugar.

(...)

Esperaba a Azul en el aeropuerto, insistió en pagar su propio vuelo. Tenía cuatro hombres de seguridad conmigo, me habían dicho que esperara en un lugar privado, pues parecía ser que era punto de enfoque para los paparazzis, no quería saber porqué ni tampoco pregunté.

—Su amiga acaba de aterrizar, alteza.

—Muchas gracias. —sonreí y me levanté.

Caminé hacia el exterior, me detuve frente al avión. Ella era la última en bajar, era un requisito que le habían dado para que nadie pudiese verme. Esperé hasta que observé a la chica sonriente, corrió hacia mí.

—¡Eugennie! —me abrazó.

—¿Cómo estás? —reí.

—Feliz ahora que estoy contigo.

—Disculpe princesa, debemos retirarnos.

Asentí con la cabeza, mi amiga entrelazó su brazo con el mío y ambas comenzamos a caminar.

—Aún no puedo creer que seas princesa.

—Lamento no habértelo dicho.

—Eso ya no importa. ¿Cómo estás?

—Bien.

—Lamento mucho tus pérdidas. —apoyó su cabeza en mi hombro.

—Gracias, Azul. 

Nos subimos al auto y nos dirigimos hacia el palacio. Azul no paraba de hablar acerca de su viaje y lo feliz que estaba de conocer el palacio.

—¿Ese es?

Asentí con la cabeza mientras sonreía, nos encontrábamos en la entrada.

—Aunque no nos quedaremos aquí.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Debemos mudarnos unos días al palacio de las visitas. Tengo que atender a unos invitados.

—Entiendo.

Bajamos del auto y entramos al palacio, todos se encontraban allí. Azul hizo una reverencia.

—Majestad. 

—De pie. —sonrió Roger— No hace falta que hagas eso. Mi nombre es Roger.

—Un placer.

—Igualmente.

—Soy Dorothy. —estiró su mano— Anne nos ha hablado mucho de ti.

—Espero que eso esa bueno. —estrechó su mano.

—Lo es. —rio.

—La llevaré a su cuarto. —tomé la mano de mi amiga.

—Es la hora del té, Anne.

—Lo sé, iremos en un segundo.

La guié hacia mi habitación.

—¿Por qué ellos te dicen Anne?

—Es mi segundo nombre.

—¿Puedo llamarte así?

—Seguro.

—Te advierto que debes acompañarme a buscar un vestido para la fiesta. ¿Tienes uno?

—Sí, el otro día lo mandé a hacer.


#𝟹 ℰ𝓊𝑔𝑒𝓃𝓃𝒾𝑒 𝒻𝑜𝓇 𝓁𝑜𝓋𝑒 | @Princessarmy09Donde viven las historias. Descúbrelo ahora