#𝟹 ℰ𝓊𝑔𝑒𝓃𝓃𝒾𝑒 𝒻𝑜𝓇 𝓁𝑜𝓋𝑒 | @Princessarmy09

Capítulo 11 Sé la Princesa más Perra de todas

La granja era una especie de refugio que teníamos. Absolutamente todos en el palacio nos habíamos vuelto vegetarianos, Azul me ayudaba con eso. 

Roger, Dalila y Azul iban delante nuestro, hablaban de los animales que se encontraban aquí. Demian se detuvo de pronto.

—¿Qué sucede?

—S-Soy alérgico a los caballos.

—Oh... podríamos sentarnos. —caminé hacia un banco que había allí.

Ambos nos quedamos en silencio. Tenía intenciones de hablar con él, pero no sabía cómo ni de qué, suelo ser tímida pero intentaba cambiar.

—Yo... ¿Te gustan los dulces? —fruncí el ceño ante una pregunta muy estúpida de mi parte.

Asintió con la cabeza. Me llamé al silencio, no servía para socializar perfectamente.

Observé cómo Azul y Dalila acariciaban al caballo mientras Roger les hablaba, a mi hermano le gustaba hablar, a veces demasiado diría yo.

—Oh no. —dijo Demian al ver a su hermana.

—¿Qué sucede?

Observé la escena, Dalila sostenía la mano de Azul y a esta no parecía molestarle. Fruncí el ceño.

—¿Acaso ella...?

—Mi hermana es bisexual.

—Lo estoy notando, pero Azul... —guardé silencio un momento— Esto es extraño.

—¿Por qué?

—Olvídalo.

—Ya quiero ver a Dorothy y a Vida. —noté que quería mantener una conversación conmigo y estuve aliviada por eso.

—Es preciosa. —suspiré— Tiene ojos verdes, cuando los ves parece que todo alrededor se detiene.

(...)

—¿En en serio? Azul, estuviste todo el día atormentándome con que tendríamos que ir a buscar tu vestido para la fiesta...

—Lo sé princesa, pero... bueno yo... tengo cosas que hacer.

—¿En Escocia? —fruncí el ceño.

—Estoy conociendo a Dalila.

—Llegó hace dos días.

—No lo entenderías.

—¿A qué te refieres?

—Es que... sentí una especie de química entre nosotras ¿Sabes? Quiero conocerla.

—¿Quieres saber qué es lo más impresionante?

—¿Qué?

—Que no me sorprende viniendo de ti.

—¿De qué hablas?

—Eres muy pasional, Azul.

—Sea lo que sea, quiero intentarlo. ¡Oh vamos! No te enojes conmigo, por favor.

—No estoy enojada. 

—Además ¿Sabes qué puedes hacer? Acercarte a Demian.

—¿Qué? Estás loca.

—No sabes disimularlo. Te parece atractivo, no lo niegues.

—Lo es, pero...

—Déjame decirte algo de mejor amiga a mejor amiga.

Esperé expectante a su ocurrencia.

—Tu príncipe es un completo idiota.

—Dijo que iba a volver por mí...

—Está bien, pero... ¿Qué hay de malo en pasarla bien hasta que llega? Sé una perra. —me guiñó el ojo.

—¡Azul!

La chica comenzó a reír.

—Soy una princesa...

—Entonces tienes que ser la princesa más perra de todas. —depositó un beso en mi mejilla— Deja de pensar tanto las cosas, Eugennie. Solo hazlo.

Se levantó de mi cama.

—Vamos, ayúdame. No sé qué ponerme esta noche.

Entre cerré los ojos.

—Me debes helado.

—Está bien, lo compraré esta noche.

La seguí hasta la habitación en donde se estaba quedando, al entra se dirigió  su armario en donde las empleadas habían ordenado toda su ropa y comenzó a sacar todas las opciones que tenía.

—No sabía que te gustaran las chicas. —me senté en su cama mientras examinaba sus opciones.

—Tampoco yo. —se detuvo– Bueno, en realidad sí. Supongo que cuando era pequeña también me atraían pero trataba de ignorarlo. —continuó buscando ropa— ¿Qué te parece este? -me mostró un vestido brilloso.

—¿No es demasiado?

—Tienes razón.

—¡Tengo uno! Vuelvo en un segundo.

Me levanté y me dirigí a mi habitación, cuando encontré lo que estaba buscando volví.

—¿Te agrada? 

—Eugennie, es hermoso. —acarició la tela.

—No puedo usarlo.

—¿Por qué?

—No es muy apropiado.

—Pensé que tu hermano había cambiado las cosas.

—Lo hizo, pero aún faltan algunas cosas.

—Entonces no lo estrenaste. —se alejó— No. No es bueno que yo lo haga.

—Hazme ese favor, se te verá estupendo.

Tomó el vestido.

—Gracias. —me abrazó.

Era un diminuto vestido color negro, el típico pegado al cuerpo.

—¿Es una cita?

—Creo que sí.