Capítulo 21 Adiós

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Abrí los ojos, observé el reloj y acto seguido me levanté de la cama.

—¡Demian! —grité y el chico se cayó de mi cama.

Comencé a reír.

—Vamos, debes tomar tu vuelo.

—¿Qué hora es?

—Las nueve y treinta, vamos.

Demian se levantó rápidamente, me robó un beso y acto seguido se retiró de mi habitación.
Comencé a vestirme, yo no iba a despedirlo al aeropuerto pero Roger y Dorothy sí. Sus padres se quedarían más tiempo al igual que Dalilia.

Era demasiado temprano, despediría a Demian y volvería a dormir un momento para después ir a la oficina.

Al terminar de vestirme me dirigí a la sala en donde ya se encontraba Roger.

—¿Quieres que cuide a Vida?

—No hace falta, el príncipe lo hará. Tú tienes que ir a la oficina.

Asentí con la cabeza. Mi hermano apoyó su cabeza en mi hombro, se notaba que le faltaban horas de sueño. No escuché a Vida llorar en toda la noche desde nuestra charla.

—Tus tareas con el concejo comienzan la semana que viene. ¿Estás nerviosa?

—Un poco. No sé de qué hablaré aún.

—Solo tienes que tratar con ellos, son algo difíciles, pero podrás hacerlo.

—Entiendo...

—¿Has hablado con Arthur? 

—No, ¿Por qué?

—Tiene algo que decirte.

—¿De qué hablas?

—Yo solo digo. —levantó sus manos y acto seguido se puso de pie.

Demian caminaba hacia nosotros con su maleta en mano y con Dorothy a su lado. Hablaban entre ellos. Roger caminó hacia ellos, tomó la maleta del chico y salió del lugar junto al guardia en compañía de su esposa. Demian y yo nos quedamos solos.

—Un placer, princesa. —hizo reverencia

—Igualmente. —devolví el gesto y sonreí— Espero volver a verte.

—No lo creo. Es casi un milagro que haya podido venir, la carrera es muy difícil.

—Entiendo.

—Fue... —aclaró su garganta— Fue lindo verte, ya sabes.

Reí. Pude ver en su rostro un gesto de alivio, parecía estar muy nervioso.

—Pienso lo mismo. —guiñé el ojo— Muchísima suerte en todo lo que hagas.

—Igualmente. —suspiró— Quiero que sepas que el pueblo escocés te ama Eugennie, no debes dudar de ti misma.

¿Nunca les pasó que estaban de alguna u otra manera hundidos hasta que alguien los saca a flote? Demian sin querer con esa frase causó dicha sensación en mí.

—Gracias, Demian. —lo abracé.

—Anoche la pasé genial. —susurró en mi oído.

Ambos reímos.

—También yo. —deposité un beso en su mejilla.

—¿Demian? Es hora de irnos.

Nos separamos. Tomó su maleta y caminó hacia su hermana, antes de salir del palacio me saludó con la mano, devolví el saludo y acto seguido se retiró.

Suspiré y comencé a caminar hacia mi habitación, mi camino fue interrumpido debido a un fuerte llanto de Vida, corrí hacia la habitación de Roger.

—¿Qué sucedió? —dije al ver al príncipe con la bebé en brazos.

—No lo sé, comenzó a llorar de pronto.

—Debe tener lleno el pañal.

—Imposible. Acabo de cambiárselo.

—¿Le diste el biberón?

Negó con la cabeza.

—Hay uno en la cocina, ve a calentarlo.

—Está bien.

Se retiró de la habitación. Vida no paraba de llorar, por lo que comencé a caminar por toda la habitación. Recordé que le gustaba jugar con las cortinas de mi cuarto y normalmente la calmaba, por lo que corrí hacia dicha habitación y efectivamente jugó con las cortinas un segundo, hasta que noté que sus ojos estaban algo pesados. Comencé a acariciar su cabello y minutos después se quedó totalmente dormida.

La recosté en mi cama, el príncipe se hizo presente en ese instante, caminó hacia la bebé y acarició sus cortos cabellos dorados.

—Lo siento. —susurré— Déjamela a mí, dormiré un momento.

El chico asintió con la cabeza y luego salió de la habitación. Me acomodé al lado de mi sobrina y, al igual que ella, me quedé dormida en un minuto.

#𝟹 ℰ𝓊𝑔𝑒𝓃𝓃𝒾𝑒 𝒻𝑜𝓇 𝓁𝑜𝓋𝑒 | @Princessarmy09Donde viven las historias. Descúbrelo ahora