Bad Boy ➡ Jos Canela

Veinticuatro

Después de esa discusión, ya no nos hablamos, cada quien estaba en lo suyo, ella se durmió y yo no me podía dormir, lo que me había dicho, en verdad me hizo sentir mal.

¿Por mi culpa ella es así?

Sin darme cuenta de tanto pensar me quedé dormido. Escuché que a alguien se le callo algo, abrí mis ojos y era ____.

Revisé mi celular, ya había amanecido, y no tenía tanta carga, así que me levanté y lo puse a cargar.

- te apuras que debemos de ir a explorar.

No le respondí y me metí al baño a darme una ducha, salí y me puse una playera café con unas bermudas, pues tenía un poco de calor.

- te tardas mucho - la miré por el espejo.

- perdóname, pero yo me desperté tarde- rodé los ojos.

- pues no es mi problema- la seguía viendo.

Como siempre nunca me peinaba.

- pues ya estoy listo.

- bien, ya era hora- se levanta de su cama y sale.

Agarré mi teléfono y las llaves. Salimos y nos fuimos directo a la cafetería por algo para desayunar.

Estábamos sentados, cuando vi a Alan. Me pare.

-¿ah dónde vas?.

-¿acaso te debo de decir a dónde voy? - alce la ceja y fui con él.

Él estaba con su compañera.

- Alan- me mira.

- Jos, un día sin verte- ríe.

- lo sé.

-¿Cómo vas con tu compañera? - rodé los ojos - ah, es cierto, te tocó con ____.

-¿tienes que recordármelo? - hablaba seco.

- oye, ¿por qué en vez de estarte quejando no encuentras el lado bueno?.

-¿lado bueno?,¿es enserio?,¿qué puede tener ella de bueno?.

- lo dices porque no la conoces, tal vez conociéndola cambias de parecer.

- no gracias- miraba de lado.

- pues a mi sí me cae bien.

-mira, tú eres tú y yo soy yo yo, no somos iguales Alan.

- eso lo sé, pero a veces quisiera que tuvieras un poco de corazón - dicho esto, se fue.

Regresé con _____.

- bueno, hay que empezar a explorar- dijo.

- ya qué- me encogí de hombros.

Salimos y nos pusimos a caminar, nos estábamos alejando del campamento, pues de eso se trataba, cada vez que veía más árboles me daba miedo.

____ veía los folletos.

- esta muy bonito el paisaje.

- si tú lo dices.

-¿no te gusta? - me mira.

-no- hablaba seco.

- pero, ¿por qué?, si a mí si me gusta.

- lo que a ti te gusta a mi no, no me compares contigo.

-¿por qué no puedes dejar de ser molesto por un día? - se adelantó.

-por qué así soy, te guste o no te guste- la alcancé.