Diecisiete

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Entre a mi casa cuidadosamente, al no verlas subí rápidamente a mi habitación para que no me vieran. Al abrir la puerta vi a Fernanda de espaldas.

-¿qué haces aquí? - hable seco.

Giró hacia mí, dejando ver lo que tenía entre sus manos.

Era el libro que le iba a dar a _____.

- no sabía que te gustaba leer? - sonrió.

- valla, tienes un poder de que te hablan las cosas en las que no te debes meter- rodé los ojos.

- tranquilo, yo solo te quería conocer más, ¿tiene algo de malo? - igual rueda los ojos.

- sí - le quito el libro- pasa que yo no tengo el mínimo interés en tratarte, ¿te quedo claro Amanda? - alce la ceja.

-¿así eres manon con todos? - me mira molesta- y una última cosa, mi nombre no es Amanda, es Fernanda, ¿te quedo claro?.

- Amanda, Yolanda, Fernanda, es lo mismo- rode los ojos- ahora por favor, sal de mi habitación - señale afuera de mi habitación.

Salió sin decir nada.

Lanze el libro y me acosté en mi cama.

- que fastidiosa- rode los ojos.

Narras tú.

Al escuchar las palabras de Jos y verlo tan molesto, me sentí muy mal, me sentía lo peor de este mundo.

-¿y ahora?, de nuevo se enojo Jos- hablo Bryan.

- anda detestable- dijo Freddy.

- Freddy, quiero irme- hable bajo.

- esta bien, luego nos vemos chicos- nos alejamos de ellos.

- adiós ____-escuche la voz de Alonso.

Caminamos directo a mi casa, por todo el camino iba callada, no quería hablar, solo quería llegar a mi casa y entrar en llanto.

Nadie en la vida me había hecho sentir menos, pero José Canela lo había logrado.

Ahora entendía que alguien como él, jamás se fijaría en mí, y todas mis fantasías con él se iban esfumando, pareciera que estuviera arruinando mi mundo.

-¿te sucede algo? - me mira Freddy.

-no, es solo que recordé que tenía que hacer algo en mi casa y me preocupa que mi mamá llegue antes y note que no lo hice - sonreí.

-ah bueno, si quieres te puedo ayudar - sonríe.

-no, yo puedo, pero gracias- sonrío.

- sabes que siempre contaras con mi apoyo- agarra mi mano mirándome.

Me sentía un poco incómoda con su comportamiento, pues nunca antes un chavo me había agarrado la mano.

- te lo agradezco- me solté de él.

Suspiré.

- gracias por traerme a mi casa.

- por nada- se acerca a mi dándome un beso en la mejilla.

Solo le sonrío. Y veo como se aleja para irse.

Entre a mi casa, al parecer no había nadie, mi hermano de seguro estaba en su entrenamiento.

"estoy hasta la madre de ella", "la aborrezco tanto".

Subí a mi habitación, ya estando ahí, me acosté en mi cama y empecé a llorar.

Bad Boy ➡ Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora