Veintidos

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Iba para mi casa, en la salida me coloqué mi pircing, pues afuera del Colegio podía hacer lo que me diera la gana.

Llegué a comer y Fernanda no quiso comer con nosotros, comió en su recámara y pues estaba en todo su derecho, confieso que si fui muy malo con ella.

- mamá iré a un campamento - dije después de terminar de comer.

- que bien, espero que te distraigas un poco.

- sabes que no me gusta mucho este tipo de eventos - suspiré.

- lo sé, pero debes de perder el miedo.

- en eso tienes razón, no creo que me sigan aterrando las cabañas viejas, oh los lugares alejados donde no hay tanta señal, y tampoco los cuentos de fogata.

- ahí esta, ahorita eres todo un hombre - sonríe.

En eso baja Fernanda.

- saldré un rato- nos mira.

- si quieres te puede acompañar Jos- me miró.

- no gracias, así estoy bien - y salió.

Solo rodé los ojos. tampoco le voy estar rogando.

- gracias por la comida mamá - me levante y fui a mi habitación.

Llegó el fin, aún recuerdo como se enojo Azul cuando le conté que no la vería porque iría al campamento, no lo sé pero a veces me hartaba.

Fernanda no me quería dirigir la palabra, simplemente me seguía ignorando.

Había preparado 2 maletas y mi mochila, pues no se cuanto tiempo iríamos, así que llevaba lo necesario. Baje a la cocina y ahí estaba mi mamá.

-¿ya te vas? - me mira.

- si, esperaré el transporte - suspiré - aunque no quiero ir, pero me obligan.

- te vas a divertir, se que sí.

- lo dudo.

Escuche la bocina del transporte.

- bueno mamá, nos vemos - me despedí de ella y salí.

El chofer me ayudo a subir mis maletas, lo único que llevaba conmigo era mi mochila. Después llegamos a la casa de ______.

La vi y tenía que admitir que sin uniforme se veía muy bonita, pero como saben, solo la mire de reojo.

Ella estaba en lo suyo y yo en lo mío escuchando música mientras veía el paisaje. Estaba un poco aburrido ya que no vería a mis amigos hasta que lleguemos en donde sería el campamento.

Se iban subiendo los demás que faltaban, así que pasamos por el Colegio y le dí un vistazo, ya de ahí de veían muchas casas, veía a las personas caminar, a perros, uno que otro gato.

Eso me hizo recordar a mi Silvestre, lo había dejado solo.

Después de un rato ya no se veían las casas, había una que otra, ya nos estábamos alejando, lo único que se veía eran árboles y la carretera sola.

Aproximadamente ya teníamos como 1 hora viajando, estaba súper aburrido, solo me recargaba en la ventana para poder dormirme.

Mire a ____ y seguía leyendo. ¿Acaso no se aburre?.

Al parecer sintió mi mirada y me observó.

-¿qué haces? - alzo la ceña.

-solo te observaba, ¿algún problema? - dije seco.

- sí, me siento incómoda - se ruborizo.

-¿por qué?, no tiene nada de malo, ni que me gustaras- rode los ojos.

Bad Boy ➡ Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora