Bad Boy ➡ Jos Canela

Dos

Los que pasaban se nos quedaban viendo, aunque ya quería que acabará, el saber que me ven con ella, es algo que arruina mi imagen.

-¿para qué lo quieres saber?- noté que sus ojos se empezaban a cristalizar y eso respondía a mi pregunta.

- pensé que ya no te vería - me aleje de ella.

- déjame empaz- se limpió la lágrima.

-¿sigues enamorada de mí?- sonreí de lado.

- Jos déjame empaz, que ya mucho daño me hiciste, me dejaste muy claro que nadie se fijaria en mi, que soy un estorbo para todos, que soy la fea - noté que otra lágrima corría por su mejilla.

- lo sigues siendo, mirate,¿quién te querría?- me volví acercar a ella, volviendo a acorralar.

-¿qué pretendes?- baja la mirada.

- mirame- como vi que no obedeció, alce su mentón haciendo que me miré - se que me deseas- me iba acercando lentamente a ella.

- Jos - escuché su voz agitada.

- shhh, déjate llevar- estaba tan cerca de su cuello, así que lo besé provocando un gemido - admite que me deseas- me acerqué a sus labios, noté que tenía los ojos cerrados, con la respiración acelerada.

Me acerque más y ví como paró la trompa, dejé que una carcajada saliera de mi boca haciendo que ella abriera los ojos, me veía confundida.

-¿acaso creíste que te besaría?- me separé de ella.

Solo ví como salió corriendo, así que yo me regresé con mis amigos, al llegar al comedor, me seguía carcajeando.

-¿y ahora tú?- habló Alan.

- saben, si es ella - me senté a lado de Alonso.

- ¿es la niña loca obsesionada por ti?- de igual manera sacaron una carcajada.

- así es.

- ay, pensé que ya no la veríamos desde la última vez- habló Bryan.

- fuimos bien mamones con ella - habló Freddy riéndose.

- lo sé, y al recordar su cara, ay- empecé a aplaudir- pero bueno, mejor comamos.

Y así lo hicimos, cuando terminamos de comer, empezamos a hacer lo que nos gustaba hacer; molestar a los demás, en especial a los nerds.

Al concluir las clases, cada quien tomo su rumbo, yo iba tan felíz ,pero,¿felíz de qué?, no sabía la causa o tal vez de pensar que ________ regresó, para hacerla sufrir.

Llegué a mi casa, y lo primero que hice fue lanzar mi mochila al sillón y quítarme el saco junto con la corbata.

-¡¡José!!- escuché gritar a mi madre-¿qué te eh dicho?- se acerca a mi, pero yo solo ruedo los ojos.

- que no habiente mis cosas al sillón, ya lo sé madre- le agarré la cara para besar su frente.

- ay José, siempre es así contigo,¿tienes hambre?- me siento.

- emm sí, pero primero me voy a cambiar, ahorita regresó.

- claro hijo, y te lavas las manos eh- me advierte.

- sí madre- le mandó un beso.

Agarré mi mochila junto con el saco y la corbata, para después subir a mi habitación, lo bueno que era hijo único, así me consentian.

Al entrar ví a mi gato Silvestre en mi cama, y si, le puse así porque se parece a ese gato, solo  sonreí al verlo, estaba dormido que no quería despertarlo.