Treinta Y Nueve

323 8 0
                                    

Él al sentir lo que estaba haciendo me mira algo extrañado, se que no era de comportarme así, pero de algo si sabía, es de que lo amaba y necesitaba entregarme a él.

-¿qué haces? - me dedica una sonrisa tierna.

- es que - sentía como mi mejilla se ruborisaba - te necesito y ya sabes como - baje la mirada y no podía mirarlo a los ojos, me sentía tan apenada.

Sentí como me levantaba la cara, haciendo que lo mire.

- yo también te deseo ____ - dicho esto uno de nuevo nuestros labios.

Me carga y así entramos a la cabaña, seguíamos besándonos, cada ves nuestras respiraciones se agitaban, estaba tan nerviosa, esta sería mi primera vez.

Me reviste sobre una cama, la cabaña estaba caliente, era un lugar perfecto, con aroma a café por todos lados.

Deja de besarme y me mira.

-¿estas segura de esto? - me pregunta.

Y yo asiento.

Siento como me empieza a quitar el vestido y yo ayudo a también quitármelo, después le quito su playera y me deshago de sus jeans, él de deshace de mis bragas y ya sentía un inmenso calor, decide quitarle su bóxer y al ver la erección que tenía me exité.

Me imagino que él tanto como yo estabamos nerviosos, aunque claro Jos ya tenía experiencia en esto y yo, era una novata.

Después me quito el sostén y empezó a acariciar mis pechos, sentí como se endurecían debajo de su mano, esto era algo nuevo para mí.

Me recosté nuevo y me empezó a besar por mi ombligo hasta llegar abajo, estaba muy exitada y mi respiración se aceleraba cada vez más.

Cruce mirada con Jos, y luego sentí como introducía sus dedos en mí, era algo que jamás había sentido, sentí como un escalofrío recorría todo mi cuerpo, él metía y sacaba sus dedos, yo dejaba escapar unos gemidos ante aquella situación.

Sentí como ahora su cálida lengua ocupaba lugar de sus dedos, me estremecí ante eso, no quería que parara, enrede mis dedos en su cabello esponjado.

De algo estaba segura, estaba mojada por él.

Tras una corriente de placer, me mira de nuevo, yo estaba agitada ante lo que había pasado.

- ¿Segura que lo quieres hacer? - me pregunta de nuevo.

Asentí de nuevo.

No podía pronunciar ninguna palabra.

- solo que hay un problema - Me dice.

-¿cuál es? - dije algo agitada.

- no traigo preservativos.

- eso no importa, yo me tomo la pastilla del día siguiente, pero por favor, hazme el amor - dije algo desesperada.

- ¿Segura ____?, ¿segura qué es conmigo? - me vuelve a preguntar.

- que sí, ¿cuántas veces tengo que repetir te que sí?

Después de eso, se acomoda, siento un piquete de dolor, era un dolor soportable, pero hice gestos de dolor.

-¿estás bien?, ¿quieres qué me detenga? - me pregunta.

Niego.

Entonces el sigue penetrandome, hasta que me acostumbro al dolor, y de dolor pasó a ser placer, sentía como fuegos artificiales estuvieran ante nosotros, me había entregado de alma a cuerpo a Jos.

Después de aquellos días todo era perfecto, de ves en cuando hacíamos el amor, pero ahora si con preservativos, me sentía cambiada después de eso, como dicen algunos ya era mujer.

Bad Boy ➡ Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora