Bad Boy ➡ Jos Canela

Veinte

Después del colegio me fui a la casa de Azul. Pero debo de confesar que nunca antes me había sentido bien. Me encantaba hacer quedar mal a ____.

Estaba un poco agotado, pues es obvio que después de tener relaciones con Azul, así quedaba. Solo estaba acostado abrazándola.

-¿en qué tanto piensas? - me dice.

La miro.

-en lo bien que me divertí hoy- sonreí.

-¿por lo que le hiciste a _____?.

- claro que sí, adoro los finales felices- suspiré.

- oye, ¿me acompañas a ponerme un pircing?.

- claro, no quiero llegar a mi casa y ver a Fernanda- rodé los ojos.

-bien, gracias.

Nos cambiamos y nos fuimos directo con el amigo que le ponía los pircing, antes no lo había notado, pero Azul era de las chicas que tenía tatoo, claro, no eran visuales ya que va a una universidad.

Llegamos y escuché que el pircing lo quería en la nariz, que dolor, aunque siempre me he querido hacer uno, pero conociendo a mi mamá me mataría.

Estaba sentado viendo mis redes, estaba super aburrido.

- Jos, ¿te quieres poner uno? - me dijo.

La mire de reojo.

- noo, claro que no- de nuevo vi mi pantalla.

-andale, se que quieres -hablaba con su voz chillona.

Pensé.

- bueno, esta bien.

- si, que emoción- aplaudió.

A veces siento que es un poco inmadura.

-¿Dónde lo va a querer? - me pregunto.

- entre la nariz- respondí.

Llegué a mi casa, me tuve que comprar un cubrebocas para así llegar a mi casa.

Vi a mi mamá y a Fernanda viendo la televisión.

-¿por qué ese cubrebocas? - preguntó mi mamá.

- ah, pues, porque me gusta- dije un poco nervioso.

Fernanda solo me veía, pareciera que me estaba analizando, ojalá que no me descubra, aunque claro no tendría este cubrebocas para siempre.

- esta bien- dijo mi mamá no tan convencida.

Subí a mi habitación y le puse seguro, conociendo a Fernanda vendría para molestar.

Suspiré.

Y como siempre mi gato estaba dormido en mi cama, a veces me gustaría ser un gato.

Me mire al espejo, y se me veía muy bien, me enamoré de mi mismo, pero había un problema, me ardía mucho.

Me acosté a lado de silvestre y cerré mis ojos lentamente.

Cuando los abrí cheque mi celular y eran las 7:00 pm, había dormido como unas 2 horas.

Bajé tratando de cubrir el pircing.

Llegue al comedor y ahí estaba mi mamá, no veía a Fernanda, se dio la vuelta y me miró. Nadie decía nada.

-amm,¿sucede algo? - pregunté.

-¿quién te dio permiso de ponerte un pircing? - se cruzo de brazos.

Esperen, ¿cómo lo supo?.

-¿Cómo sabes eso?.

- me dijo Fernanda.