✺Capítulo 6

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Volvimos a casa, antes de que Matt quisiera acabar con el puesto de comida rápida. La película de mi vida empezó otra vez a rodar, con las mismas escenas de todos los días. Me senté en mi escritorio y empecé a hacer los deberes del colegio que me habían mandado para hacer aquel día. Las matemáticas empezaban a adentrarse en mi cerebro cuando de repente oí unos toques en mi puerta.

- Hola mamá.- dije con una sonrisa.

Se acercó con una sonrisa un tanto pícara, temía que esto tenía que ver con algo que yo no estaba muy de acuerdo.

- Mamá, ¿Qué sucede?, ¿Qué quieres hacer que yo seguramente no querré?

- Hoy tu padre y yo hemos pensado en algo.

- ¿Si...? - esperé a que continuara contándome.

- Hoy vamos a salir.

- Oh, genial, llevaros a Matt y así tengo la casa tranquila y solo para mí - dije volviendo a mirar mis deberes.

- Nos llevaremos a Matt, pero...

No, ya han hecho planes sin contármelo de nuevo.

- ¿Pero qué? - lo miré serio.

- Tú también vendrás.

- Mamá - resoplé- sabes muy bien que no me gusta que hagáis planes sin antes preguntármelo.

- Si te lo preguntamos no querrías venir.

- Da igual, hoy no puedo ir, estoy a tope con las cosas de la escuela y tengo dos exámenes la semana que viene.

- Harry, hoy es viernes, tienes todo un fin de semana por delante, eso no es excusa, vendrás y pasaremos un noche en familia, ¿vale?

Negué con la cabeza fastidiado y volví a mirar mis libretas.

- Además ya hemos pagado las 4 entradas, iremos a ver una de las mejores representaciones de danza clásica.

Encima danza clásica.

- Nos vamos antes de cenar, así que ya puedes ir preparándote - dijo tocando mi cabello.

Volvió a dejarme solo. Pensé en que podría rebelarme como un adolescente normal lo haría, o tal vez escaparme, pero la verdad era que desde un tiempo hasta ahora quería que mis familiares y amigos cercanos se quedaran con lo mejor de mí, quería dejar un buen ambiente y unos buenos recuerdos.

Me levanté y comencé a mirar hacia mi armario.

- No Harry, no te animes en buscar nada, vamos, apenas sales de casa, no vas a tener ropa elegante que ponerte - me dije.

- ¿Por qué hablas solo? - vi como mi hermano me miraba extrañado desde la puerta.

- Por nada, ¿Te has enterado de la maravillosa salida familiar que tenemos esta noche?

- ¿Todavía sigues pensando que la nueva disco es mala idea?

Le sonreí.

- Tenemos que ir, no solemos pasar mucho tiempo en familia - dije dándole la razón a lo que antes me había dicho mi madre.

A las seis de la tarde la gran familia feliz se dirigió hacia el mayor teatro de Londres. No podía decir que aquel lugar no era genial, porque lo era, incluso al entrar se sentía como el ambiente era tranquilo y delicado en conjunto con la música clásica que recorría por allí.

- Ahí está Mariah, venid quiero presentárosla - nos comentó mamá.

Comenzamos a seguir los pasos de mi madre.

- ¿Quién es Mariah? - pregunté a mi padre.

- Es una amiga, antes era bailarina y ahora es ella la que enseña, tu madre a veces les hace atuendos para las bailarinas.

Nos acercamos hasta aquella mujer que parecía simpática, y a la que después se le unió su hija, a la que había visto unas horas antes.

Como un niño pequeño intenté no dar a conocer mi cara y a esconderme detrás de mi padre.

- Y este es Harry - dijo mamá tirando de mi brazo - es un poco tímido.

- Mira que muchacho tan guapo, Emma, yo soy Mariah y ella es mi hija Emma, gusto en conocerte Harry.

- Lo mismo digo - intenté sonreírle a ambas.

La madre de Emma la reprendió después de que ésta no se molestara en saludarme.

- Tenemos los asientos en la misma fila, os lo enseñaré - habló Mariah.

- ¿Todavía sigue en pie lo de la discoteca? - dije en el oído de mi hermano.

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