Capítulo 13 ✺

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La llevé hasta un restaurante dónde mis padres solían llevarme cuando a veces no comíamos en casa, era comida sana, pero sin que fuera tan cara.

- Yo también he venido varias veces a aquí.

- ¿Si?, nunca te he visto - dije.

- Será porque cuando vengo acabo de terminar mis ensayos, y es muy tarde.

- ¿Sueles venir con tu madre?.

- No, mi madre tiene muchas cosas que hacer, organizar los próximos eventos, tiene muchas reuniones - noté un poco de nostalgia en su voz - me encanta el trabajo que tiene y sé que gracias a él tenemos todo lo que tenemos ahora, pero a veces quisiera que tuviéramos, no sé, poco dinero y que ella estuviera más tiempo por casa.

- Lo entiendo - dije sentándome en una mesa - y ¿Qué hay de tu padre?, ¿también está siempre ocupado?.

Sacudió la cabeza rápidamente.

- Que va, se fue cuando era yo muy pequeña, no recuerdo nada de él, mamá nunca quiere hablar del tema, creo que lo odia por habernos dejado - hizo una pequeña pausa para volver a acercarse a mi con un brillo en los ojos - tengo una foto de él, pero mi madre no lo sabe - me dijo en secreto.

- Vaya, eso es de una chica muy malota - dije con una sonrisa.

- Pues sí -comentó sonriendo y sacándome la lengua pícaramente.

- ¿Te gustaría volver a ver a tu padre?.

- Claro, es mi padre, aunque él no quiera saber nada de mí yo si quiero saber de él.

- Eres una buena chica Emma.

- Lo intento - se encogió de hombros - pero háblame de ti, sólo hemos hablado de mi.

- Es que hablas mucho, por eso he decidido cederte la palabra.

- ¡No! - dijo moviendo una mano en el aire- no digas eso, ¿es que eres un hombre de pocas palabras?.

- Mira - señalé hacia la comida que apenas le habíamos hecho caso y que ya estaba servida en el buffet- tenemos que comer, me muero por comer algo.

- Vale, chico misterioso- dijo.

Comimos hasta que ya no pudimos más y después me tocó contarle mi parte de la historia, una pequeña parte mejor dicho.

- Ahora háblame de ti - me incentivó.

- Está bien - aclaré mi garganta - me llamo Harry, hace casi dos meses cumplí los 18 años, y tengo un hermano menor.

- ¿Ah si?, debe de ser una monada.

- No, no es tan guapo como yo - dije con toda modestia - además, es una especie de insecto que nunca te deja en paz, se cree popular, bueno, a lo mejor lo sea, pero para mi gusto es muy creído.

- ¿Es que tienes envidia de tu hermano menor?

- Oh no, para nada, en mi casa soy yo el consentido.

- Normal, siempre andas pegado de mamá, no le dejas tiempo a tu hermano para que esté con ella, ¿y tu padre también te mima? - comentó con una sonrisa.

- Muy graciosa, y no, mi padre es igual con los dos.

- ¿Qué sueles hacer en tu tiempo libre?

¿Harry?, ahora que lo pienso, no tengo ningún hobby para mis tiempos libres, claro, a parte de jugar con la play station no hay nada más, de hecho no tengo nada que me apasione, es por eso por lo que no he pensado en estudiar una profesión en concreto.

- Ehh, pues - miré hacia el techo en busca de inspiración - no tengo hobbies - sentencié.

- ¿No hay nada que te guste?

- ¿Jugar a la Play Station cuenta?

- Típico en vosotros - dijo con una sonrisa.

No Emma, aún no lo sabes, pero yo no soy un chico típico.

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