✺Capítulo 12

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Me quedé mirando la entrada a la casa de Emma por unos minutos más, después decidí irme, no quería morir por cuestiones de hipotermia. Llegué a la casa a una hora aceptable para cualquier otro chico normal, pero para mi familia esto era toda una experiencia nueva.

- Oh, Dios - dije al verlos a todos sentados esperando por mi llegada, para después empezar a acribillarme a preguntas.

- ¡Espera Harry! - gritaron los tres al unísono.

Una especie de persecución empezó en mi casa, yo, por mi parte esperaba llegar lo antes posible a mi habitación y encerrarme allí, y ellos querían lo mismo, sólo que también querían encerrarse conmigo.

- ¡Parad!- grité dándome la vuelta antes de llegar a mi puerta, tenía que llegar a un acuerdo de paz, o sino, no me dejarían en paz.

Todos se detuvieron esperando una respuesta.

- Os lo contaré todo mañana, lo prometo.

Me miraron con cara de sospecha, no se lo creían de todo.

- Os lo he prometido - sonreí dulcemente para crear un ambiente de cordialidad - buenas noches familia.

Entré y cerré la puerta de la habitación, solté un suspiro de alivio, por lo menos había postergado otro día más el tener que explicarle a mi familia a donde y con quien había ido.

Al día siguiente podía decirse que me desperté con más seguridad y le dije a mis piernas que estaba prohibido volver a temblar otra vez. En clases me propuse lo mismo, atender y dejar los nervios de lado, la verdad es que no sé porque estaba nervioso, es más, creo que todo esto ni siquiera había sido una cita ¿y me temblaban las piernas?, Harry, ya entendemos porqué tienes que irte antes de tiempo, no estarías preparado para pasar todas las cosas de esta vida.

Al tocar el timbre recordé mi quedada, a Emma y mis nervios volvieron, busqué a mi hermano para avisarle que hoy no iría a comer a casa y que tal vez podría llegar más tarde a casa.

- ¿Y a dónde vas a ir? - dijo mi hermano levantando las cejas con picardía.

- Eso no te importa, ¿podrás decirle a mamá que llegaré mas tarde?

- Claro.

- Está bien, nos vemos mas tarde en casa.

- Vale.

Empecé a caminar, pero algo hizo que me detuviera, mi hermano estaba siendo amable, algo tenía pensando hacer.

- No quiero que me sigas - dándome la vuelta y señalándolo con mi dedo acusador.

- ¿Qué? - rió nerviosamente - no te voy a seguir, ¿Qué te crees?, ni que fueras una especie de famoso o algo así.

Asentí seguro de que como había descubierto sus planes ya no los llevaría a cabo, salí hacia el encuentro de Emma, esta vez el frío no jugaba a mi favor, ahora si me preguntaba porqué temblaba no tendría ninguna excusa decente que dar, así que, Harry, no tiembles.

La vi acercarse desde lejos y saludarme con una sonrisa, yo hice lo mismo.

- ¿Qué tal has estado? - saludó.

- Bien, ¿y tú?

- Muy bien, hoy estoy a tope, tendrás que disculparme si tengo que irme rápido, porqué entre los exámenes y los ensayos, apenas tengo tiempo libre.

- Ah, sí, yo también estoy igual - hice una pausa- sólo que yo no bailo - le sonreí.

- Se nota - dijo con una sonrisa - entonces, ¿Dónde comeremos?

- Conozco un sitio genial - dije - pero, no sé si te gustará, la gente normal no suele comer ahí.

- ¿Gente normal?, ¿eres una especie de vampiro? - comentó riendo.

- No, sólo que los adolescentes suelen comer comida basura en sus tiempos libres, y yo no.

- Ah, no te preocupes, yo llevo una de dieta muy estricta, bueno, mi madre se encarga de que la lleve. Vamos a comer, quiero saber la trama final de esta película, todavía tienes algo pendiente que decirme.

Emma, si te soy sincero, yo no quiero que esta película se acabe, me he encariñado con tu personaje.

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