Como un chasquido que se hace con los dedos, pasó otro mes de mi vida, rápido, sin nada nuevo, sin ninguna experiencia que me marcara de por vida.
Sólo las clases me hacían salir de mi rutina.
- Harry, concéntrate - me ordenó la profesora.
Lo siento, me he equivocado, las clases no cambian mi rutina, todos los días es lo mismo. ¿Es qué no pueden entender que muchas de estas cosas no nos servirán de nada?
Cuando sonó el timbre que indicaba que ese día ya no tendría que preocuparme por la escuela, me entusiasmé, es más divertido estar en casa que estar aquí.
- Harry, ¿puedes quedarte?, quiero que hablemos un rato.
Asentí, no era la primera vez que alguno de estos profesores quisieran hablar conmigo. Mis padres se empeñaron en que querían decirles mis múltiples problemas de salud, a pesar de que yo les supliqué que no lo hicieran lo hicieron. ¿Cuál fue el resultado de todo esto?, que todos mis maestro me mirasen con pena y bondad, odiaba pasar por esto, pero tenía que vivir con ello.
Después que salieron todos la maestra me invitó a tomar asiento, otra vez. Esta sería una charla larga.
- ¿Cómo has estado estos días? - preguntó.
- Ah, bien, lo normal - contesté enconjiéndome de hombros.
- Estaba preguntándome, ya que es tu último año, ¿qué piensas hacer en un futuro?
¿En un futuro dices?, creo que ni yo mismo sé, primero tengo que estar seguro de que estaré vivo, y después hago los planes.
- La verdad es que nunca me he puesto a pensarlo, mi filosofía de vida es vivir el presente y no hacer planes para el futuro, porque sobre todo yo, no sé donde estaré en un futuro - dije sonriendo.
- Harry, tienes muy buenas notas como para no pensar en tu futuro.
- Bueno, ya lo iré pensando, gracias por preocuparse de mí.
- De nada Harry, cualquier cosa que necesites puedes venir a pedirmela.
Sonreí y me fui antes que notara el sarcasmo en mi sonrisa, todo el mimado estaba dispuesto a ayudarme, pero nadie podía realmente ayudarme con mi problema.
Salí del instituto en donde mi hermano me esperaba rodeado de muchas personas. Típico.
Pasé por su lado intentando no llamar su atención para que no quisiese venir conmigo. A esa hora las calles estaban llenas de adolescentes de diferentes institutos que salían de las clases y se dirigían a sus casas.
- ¡Harry! - oí como venía corriendo hacia mí.
- ¿Qué es lo que quieres? - dije sin parar de caminar.
- Mamá me ha llamado y me ha dicho que hoy tenemos que comer fuera, ¿te apetece comida basura?
Rodé los ojos.
- Nada me haría más feliz - contesté irónico.
- Después podríamos ir a una disco - noté la emoción en su voz - conozco una nueva a la que la que me dicen que está genial.
Me detuve y lo miré, después de andar unos cuantos pasos y hablar solo, mi hermano se dio cuenta de que me había detenido.
- ¿Qué pasa? - dijo mirándome.
- Ni lo pienses - y volví a retomar mi camino, mi hermano comenzó a seguirme.
- Vamos Harry, no te vendría mal, conozco a chicas que están esperando a conocerte.
Me volví a mirarlo.
- No quiero creer que hayas preparado una especie de quedada para mí.
- Oh, no, que va.
Volví a mirar hacia adelante y sentí un golpe en el brazo izquierdo, había chocado con una chica que llevaba en las manos su trabajo de ¿arte? a juzgar por todos los colores con los que estaba pintado y al parecer hecho con pintura fresca porque todo le cayó en la camiseta, iba a pedir disculpas pero luego me fijé en quien era y no pude evitar sonreírle.
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ALIVE
Fanfiction(TERMINADA EN EL AÑO 2014) Capítulos cortos, 2-3 minutos de lectura por capítulo. Sipnosis: Harry Styles, a sus dieciocho años es un chico poco normal, no le gustan las fiestas, no le gusta salir de casa y ha pasado la mayor parte de su vida estudia...