ALIVE

Capítulo 3 ✺

Pasé por el lado de la enfermera esperando que no me dijera nada, ni me regañara por entrar en un sitio que lo tenía prohibido.

- Harry, sabes muy bien que no puedes entrar - dijo.

- Lo siento, no lo haré más.

- Está bien - dijo sonriendo.

Casi lo olvidaba, todos sentían pena por mí, ¿quien se iba a enfadar con un chico como yo?. Volví a empezar mi camino de vuelta a la sala de espera, pero antes vi el papel de mis resultados en las manos de un chico ayudante de enfermería, lo seguí hasta que llegó a la consulta de mi médico de cabecera, para suerte mía dejó la puerta entre abierta y pude oir lo que decían.

- ¿Estos son los de Harry Styles? - preguntó Carl poniéndose sus gafas de lectura.

- Si, son estos los que enviaste esta mañana.

Noté el grado de preocupación en la cara de mi afable doctor.

- No pueden ser estos - observó detenidamente el papel.

- ¿Cuál es el problema? - preguntó el inexperto enfermero.

- Es su hígado, no esta evolucionando como debería, no le quedará nada dentro de un año.

La muerte siempre había rondado cerca de mí, pero con esas palabras esta vez la había sentido aun más cerca, no podía creer que me quedara solo un año de vida, siempre habría creído que un buen día no despertaría más y fin de la historia.

- Todo esto no es seguro, pueden pasar muchas cosas, no le diremos nada a la familia por ahora, ni a él - dijo Carl sacudiendo la cabeza.

Muy tarde, yo ya lo sé.

- Ve, llama a la madre - ordenó Carl.

- Si.

Salí corriendo para no ser visto. Llegué a la sala de espera en donde se encontraba mi madre sentada.

- ¿Dónde habías estado? - preguntó al verme.

- Solo he ido a dar una vuelta por afuera.

Me senté a su lado.

- El doctor Nollan quiere hablar con usted - le avisó el enfermero a mi madre.

- Claro, ahora vuelvo Harry.

Sonreí, y esperé a que terminaran de darle a mi madre las falsas esperanzas que tardaron unos 20 minutos.

- Bien Harry, podemos irnos.

Cogimos un bus para el camino de vuelta a casa.

- ¿Qué tal mis resultados, mamá?

- Ah, bien, solo que te tienes que cuidar un poco más.

- ¿Mas de lo que lo hago, mejor dicho, de lo que lo haces tú?.

Ella sonrió y asintió.

- Si, mas de lo que lo hago yo.

- Es imposible, o tal vez si, dejaré de beber cerveza, ah no, no bebo. Puedo dejar de fumar, oh, es verdad, tampoco fumo.

- O, puedes salir un poco más y que te dé más el viento.

- Es una de las razones por la cual dejo abierta las ventanas de mi habitación, ya me da mucho el aire, créeme.

- A mi me da igual que te quedes todo el día en casa conmigo, eso es lo que mas quiero, pero algún día yo no estaré y tú tendrás que buscar a una chica y formar una familia, ¿no crees?

Me reí.

- Si mamá, si es que sobrevivo formaré una familia te lo prometo.

- Claro que sobrevivirás, además eres tan guapo que nadie se negaría a estar contigo.

- Eres mi madre, no puedes decir que soy feo - le dije entre risas.

- También tienes razón - sonrió ella también.

- Gracias por la indirecta.

Me quedé mirando a esa cara dulce y cariñosa que había conocido desde que nací, nunca podría encontrar a alguien que me entendiera y que me tratara de la manera que ella lo hacía.

- Te quiero. No te abrazaré porque es un sitio público - dije un tanto tímido.

Ella me acarició la cara y me abrazó, yo también lo hice, después de todo conocía muy poca gente, no tenía porque avergonzarme.