𝓜𝓲 𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷 𝓭𝓮 𝓼𝓮𝓻🧸🍼¦ 𝔈𝔪𝔟𝔞𝔯𝔞𝔷𝔬 𝔈𝔪𝔦𝔩𝔦𝔞𝔠𝔬

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Joaquín
Hoy era un día muy feliz ayer por la noche nos habló el agente que tiene nuestro caso, dijo que hoy en la mañana fuéramos a su oficina para recibir noticias, me prepare para irnos, Laia nos va a acompañar así que desayunamos muy rápido.

Cuando por fin llegamos tenía muchos nervios.
X- Señores, tenemos la ubicación de su hijo, ¿se quieren esperar aquí o nos quieren acompañar?
J- Por favor déjenos ir con usted.

Y así fue como nos fuimos a un lugar desconocido, era al parecer un lugar fuera de la ciudad, nunca había visto esta parte, los nervios me estaban comiendo, vi a mi prometido y siento que esta en la misma situación que yo, Laia estaba viendo por la ventana también supongo que esta nerviosa.

Al parecer ya llegamos, es una tipo fábrica, nos pidieron que esperáramos afuera mientras ellos entraban, esperamos un buen rato y no salían, los nervios me ganaron y salí corriendo en la dirección en la que entraron los oficiales, cuando entre vi algo aterrador, vi a muchos niños en jaulas, otros estaban haciendo cosas raras, seguí caminando y cuando llegué a una tipo sala, vi como una señora tenía agarrado a un niño el cual en el momento que lo vi sentí algo y vi que apuntaba a su cabeza ¡Oh por dio! Lo quiere matar.

Xa- Pero mira que tenemos aquí, el famoso Joaquín Bondoni, ¿quieres ser el primero en ver como la cabeza de tu hijo sale rodando?
J- Deje a ese niño en paz.
Xa- No entiendo por qué lo buscas, si tu sabes que tu hijo murió el día en que nació, por que un hombre fenómeno no puede tener hijos, por eso murió.
J- Claro usted es esa enfermera que me atendió ese día, pero lamento decirle algo señora, este fenómeno si sabe usar un arma, y este fenómeno va a hacer que su cabeza ruede por el suelo si no deja en paz a mi hijo.
*Se escucha un disparo*

Emilio
Joaquín está loco, salió corriendo y no lo pude detener, tenía que quedarme con mi niña, no quiero ponerla en riesgo, un oficial que estaba aquí fue en su búsqueda, pasó un tiempo y se escucho un disparo, mi corazón se aceleró a mil por hora, no quiero que mi chiquito bonito le pase algo.

Pasaron alrededor de unos 10 minutos y vi salir a mi Joaquín lleno de sangre, corrí a él y vi que no venía solo, tenía a un niño tomado de la mano, mis ojos se pusieron llorosos y baje a darle un abrazo al pequeño.

ER- Emm disculpe ¿quien es usted?
Em- Pequeño, soy tu papá, al igual que el señor que te tiene tomado de la mano, y está pequeña es tu hermanita.
L- Hola, me llamo Laia ¿y tu?
ER- Emm no lo sé.
J- Pequeño te llamas Erick Zarek Bondoni Osorio, y eres nuestro hijo, bienvenido de vuelta mi niño.

Y así fue como ese día fue uno de los mejores en mi vida.