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Pocos segundos después llegó Lindsey, junto a Kristin, Christa y Jamia.

Salí de la habitación mientras terminaban de chequear a Vanya.
Todos estaban afuera, expectantes y por mi cara dedujeron qué ocurría.

-¿Gee...? - Lindsey se acercó a mí, yo la tomé entre mis brazos.

- Nuestra pequeña despertó.

Lindsey y yo entramos a la habitación. Nuestra hija nos miró. Pude interpretar su mirada de confusión y sorpresa al vernos tomados de la mano.

- Bueno, Vanya. Vamos a quitarte el respirador, ¿Sí?

Los médicos chequeaban a nuestra hija y nosotros llorábamos de felicidad. Nada en el mundo podía apagar esa alegría que sentíamos.

- ¿Ustedes son los padres de Vanya Ballato? - ambos asentimos cuando el médico se nos acercó - Su hija está en buenas condiciones. Por ahora permanecerá en observación por lo menos dos días más y luego podrá ser dada de alta. Mientras tanto, les pedimos a ustedes y los visitantes que traten de no hacerle muchas preguntas. Su mente aún tiene que asimilar que su estado inconsciente fue interrumpido.

- Muchísimas gracias, de verdad - dijo Lindsey.

Nos dejaron a solas con nuestra pequeña.

- Hola, cariño - Lindsey se acercó a ella casi susurrando - ¿Cómo estás?

- Mamá, ¿Por qué estoy en un hospital? - miró confundida a su alrededor.

- Eh... Bueno... - Lindsey me miró como pedido de auxilio.

- Vannie, tú... - intervine. Esto era realmente difícil, no quería herirla ni recordarle lo que tuvo que atravesar - Fuiste atacada en el bosque hace más o menos dos semanas.

- ¿Atacada?.... Oh - su rostro se ensombreció - Ya lo recuerdo...

Comenzó a llorar. Ambos la abrazamos.

- Luego hablaremos de eso, cariño. ¿Cómo te sientes? - me senté junto a ella.

- Me duele todo el cuerpo y me siento algo mareada. Como si hubiera dormido una eternidad. ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

- Casi veinte días - los ojos de Vanya se abrieron como platos.

-¿Veinte días? Es muchísimo tiempo... ¿Y lograron atrapar a Denis?

La respuesta iba a decepcionarla terriblemente.

- Aún no, pero la policía está ocupándose de ello, amor - Lindsey apretó su mano - No te preocupes.

Sus ojos se entristecieron.

- Por cierto, gracias por las canciones, papá... Gracias.

- ¿Nos oíste? - pregunté esperanzado. Era cierto que nos escuchaba.

- Cada palabra... Y me alegra muchísimo que hayan vuelto a estar juntos. Es increíble que hayan tardado tanto.

Linds y yo reímos.

- No sabes cuánto te hemos extrañado, amor - dijo Lindsey abrazándola con delicadeza.

- Y yo a ustedes... También quiero disculparme. Especialmente contigo, papá.

- ¿Conmigo? ¿Por qué?

- Tú me dijiste que no fuera a esa cita, que me alejara de Denis y no te hice caso... Fue mi culpa, lo siento muchísimo.

Vanya rompió en llanto, al igual que yo, pero mis lágrimas eran de rabia.
Tomé sus muñecas, para dejar al descubierto su cara.

- Jamás en la vida vuelvas a culparte a ti misma por algo así, Vanya Ballato. No es tu culpa, no es culpa de tu vestimenta, ni el lugar donde estabas, ni la hora. Es culpa únicamente de Denis. No quiero volver a oírte decir que fue tu culpa, ¿Está claro?

- Sí... Lo siento.

- Ven aquí - dije abrazándola y acariciando su cabello.

Si la policía no lo atrapaba pronto, yo mismo saldría a hacer justicia por mano propia con ese hijo de perra. Nadie hería a alguien que amo sin sufrir las consecuencias.
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*NARRA VANYA*

El despertar fue extraño... Me sentía mareada y me dolía todo el cuerpo.
Mamá me dijo que aún no encontraban a Denis y no puedo negar que tuve miedo.
¿Y si volvía?
¿Y si no se conformaba con lo que había hecho?
Los dos días siguientes fueron mejores: Kellin y Sophie vinieron a visitarme, igual que los tíos con sus familias. Mamá y papá no me dejaban sola.

El día que me dieron el alta me vestí con algo de ropa que papá me llevó: unos jeans negros, una camiseta de Electric Century que Mikey me regaló (bueno, se la robé y él no opuso resistencia), y unas zapatillas negras.

Me senté atrás en la camioneta de Gerard. Él manejaba y mamá iba en el asiento del acompañante. Íbamos en silencio, yo aún me sentía algo sedada y torpe.
Cuando llegamos a casa de papá, bajamos del auto y al entrar todo estaba oscuro y en silencio.

Mamá y papá estaban más adentro, yo me dirigí a encender las luces y cuando lo hice casi me muero de un puto infarto al ver que un montón de gente salía de atrás de los muebles, gritando "¡Sorpresa!" Y sosteniendo globos.

Me giré a verlos. Mikey y Kristin sosteniendo a las bebés en brazos, Ray con Christa y el pequeño Bauer, Frank con Jamia, las mellizas y Miles, los padres de Gerard y los padres de mamá. Incluso Kellin y Sophie estaban ahí.
Todos estaban ahí.
Del techo colgaba una pancarta que decía "Bienvenida a casa, Vanya"

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas. Corrí a abrazar a todos.
Los chicos y papá vinieron a darme un abrazo en grupo.

- Bienvenida de vuelta, pequeña - me susurró Ray en medio del abrazo.

Luego mamá y las chicas me atolondraron en besos y abrazos.
Los pequeños estaban jugando en un rincón.

- ¡La comida está lista! - exclamó Frank llevando a la mesa una especie de olla gigante. Todos nos sentamos en nuestros respectivos lugares - Paella preparada por Jamia y Christa.

Olía delicioso, y sabía aún mejor. Jamás había probado la paella.

Todos nos sentamos a la mesa.
Aún me sentía muy débil, estaba hambrienta y mareada.

- Van, ¿Estás bien? - preguntó Gerard, viéndome preocupado.

- Sí, no te preocupes... Creo que voy a recostarme un momento - dije subiendo las escaleras.

- Vamos, te ayudo.

Llegamos a mi dormitorio, todo estaba igual que cuando lo dejé. Abrí la cama y me metí en ella. Papá se sentó junto a mí y me tomó en brazos.

Yo rompí en llanto. Gerard también sollozaba en voz baja.

- Lo siento, papá. Perdóname.

- Shhh... Tranquila. Todo va a estar bien. Vas a ponerte bien.

- No quiero volver a verlo.

- No lo harás. Yo me encargaré de eso. Ahora, sería bueno que descanses, princesa. ¿Por qué no duermes un poco? En un rato te traeré la cena.

- Gracias papá.

Gerard cerró la puerta de mi dormitorio y yo me giré en la cama.
Me sentía para el demonio. Física y emocionalmente.

Famous Last Words 1 • Gerard WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora