Famous Last Words 1 • Gerard Way

34.

NARRA GERARD

Cerré lentamente la puerta del dormitorio de Vanya y caminé por el corredor.
Lindsey subió y me miró.

Ninguno pudo decir nada, sólo la tomé en mis brazos y la abracé con fuerza.

- Va a recuperarse, Gee. Saldrá adelante de esto.

- ¿Pero y si no lo hace? ¿Y si se le genera un trauma?

- El trauma ya lo tiene, Gerard. Eso es inevitable. Lo único que podemos hacer para intentar alivianarle la carga es estar para ella. Nos necesita. - la miré a los ojos. Me miraba preocupada.

Lindsey era una mujer tan fuerte. A veces me gustaría ser como ella. Pero soy débil.

- Te juro que cuando encuentre a ese hijo de puta lo voy a asesinar a golpes. - aseguré.

- ¿Vamos abajo? Hablaremos de esto luego.

Bajamos tomados de la mano. Al llegar al comedor, todos nos miraron con lástima. Mikey se me acercó. Tenía a Miles en brazos.

- ¿Van está bien?

- Más o menos. Lo estará, creo.

Mi hermano me abrazó, y Miles lo imitó. Rompí en llanto.

- No llores, tío Gee. Mira, ten mi muñeco del Capitán América, siempre me hace sentir mejor.

- Gracias, campeón - dije tomando la figura de acción que el hijo menor de Frank extendía hacia mí.

- ¿Por qué estás triste?

Mikey me pasó a Miles y yo caminaba de un lado a otro con mi sobrino en mis brazos.

- Mi hija está triste, y no me gusta que esté triste. - dije secándome una lágrima. Sentía mi cara roja.

- Cuando estoy triste, papi me canta canciones con su guitarra. Pídele que te cante una.

Yo reí. Bajé a Miles y los chicos me abrazaron. De verdad que era un momento duro para la familia.

En un momento de la cena, tomé un plato y subí al cuarto de Vanya, para que cene algo.
Al abrir su puerta, vi que estaba dormida. Tenía unas ojeras enormes y la cara roja. Había estado llorando.

Dejé el plato en la mesita de noche y me quedé de pie junto a su cama. La arropé con una manta y besé su frente.

- Pronto vas a estar mejor, princesa. Será un largo y duro camino pero no estás sola...