Famous Last Words 1 • Gerard Way

35.

Cuando desperté, todo estaba en silencio y oscuro.
Encendí mi lámpara y salí de la cama.
Cuando salí de mi habitación al corredor, la casa estaba en silencio y a oscuras.
¿Cuánto había dormido?

Bajé las escaleras. La cocina estaba desierta. La pancarta aún colgaba del techo.

-¿Mamá? ¿Gerard?

Nada.

Subí de nuevo, tal vez dormían.

Me asomé al dormitorio de papá y efectivamente, mis padres estaban dormidos.

Bajé de nuevo a la cocina en busca de algún reloj o lo que fuera. Cuatro de la mañana.

Adormecida, abrí el refrigerador. No había llegado a cenar nada y estaba muy hambrienta.
Estaba sacando algo de comida cuando comencé a sentirme incómoda.

Me detuve un segundo a escuchar detenidamente a mi alrededor.
La casa estaba a oscuras y en completo silencio.

Me sentía observada.

Miré a mi alrededor con atención.
Ventanas y puertas cerradas.
Me asomé a la puerta-ventana que daba hacia el jardín trasero.
El agua de la piscina se encontraba totalmente quieta, el único movimiento que había en el patio eran las hojas de los árboles balancearse con el viento.

Qué extraño...

Chequeé todos los rincones, no había nada.

-¿Vanya?

Un susurro de una voz ronca casi me hizo tirar el plato que tenía en la mano.

- Dios, Gerard, me asustaste. - suspiré llevándome una mano al pecho.

Papá estaba en el último escalón, despeinado, en pijama y tallándose los ojos.

- ¿Estás bien?

- Sí, lamento haberte despertado. - dije volviendo a la cocina.

-¿Qué ocurre?

- Nada, es sólo que bajé a comer algo y tuve una extraña sensación, como si me estuvieran observando.

Gerard bajó del último escalón y recorrió los mismos puntos que yo, revisando que todas las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas.

- No debe ser nada, me debo haber puesto paranoica. - traté de tranquilizarlo al verlo intentar abrir la ventana sin quitar el cerrojo, con el ceño fruncido.

- Eh... Sí, eso debe ser. - respondió incómodo, viendo hacia la calle apenas corriendo la cortina.

- Bueno, voy a tratar de dormir de nuevo. Lamento levantarte, papá. Descansa - dije besando su mejilla y subiendo de nuevo.

- Buenas noches, cariño.
___________________________
*NARRA GERARD*

Vanya también había sentido lo mismo. Yo no estaba loco. Efectivamente algo estaba pasando.

Cuando mi hija subió de nuevo a su cuarto, revisé de nuevo todas las cerraduras. Cerradas con llave justo como las dejé antes de ir a dormir.

Pero el otro día también me sentí observado cuando bajé a la cocina.

Obviamente no pensaba decirle eso a Vanya, pero debía encargarme de asegurar mejor el lugar.
Tenía un mal presentimiento.
Esperaba que quien nos estuviera vigilando no fuera quien yo creía.
No iba a responder por mis actos si Denis se aparecía cerca.

Mi paranoia pudo conmigo y revisé una vez más cada posible entrada a la casa. Todo en orden.

Luego de activar el sensor de las alarmas, subí de nuevo las escaleras y fui a chequear la ventana del cuarto de Vanya. Todo cerrado.