maldiciones

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PLATICAS AJENAS

MALDICIONES

Draco suspiró, era extraño tener a sus amigos de vuelta dentro de su mente, pero también era reconfortante, se sentía como en los buenos años de antes.

-cursi- Astoria reía mentalmente.

Si bueno, eso era una de las cosas que no extrañaba para nada.

-será mejor que bajemos.-ronroneo Theo

Draco pudo sentir el gran cariño que le tenía su amigo a Daphne y la gran felicidad que sentía por tenerla abrazada, sobretodo el sentimiento de ternura que ella le causaba a él, dado que se había quedado dormida abrazando a Theo.

-será mejor que se lo digas antes de que pueda sentir lo que sientes ahora mismo.-pensó Draco.

-después de cenar.-gruño Theo.

Una sensación de incomodidad inundo a Draco. El castaño moría de hambre, el chico río ante el descubrimiento. Astoria se puso de pie y extendió una mano hacia Draco. Él la tomo sin dudar y se levantó. Miraron al lado contrario de la cama donde Theo despertaba a Daphne quien hizo una mueca al momento en que la sensación de ternura de Theo se hacía presente en la mente de todos los presentes.

-vamos a cenar, muero de hambre.-soltó Daphne.

-realmente no eres tú, ¿sabes?- intrigo Astoria. Su hermana levanto una ceja.-Theo…-sonrió la rubia.

Daphne se hecho a reír divertida, haciendo que a Draco le dieran ganas de reír. Para cuando reaccionó todos reían. Una vez calmados la barriga de Theo rugió, haciendo que el castaño hiciera una mueca. No fueron necesarias palabras, los chicos se dirigieron a la puerta y salieron aun divertidos, a pesar de que no necesitaban hablar Theo empezó a bromear con ellos.

-Torie, ¿cómo le dirás a Potter de cariño cuando sea tu novio?, ¿bebé?, ¿corazón?...

-¡Theo!-chilló la chica sonrojada, Draco pudo sentir la inseguridad de Astoria, ella dudaba que Harry le pidiera que fueran algo.

-también le gustas.-sonrió Draco.-solo se siente demasiado nervioso cuando estas cerca.

-así no funcionara nunca una relación.-soltó decepcionada Astoria.

-es tu culpa hermana, deja de coquetearle todo el tiempo, platica con él. Confía en él y él confiará en ti. Siempre te lo dijo papá.-soltó la rubia que iba enfrente de Draco, y pudo sentir el inmenso recuerdo de Daphne mirando a su padre mientras reprendía a su hermana. El rubio sintió todo el amor, respeto y admiración que le tenía la mayor de las Greengras a su padre. El recuerdo sabía a granada y limón, era refrescante como un día de verano. En ese momento Draco se dio cuenta de la diferencia entre ambas hermanas, Draco intento cerrar la conexión pues no quería que ambas chicas sintieran que las estaba comparando. Al fallar, decidió dejarlo para después.

-gracias.-soltó Astoria molesta.

-lo siento.-sonrió Draco.

Al llegar a la escalera, Draco le ofreció el brazo a Astoria como siempre lo había hecho. La chica le sonrió ante el gesto. Theo tomo la mano de Daphne y la apoyó en su brazo y algo abochornada la chica le sonrió. Le resultó bastante fácil a Draco distinguir la felicidad de su amigo, las dudas de Daphne, quien trataba de mantener a raya sus pensamientos respecto a Theo. Astoria sin embargo, parecía distante, estaba pensando en Harry y en lo que su hermana le había dicho.

-es un buen consejo.-le susurro a su amiga en el último eslabón, soltándola después.

-eso espero.-le sonrió.

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