Draco, Hermione, Harry y Luna llegaron al castillo juntos, platicando acerca de ¿Quién sería el premio anual? Dado que, en la carta que habían recibido, solamente decía que el nombramiento de perfectos, premios anuales, y profesorado, se daría en la primera cena en el colegio. Draco y Luna creían firmemente en que Harry, Hermione y Ronald serían los primeros en ser nombrados por su gran participación en la guerra. Hermione, insistía en que solamente nombrarían a Harry. Este último lo negaba totalmente y rogaba porque fuera todo lo contrario a lo que sugerían los chicos, él les aseguró que lo único que quería este año, era por primera vez, un año común y corriente en Hogwarts, sin problemas, sin secretos, sin luchas, sin horrocruxes, sin Voldemort, sin maestros con doble personalidad, sin torneos de magia y sobretodo sin muertes. Draco le aseguró que se aburriría. Pero Harry solo quería paz.
Pronto llegaron a las escaleras, donde Harry y Hermione se despidieron, para ir a cambiarse a la torre de Gryffindor, Draco ofreció acompañar a Luna, en especial, por lo distraída que era. Ambos rubios caminaron hacia la sala común de Ravenclaw.
-veo que tú y Harry se llevan bastante bien…-Draco odiaba el incómodo silencio que se había formado después de despedirse de los leones.
-sí, es un gran chico.-dijo soñadoramente la chica. Aunque a Draco le pareció que solo hablaba por hablar.
-me lo imagino…-Draco estaba encantado por lo distraída de la chica, sus pasos eran ligeros y parecía bailar en los largos pasillos, miraba sin mirar en dirección a las ventanas, el techo y los cuadros en las paredes.
-Draco… ¿tú y Hermione tienen algo?- la pregunta llego junto con unos ojos azules que se posaron justo frente a los suyos haciendo que Draco se parara en seco en las losetas de mármol.
-Luna, Hermione y yo nos besamos justo cuando nos despedimos, ¿eso no te dice nada?- Draco miraba sonriente y confuso a la chica.
-¡¿enserio hicieron eso?!-Draco asintió.-me lo perdí… los sorposolos me tienen confundida…-dijo la rubia mientras seguía con su ligera danza hacia el frente. Draco estaba demasiado divertido.
-Luna…-Draco intentaba contener la risa.- ¿qué son los sorposolos?
-¡¿no lo sabes?!- el tono de la chica sonaba como si Draco acabase de confesarle que había matado a alguien. La chica parecía confundida, y molesta, muy molesta.
-yo… no… si lo supiera no te lo preguntaría.-Draco aun contenía la risa, pero su voz sonaba demasiado divertida, cosa que hizo que la rubia se molestara aún más, y sus mejillas ardieran.
-deberías saberlo.-sentencio la chica y saco algo de su bolso, una pequeña libreta de cuero. Draco la tomo, y la diversión se fue, dejando a la confusión supliéndola.
-¿qué es esto?-pregunto Draco curioso.
-es mi libreta de investigaciones.-sonrió la rubia, el enojo se había ido.- léelo, te ayudará a entender mucho, es empírico, pero también hay apuntes de mi madre.
-vaya Luna, gracias.-sonrió Draco.
Habían llegado ya a la sala común de Ravenclaw, así que Draco se despidió, y se dirigió a toda prisa a la mazmorra de Slytherin. Cuando entro, no vio a ninguno de sus amigos. Algunos chicos lo miraron, otros, ni se inmutaron ante su presencia. Draco no dio mayor importancia y se dirigió a su habitación. Al llegar, encontró su maleta, vistió su uniforme; justo cuando acababa, Theodore Nott llegó a la habitación saludándolo con un fuerte abrazo, disculpándose por no haberle ido a visitar a Azcaban explicándole el problema de su padre, pues él también era un mortífago, Draco entendió perfectamente, y comenzaron a platicar acerca de las tres semanas de libertad de Draco y el duro verano de Theo, su amigo, le felicitó por haber hecho a Hermione su novia. De pronto alguien entro a la habitación interrumpiendo totalmente la conversación, era Blase.
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Platicas Ajenas
FanficEl príncipe de Slytherin Draco Malfoy regresa de Azcaban al colegio, para cumplir con el trato de libertad. Casi todas las serpientes lo ignoran y no solo a él. Ser un premio anual lo hace llegar a nuevas amistades, sobretodo recuperar alguna de las...