Reencuentros

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PLATICAS AJENAS

REENCUENTROS

Daphne entro a la habitación de Theo, un aroma a rosas inundó su sentido, camino un poco. Theo entro después de ella, cerrando la puerta, encendiendo la luz. Theo había hecho un hechizo para que la habitación pareciera un hermoso jardín a la luz de la luna, una pequeña cascada bajaba por una de las esquinas hacia un pequeño lago. Daphne sonrió, las paredes eran altos rosales que dejaban ver flores abiertas y hermosas, a pesar de parecer estar afuera el lugar era cálido. Ella miro al techo, que era un hermoso cielo estrellado, bajo la mirada y encontró un par de sofás y la cama que no parecían realmente parte de la mansión, sino más bien parte de un lejano cuento de hadas, hechos de madera y cubiertos por enredaderas llenas de flores.

-¿te gusta?- preguntó él, mientras la abrazaba por la cintura.

-es hermoso Theo.-sonrió ella girándose para mirarlo. Él le sonrió de vuelta.-gracias.-sus ojos brillaban, y lo abrazó por el cuello.

-no tienes que agradecerlo, sabes que haría cualquier cosa por ti.-le dijo besándola despacio en los labios.-yo…

-¿tú?-dijo ella aun en los labios de él.

-quería pedirte algo-sonrió abriendo los ojos.

-¿qué ocurre?-lo miro ella.

-la última vez que ocurrió algo entre nosotros, ni siquiera supimos cuando termino así que-respiró profundo, alejándose un poco para mirarla de frente.- ¿quieres ser mi novia Daphne?

-la respuesta es más que obvia Theo.-sonrió divertida besándolo de nuevo.

-te amo.-soltó entre risas el castaño.

-te amo también cariño.-rio ella y lo beso de nuevo.

+++

El desayuno o más bien la cena del día siguiente la habían traído de un restaurante muggle los gemelos y Charly, quienes aún sufrían de una fuerte resaca. Todos habían dormido donde pudieron, así pues, los gemelos y sus hermanos mayores habían despertado en la mesa de la sala con un gran dolor de espalda, al igual que Ron y Halley, quienes habían quedado uno encima del otro en un sofá. Hermione y Draco habían dormido en la habitación de él, o al menos un poco, pues el pequeño de cabello azul quería seguir jugando toda la noche e insistía en no querer dormir. Algunas de las parejas adultas habían sido lo suficientemente inteligentes para subir a dormir, claro que en el caso de Ysatis Greengrass y Narcisa Malfoy habían tomado una habitación para cada una. Sirius Black y Darrell Greengrass no habían dormido nada, y seguían plácidamente conversando, aun algo ebrios. Oliver, había quedado en el sofá más pequeño de la sala y tenía un gran dolor en la espalda, del que se quejaba una y otra vez, hasta que su madre le diera una poción revitalizadora. Daphne y Theo habían sido los últimos en despertar, ganándose un regaño por parte del pequeño Teddy quien desde temprano había ido a ver a Theo para que jugara con él. Pero ni Draco ni Hermione le habían permitido entrar a la habitación del castaño. Una vez que todos estaban en el enorme comedor de los Malfoy, comiendo, el anillo de la castaña no pasó desapercibido, y aunque aún sentía la mirada molesta de su futura suegra, parecía que el resto de los presentes se sentían complacidos de lo que Draco había hecho. Hermione estaba algo sonrojada aun, y comía un poco de lasaña. Harry no se había separado de Astoria en todo lo que llevaba de verlos, nada nuevo aun para Draco.

-Theo, ¿puedes hacer el twuco de la pelota?-le insistía el pequeño niño haciendo sonreír al aludido.

-solo si terminas tu comida Ted.-sonrió el castaño.

-Theo tiene razón Teddy, acaba tu comida.-insistía Tonks, sentando al pequeño en su silla y acercándole su plato con espaguetis que el empujaba negando con la cabeza.

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