Platicas Ajenas

3. Promesas y Tratos

-¿Hermione?- preguntó Draco, después de unos instantes, retirando su mano de la mejilla de Hermione, lo que provocó que la chica, saliera de su transe y abriese los ojos

-Dime- contesto Hermione, aun ensimismada, pero al mirar a Draco, notó la seriedad que había en su rostro, y preocupó.

-¿qué ocurrió con… -el rubio parecía dudar- el juicio?, lo único que recuerdo, es verte llegar… y luego, todo es oscuro- sentencio con un aire bastante sombrío.

-tranquilo Draco,-comento Hermione, con aire de autosuficiencia- Kingsley, está más que molesto, trataron de envenenarte- dijo tristemente la leona, Draco le tomo la mano de nuevo, lo que hiso que Hermione le mirara a los ojos, él sonrió tristemente, ella respondió con una sonrisa sin ganas.-No era veritaserum, era filtro de muertos, bastante mal hecho por cierto,- Hermione, noto como Draco cambiaba su lenguaje corporal, se sentó a un costado de ella, mientras le soltaba la mano, Draco cerro sus ojos, y en un gesto de frustración paso ambas manos por su cabello.-¿Te encuentras bien?- preocupó Hermione, mientras tomaba el hombro del rubio.

-Hermione, yo la revise, era veritaserum, estaba, seguro yo…- “no pude haber fallado” pensó Draco, pero prefirió callar, Seguramente se había acabado todo eso después de los seis meses preso, Draco volvió a pasarse las manos por el cabello.

-Draco, estabas exhausto, era de lo más normal que pudieras confundirla,- replico Hermione, acercándose cada vez más al chico.-tranquilo…-le susurro, esta vez, Hermione estaba tan cerca de Draco, que sus labios rosaron su oído.

-Hermione…-susurro Draco, volteando para verla, estaba tan cerca.

-Draco sé que estas frustrado, pero debes estar tranquilo. Era normal.-dijo Hermione, alejándose un poco al notar la cercanía; Draco copio el movimiento de ella, algo desesperado.

-fuera del intento de asesinato, ¿En qué acabo todo?- inquirió Draco mirando la ventana que estaba frente suyo, esperando lo peor. Draco podía sentir los ojos de la leona mirándolo atentamente, pero él no quería mirarla.

-Kingsley estaba tan molesto que te después de que hubiese revisado la poción, y que Oliver y yo te apareciéramos aquí, te declaro totalmente inocente de todos los cargos,-a pesar de que era una buena noticia que entusiasmaba a la chica, Draco no se sentía feliz, sabía que había un pero en todo esto- aunque…- Hermione bajo la mirada.

-¿qué pasa Hermione?- escupió Draco impaciente. Hermione se tensó, pues noto la molestia del chico, porque ella detuvo la información. Draco la miro, esperando, impaciente por una respuesta. Hermione se sintió intimidada por el gris que se fundía en ella, desvió la mirada y Draco suspiro.- Hermione…- insistió con tono molesto.

-es solo que aún no dictan tu libertad Draco, por eso, Kingsley te hará pasar aquí la noche, y mañana por la mañana iremos a juicio, para que dicten tu libertad. –dijo Hermione sin más, regresando la mirada al chico, con una dulce sonrisa, al verlo, algo dentro de Draco apareció, algo cálido, emocionante, dulce y con sabor a vainilla, Draco le devolvió la sonrisa, pensando en la dulce vainilla.

Interrumpiendo ese cálido instante, Oliver apareció por la puerta con una gran cantidad de cajas de dulces, ranas de chocolate, grajeas de todos los sabores, paletas, bombones, cajas y cajas de dulces picosos, decenas de algodones miniatura; Oliver se tambaleaba hacia ellos, los dulces le cubrían la vista, cuando sus rodillas pegaron con la cama, Oliver dejo caer todo. Los chicos comenzaron a reír, y comieron los dulces de la cama el resto de la tarde.

Una vez que el sol se hubo escondido y la luna iluminaba por fuera de la ventana, Draco se encontraba tirado en la cama, sobando su barriga, hacía mucho no se sentía tan satisfecho. Oliver estaba roncando en un sofá de tres plazas que hiso aparecer a un lado de la puerta, mientras Hermione, estaba sentada en el sofá de la habitación, mirando la luna. Draco estaba tranquilo, y a pesar del estruendo que se oía cada vez que Oliver respiraba Draco se sentía en paz. Alguien toco la puerta, antes de que Draco pudiera decir o hacer algo, Hermione se levantó del sofá y se dirigió a la puerta para abrirla, pero antes de tocar el picaporte, golpeo la rodilla de Oliver haciéndolo sobresaltar, y empezar a toser. Oliver se reincorporo, y Hermione giro el picaporte.