CAPÍTULO 19

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Jeongguk

—Oh mi...

—No digas Dios —corregí a Rosalee desde mi lugar al final de la mesa del comedor, donde ella y Hadley habían establecido la estación de arte central. Tenía mi portátil
abierta y estaba revisando algunos de los datos que Taehyung había enviado del acuerdo con Lance Goodman. El hombre había estado volando mi teléfono preguntándome dónde estaba su dinero y mientras que el departamento legal todavía estaba revisando todo el contrato y los estados de cuenta bancarios, algo no se sentía bien.

—¿Por qué no? —discutió Rosalee—. Molly dice "oh mi Dios" todo el tiempo.

—No soy el padre de Molly.

—Lo sé. Su padre le deja comer donas para desayunar cuando ni siquiera es su cumpleaños.

—Su padre también está enviando esencialmente a Yale al hijo de su dentista. Así que ahí está eso.

—¿Qué?

Le hice señas para que lo olvidara.

—Nada. ¿Por qué no nos quedamos con "oh, Dios mío" por un tiempo? —¿Puedo decir "oh em gee"?

Levanté mi mirada hacia ella.

—¿Qué? No.

—¿Es una mala palabra?

—No. Pero te hace parecer que tienes trece años y yo estoy a trece años de estar listo para eso. Quédate con cuatro hasta que tengas por lo menos veintiuno años. ¿De acuerdo?
Miré a Hadley, que tenía la cabeza gacha con un lápiz en la mano. Sus hombros temblaban con una risa silenciosa.

La segunda "clase de arte" de Rosalee estaba bien encaminada y como si la mierda de crayón derretido no fuera suficiente, esta vez Hadley había traído purpurina. No importaba que hubiera dejado un trapo en el suelo debajo de ellos. Si ponía un pie en ese extremo de la mesa durante el mes siguiente, iba a parecer un miembro platino en el club de striptease. Glitter estaba solo un paso por encima de la plaga en mi casa. Pero tenía una niña pequeña. Así que, mientras no lo usara como loción corporal para trabajar en el club de striptease antes mencionado, iba a tener que superarlo.

Sin embargo, lo que no podía superar era lo mucho que ella amaba a Hadley.

De miércoles a sábado, todo lo que había escuchado de Rosalee era Hadley, Hadley, Hadley.

Y apestaba porque mi cerebro ya estaba también atascado en Hadley.

Cómo toda la maldita habitación se iluminaba cuando sonreía.

Cómo siempre se las arreglaba para encontrar la manera de tocarme.

Y, lo que es peor: cómo me las arreglaba para encontrar una razón para dejar que lo hiciera.

Las dos últimas veces que la vi llevaba vaqueros y una camiseta. Pero no había forma de esconder ese cuerpo. No podía medir más de uno cincuenta, pero sus piernas eran largas y su trasero redondeado... no es que hubiera estado mirando o algo así. Eso habría sido una mierda a niveles épicos considerando lo que sentía por ella.

O lo que se suponía que debía sentir por ella.
Y no olvidemos lo linda que se veía con ese ridículo overol. No debería haber sido sexy.

Pero ella tampoco debería haber sido sexy en mi mente.

Aunque supongo que había una razón por la que ella y yo habíamos hecho un bebé juntos. La atracción nunca había sido nuestro problema. Todavía recuerdo haberla visto desde el otro lado del bar.

Había pasado años evitando a las pelirrojas.

Todas me recordaron a esa niña destrozada del día del tiroteo.

Con remordimiento - jjk (jungkook - BTS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora