Prólogo

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Enero 2017, Verona-Italia.

— ¿Realmente crees que todo pasa por alguna razón? —preguntó aquel desconocido. 

—Creo que el destino no es más que un millón de casualidades, que varían dependiendo de las decisiones que tomes —respondí con sinceridad.

—Entonces nosotros jodemos todo —afirmó dándole una larga calada a su cigarrillo. 

—No, aunque a veces todo este jodido siempre llegamos a un lugar mejor, de todas formas siempre es necesario lanzarse del avión —le conteste, había algo intrigante en el, algo que me ponía los vellos de puntas. 

— ¿Tú ya te lanzaste del avión, rubia? —Preguntó con curiosidad.

Me dejó sin aliento por un instante que pareció una eternidad. 

El verde de sus ojos hacía contraste con su tez trigueña, su cabello negro lucía desordenado y una barba de días se asomaba en sus mejillas, era sumamente guapo mucho más de lo que pudiese llegar a describir. 

—Creo que aún no he tenido la valentía, me he limitado a dejar que la vida se viva por mí y sin mí —respondí luego de pensarlo un rato. 

—Bueno, quizás deberías salir y lanzarte del avión, buscar las personas indicadas, porque bueno, el tiempo pasa y el tren de la vida no espera a nadie.

—Lo sé, pero no sé por dónde empezar, —pensé en voz alta— ni siquiera se tu nombre —me regaló una pequeña sonrisa.

—Me llamo Luca.

—Bueno eso fue un buen comienzo —le sonreí de vuelta— Creo que empezaré por Madrid.

—Ahora ya puedes salir a dar vueltas por el mundo, buscando tu lugar y jugando las cartas que te lance el destino. Nos veremos luego Alissa.

DULCE MADRID

06-01-18

06-01-18

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