Misión de amor

2.- "love letter"

Shizune empezó a leer detenidamente  el contenido de aquella carta, sin saber que, ese escrito le cambiaría la vida para siempre.

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Querida Shizune, se que ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, tu camino como ninja médico fue una decisión que tanto tu padre como yo  hemos respetado. Por esa parte estamos orgullosos de tí. 

El motivo por el cúal hemos decidido contactarte, es que tu abuela Matsumoto está delicada de salud, como sabrás a su edad cualquier pequeña cosa le afecta demasiado, está en sus últimos meses de vida y quiere verte.
Por favor ven a visitarnos unos días, como favor especial de tu abuela, quiere que le presentes a tu esposo, si no estás aún casada, en todo caso trae a tu novio.
Es su ultima voluntad, así que por favor presentate, te estaremos esperando con los brazos abiertos.

Con cariño:

Mamá y papá.

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—¡Qué significa esto! ¿ mis padres quieren que lleve a un esposo? ¡no... no puede ser! ¿ qué haré tonton?. Estoy frita. ¿Por qué? ¿por qué? Justo ahora que estoy empezando a trabajar arduamente, me salen con esto, no sé que hacer... ¿ que lé diré a Tsunade sama sobre esto?

Tontón se acercó a donde su ama en señal de consuelo, le daba pena ver a shizune en tan comprometedora situación. Se sentó sobre sus rodillas y lamió sus manos.

—oink... oink... fue lo único que pudo decir. 

Ante tal noticia, aquellas copas de más se habían ido de su cabeza. Ahora tiene un nuevo problema por enfrentar. BUSCARSE UN ESPOSO. De donde iba a conseguir uno, todo su vida paso a lado de la hokage que ni siquiera tuvo tiempo de salir con un hombre. Vaya situación. La joven mujer único que pudo hacer en esos momentos, fue recostarse en su cama y ver al techo, pensó para sí misma y dijo:

"un esposo, de donde voy a sacar un esposo"
gritaba desesperada en su recámara.

Y no es para menos su reacción. La vida del shinobi era por y para la aldea, a duras penas  muy pocos ninjas tenían la suerte de encontrar el amor o a su media "naranja" pero en el caso de la Kunoichi esto no era posible. Casi  toda su pre- adolescencia y adultez la ha pasado a lado de su maestra, jamás tuvo el tiempo ni la modestia de conocer chicos, peor aún tener una cita.

El buscar un novio o peor aún marido, era practicamente ¡una misión imposible!.

Se dio vueltas y vueltas en la cama tratando de asimilar la situación pero todo su intento fue en vano, cansada mentalmente de todo este maldito problema, logró consciliar apenas el sueño.

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A la mañana siguiente, con su cuerpo pesado y ojeras marcadas debajo de sus ojos, tomó a su cerdito y fue directo a la Torre Hokague. Ni tiempo ni ganas tuvo de servirse un desayuno, para colmo ya estaba llegando tarde a su trabajo.

Necesitaba un consejo, una ayuda o algo para resolver este problema, sin pensarlo más,  llevó la carta consigo misma para que la hokage la ayude.

Una vez ahí, pudo observar como Tsunade tenía cara de pocos amigos,  estaba enojada revisando el resto del maldito papeleo.

—Shizune, ¿porqué llegas tarde? ¡Qué son estás horas de llegar! Gritó la rubia.