The Bad Things; C.R.O

20

Dolores

Me desperté re enérgica por así decirlo, así que decidí levantarme, directo al parlante y poner música no cualquier música, tenia a mano un cd de Sebastián, conocido como El Monstruo Cordobés. 

si, para no olvidarme de mi sangre cordobesa, al rato, Tomas se despierta y se prende al baile. 

si, eso hace el cuarteto, te hace olvidar de todo 

- que linda sos Lola -sonríe, y esa sonrisa se borra cuando se escucha el timbre, odiaba las interrupciones. 

me hace una seña de que me quede, cuestión que le hice caso.

Tomás 

-Qué haces vos acá? -Lo miro.

-Vengo a terminar el laburo -habló el rubio.

-¿Quien carajo pagó tu fianza? -Lo miro y le saco el seguro al revólver.

-Lula -sonrió- dejame ver como...

No le dejé terminar que le pegué un tiro en la rodilla y como cayó aproveché para tenerlo del cuello

-Yo no te voy a dejar ver a nadie... ¿Sabés a quien vas a ver? A tu abuelo en el infierno -dije y posicioné el revólver en su boca.

-NO! -Escuché que gritó una mina, era Lucrecia- No lo mates, Tomás...

No le di bola y jalé el gatillo

Una vez que vi que murió él, antes de que ella salga a correr la agarré del cuello contra la pared.

-Se suponía que no tenías que pagar la fianza flaca, eso no era lo que habíamos arreglado... ¿No te importa como la dejó a tu amiga? ¿NO TE IMPORTA TU AMIGA DEL ALMA? ¿EN SERIO VAS A DEFENDER A UN HIJO DE PUTA COMO TU NOVIO? UNA PUTA,ESO ES LO QUE SOS,FLACA DE MIERDA -grité enojado.

-Soltame -dijo casi sin aire- perdón... Pero... Yo amo... A mí novio.

La agarré del pelo y la arrastré hasta al final de las escaleras dónde me esperaba Lito con la cana, y se la llevaron, y obviamente se llevaron el cuerpo del pelotudo ese.

-No te quiero ver nunca más la cara, gila -dije enojado, subí y me deshice del cuerpo de Joaquín y volví con Dolores, la cual me miraba preocupada.

-¿Qué pasó? ¿Quien era? -Me miró.

-Era Joaquín... Y Lucrecia...

-¿Qué? -Dijo y sus lágrimas estaban por salir de sus ojos.

-La flaca pagó la fianza... No me hizo caso... Y vino el flaco a verte... Pero lo maté -dije y la abracé- ese mogólico y ni la flaca van a joder...

-¿Mataste también a Lucrecia? -Me miró y negué.

-Se la llevaron -dije mientras acariciaba su pelo suave.