Matthew Collingwood está justo frente a mí, agarrado de la mano de una chica bastante guapa.
—El equipaje está en el auto —anuncia, confundiéndome con algún empleado de la casa.
Abro la boca para decir algo, pero no me da tiempo porque ya están entrando a la casa sin siquiera mirar en mi dirección.
Cierro la puerta desconcertada por lo que acaba de pasar.
— ¡¿Quien es, Sam?! —grita Cassie desde el salón.
No le respondo porque su hermano y la chica que lleva de la mano, entran al salón y escucho el pequeño grito que sale de la boca de Cassie al ver a su hermano.
— ¡Matt, ya estás aquí!
Entro al salón justo para ver como se lanza a los brazos de su hermano que ya había soltado la mano de la chica. Él la recibe con los brazos abiertos y la abraza fuerte contra su pecho. El cuerpo de Cassandra tiembla dándome a entender que está llorando de alegría por volver a ver a su hermano.
—Hola, Cass —escucho la voz ronca y profunda del hermano de Cassandra.
Su voz me produce un escalofrío por todo el cuerpo, pero lo ignoro y me acerco un poco más a ellos.
—Pensé que llegabas más tarde —murmura Cassie, separándose de su hermano mientras seca las lágrimas que mojan sus mejillas.
—Nuestro vuelo se adelantó, por eso llegamos antes —explica. Cassie parece darse cuenta de la presencia de la chica que vino con su hermano y él sigue la mirada de ella. Estira la mano hacia la chica y ella se acerca a los hermanos con una sonrisa que se me hace bastante falsa—. Ella es Olivia, mi prometida.
Cassie empalidece de inmediato y su rostro se vuelve un poema. No se imaginaba con que su hermano llegaría con una prometida, ya que no tenía idea de que tuviese al menos una novia.
Las cejas de Cassandra se elevan y logro ver por la expresión de su rostro, que está bastante sorprendida.
— ¿Tu prometida? —pregunta incrédula— ¿Por qué no sabíamos que estabas comprometido? —le reprocha con la mirada.
—Quería darles la sorpresa en persona y no por una llamada al otro lado del mundo —su hermano responde con un tono bastante desinteresado.
La mirada de Cassie va hacia la chica que lleva por nombre Olivia. Sonríe, pero sin mostrar los dientes, no muy contenta con la noticia que acaba de recibir.
—Hola, soy Cassandra.
—Lo sé —la chica suelta una pequeña risa, haciendo que mis pensamientos de antes, de la sonrisa falsa, se reafirmen y permanezcan ahí—. Hola.
— ¿Y tú qué haces ahí? —mi mirada va hacia Matthew, el hermano de Cassandra—¿No te han dicho que escuchar las conversaciones de las personas es de mala educación? —miro hacia atrás para ver a quien se lo está diciendo, pero al no encontrar a nadie, me doy cuenta de que se dirige a mí— ¿Desde cuándo la servidumbre viste así en casa? —vuelve a hablar y esta vez se dirige a Cassie.
La irritación y la incredulidad se apoderan de mí a la velocidad en la que tarda en encenderse un bombillo luego de pulsar el interruptor.
Mis ojos miran la vestimenta que llevo puesta; visto una camiseta blanca que dice en letras negras «fuck you», un pantalón de mezclilla un poco holgado y unos deportivos blancos. Pienso que no voy mal vestida así que no entiendo el porqué de su comentario. Que no vista como su prometida no quiere decir que esté mal vestida.
Abro la boca para decirle algo verdaderamente grosero porque me saca de mis casillas que me hable de esa forma y diga algo así de grosero, pero Cassandra se me adelanta. Ella realmente me conoce y sabe que no diría nada agradable a los oídos de su hermanito.
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...