Me volteo hacia donde escuché venir la voz y me encuentro con Matthew. Ya sabía que me lo encontraría porque su voz puedo reconocerla donde sea que vaya.
—No tienes ningún derecho a traerlo a nuestro lugar —escupe verdaderamente molesto. La expresión en su rostro es dura y puedo notar que su cuerpo está tenso.
También noto como el cuerpo de Jake se tensa al escuchar esas palabras salir de la boca de Matthew.
— ¿Su lugar? —pregunta Jake en mi dirección, al mismo tiempo que logro sentir su mirada fija en el perfil de mi rostro.
—Puedo traer a quien yo quiera, esto legalmente no es tuyo —le respondo cortante a Matthew, mirándolo con los ojos entrecerrados e ignorando la pregunta de Jake.
—No, no lo es, pero lo bautizamos como nuestro y solo debería quedarse así —dice, y puedo sentir como su voz y la expresión en su rostro se suavizan un poco al decir eso.
—Yo no lo traje —explico, y no sé porqué lo hago, después de todo no tengo porque darle explicaciones, él y yo no somos nada y ésta playa no es realmente nuestra, pero aún así, le explico—, Jake descubrió éste lugar y me trajo sin saber que ya lo conozco a la perfección.
Hablo como si Jake no estuviese justo a mi lado escuchando como le explico a Matthew de como realmente son las cosas, y justo en ese momento es que me doy cuenta que por más que yo intente darle una oportunidad a Jake, es imposible que Matt salga de mi mente y mi corazón, y eso me frustra porque no debería ser así. No debería sentirme de esa forma, Matthew va a casarse y yo ya no soy parte de su vida.
— ¿Desde cuando conoces éste lugar? —escucho a Jake hablar y me volteo hacia él para mirarlo. Tiene el ceño fruncido y me mira expectante.
—Lo conozco desde hace meses y he venido un montón de veces...
—Sí, ha venido conmigo —me interrumpe Matthew— y hemos hecho el amor en ésta playa tantas veces, que ni te imaginas —dice con una sonrisa satisfecha y victoriosa.
—Eso era innecesario, Matthew —inquiero molesta.
—El otro día le dijiste a Olivia que hacía dos semanas que habíamos hecho el amor —suelta dejándome perpleja; primero, porque lo haya dicho aquí y frente a Jake, y segundo, porque ella le contó sobre lo que hablamos—, ¿por qué no decirle a tu noviecito que lo hemos hecho aquí? Es normal que una pareja haga el amor donde se le antoje.
— ¡Cállate! —exclamo molesta. Jake no tenía porqué enterarse de eso y menos de esa forma. Me volteo hacia jake y me lo encuentro mirándome dolido— Jake...
— ¿Es verdad lo que dice? —me interrumpe.
— ¿Qué? —musito casi en un susurro.
— ¿Ya estábamos juntos cuando te acostaste con él?
—Lo siento, Jake —bajo la mirada al suelo por la vergüenza que empiezo a sentir—. No tenías porque enterarte así —musito.
— ¿Ibas a decírmelo siquiera?
Niego con la cabeza.
— ¿Para qué decirte algo que sé que te iba a doler y que fue un error?
— ¿Para ti fue un error haber gritado mi nombre esa noche? —inquiere Matthew dolido, pero sé que sólo dice eso para seguir metiendo el dedo en la herida de Jake.
Y sin que siquiera me dé cuenta, porque pasa de un segundo a otro, Jake se tira encima de Matthew y le estampa un puñetazo en la cara, haciendo que él no se quede con esa y se lo devuelva, provocando que ambos empiecen a dar puñetazos al otro a diestra y siniestra. Empiezo a decirles que paren, pero ninguno me hace caso y siguen dándose puñetazos, provocando que ambos caigan sobre la arena. Por un momento Jake está sobre Matt, pero solo por un momento porque pasa a ser al revés.
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...