Capítulo 19

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—Pero, ¿en serio hizo eso? —pregunta incrédula Cassandra, levantándose de la tumbona en la que estamos acostadas.

Matthew y yo volvimos ayer por la noche de Nueva York y justo ahora estoy en casa de los Collingwood pasando el rato con Cassandra. Acabo de contarle la llamada que recibió Matthew de Olivia y lo que escuché que él le dijo.

Asiento.

—No sabes lo que me molestó.

—Pero me lo imagino. Yo también me hubiese molestado, no es para menos.

—Le dije que si en dos meses no rompía el compromiso con ella, lo nuestro terminaba.

—Y te apoyo porque a pesar de que sea mi hermano, no es justo que juegue contigo —suelta un suspiro—. No creo que ahora juegue contigo porque le sale hasta por los poros lo tanto que le gustas pero si para ese entonces no ha terminado con ella, es justo que termines la relación porque no puedes estar con alguien que realmente no te da tu lugar...

De repente se queda calla con la mirada puesta en dirección a la casa.

— ¿Qué pas...

Y lo que digo se queda en el aire porque aparece en mi campo de visión la figura de Matthew. Ya entiendo porque se quedó callada, no queremos que él se entere de que ella sabe sobre lo nuestro porque estamos esperando a que él se lo diga a su familia.

—Hola —saluda sentándose junto a Cassie.

Me siento un poco desilusionada al ver que no se sentó junto a mí, era más que obvio que no lo haría pero igual no evita que la desilusión me llene.

—Hola —respondemos ambas al mismo tiempo.

— ¿Quieren ir a cenar hoy? —pregunta pero su mirada está puesta en mí como esperando a mi respuesta.

—No puedo —respondo sin más.

— ¿Por qué? —su ceño se frunce confundido.

—Debo ir a trabajar.

— ¿No puedes faltar hoy?

—No puedo simplemente faltar al trabajo por una cena —respondo más cortante de lo que quería sonar. Miro a Cassandra y veo como nos observa divertida. Me siento un poco avergonzada porque tenga que presenciar una posible pequeña discusión, así que me pongo de pie para no seguir con el tema—. Voy por agua.

Camino en dirección a la casa y entro por la puerta que da justo en la cocina. Justo cuando estoy sacando la jarra de agua del refrigerador aparece Matthew en la cocina.

— ¿Estás molesta conmigo? —pregunta, y puedo notar que está entre confundido y preocupado.

—No, solo que me parece una tontería que preguntes eso. No puedo faltar al trabajo por ir a cenar un día cualquiera —murmuro antes de darle un trago al vaso donde acabo de servir el agua.

—Lo siento, no estoy acostumbrado a esto —musita acercándose a mí.

— ¿A qué? —dejó el vaso sobre la encimera—, ¿a estar con una chica sin dinero que tiene que ir a trabajar para ganarse la vida? —pregunto bruscamente, y la expresión de su rostro se vuelve sorprendida.

—Sí pero eso no me importa, Sam —se apresura a decir mientras se acerca rápidamente a mí quedando justo en frente—. No te voy a mentir, estoy acostumbrado a salir con chicas cada vez que quiera porque... —vacila pero al final decide decirlo—, porque tienen dinero y no tienen otra cosa que hacer mas que salir porque sus papás les dan todo, pero lo que me gusta de ti es eso...

Surgir (libro I) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora