Matthew vuelve a entrar a la casa antes de que Cassandra vuelva conmigo.
— ¿Matt estuvo aquí? —pregunta al llegar del baño.
—Sí. Estaba enojada con él y vino a hablar sobre eso —explico.
Se sienta en la tumbona en la que estaba antes.
— ¿Por qué estabas molesta?
—Por lo que te conté antes. No le ha contado a tus padres que romperá el compromiso y porque todavía no lo hace —explico.
—Ten un poco de paciencia, ya les contará y también pronto romperá ese absurdo compromiso —la veo rodar los ojos— y estará contigo mejor que nunca.
Suelto un suspiro.
—Eso intento pero sabes que la paciencia y yo no somos amigas.
Al rato Grace nos avisa que la cena está lista, así que entramos a la casa para cenar.
—Matthew, necesito que el próximo fin de semana viajes a Nueva York —habla Leonard mientras estamos sentados en el comedor de la casa cenando—. Hay unas cosas que tienes que hacer allá pero a hablaremos mejor después de la cena para no aburrir a éstas hermosas damas con los negocios —sonríe.
Miro a Matthew pensando en que va a irse y no sé por cuanto tiempo, no sé si serán solo unos días pero ya con solo pensar eso, me siento desganada porque no quiero alejarme de él por mucho tiempo.
Empiezo a asustarme por la fuerte dependencia que estoy creando. No quiero depender emocionalmente de él, ni sentirme así por pensar en no verlo así sea por unos días.
—Sí, es mejor. No quiero que se hable de negocios en la cena —inquiere Grace.
Continuamos hablando de cosas que no tienen que ver con la empresa. De vez en cuando mis ojos se van hacia Matthew y en cada una de ellas me encuentro con su mirada puesta en mí, cosa que me hace sentir un montón de mariposas revoloteando en mi estómago. Parezco una adolescente sintiéndome de ésta forma pero creo que para sentir cosas bonitas no hay edad, simplemente sucede cuando te gusta alguien.
«O quieres» escucho decir a mi subconsciente.
No puedo quererlo, es muy pronto para eso. Al instante viene a mi mente lo que me dijo Cassandra «para el amor no hay tiempo» y puede ser pero no quiero quererlo todavía, no sé si realmente haga lo que dice y va a separarse de Olivia, por eso no quiero quererlo todavía, no sin que él la deje primero.
«Tú no decides cuando vas a quererlo, simplemente sucede y ya» sacudo la cabeza para quitar esos pensamientos de mi mente y centrarme en lo que hablan en la cena.
Después de comer, me ofrezco a lavar los platos con Grace y ella acepta sin muchas ganas. No le gusta que haga nada en la casa, solo quiere que esté ahí con ellos sin tener que hacer algún oficio y no me parece justo porque puedo ayudar en lo que sea pero a ella no le gusta porque dice que no quiere aprovecharse de mí, sí claro, en todo caso lo estaría haciendo yo con ellos pero ellos no lo ven así, así que ella no tendría porqué pensar que se aprovechan de mí, es una tontería.
—Sam, ¿te gusta alguien? —pregunta Grace, y me echa una mirada rápido antes de continuar secando los platos que yo estoy lavando.
Su pregunta me deja desconcertada porque nunca me había hecho esa pregunta y que justo ahora cuando siento algo por su hijo me lo pregunte, me desconcierta. No creo que sepa algo, hemos sido cuidadosos.
— ¿A qué viene la pregunta, Grace? —me obligo a sonar divertida para que no pueda notar lo desconcertada que me dejó su pregunta.
—Es que te veo como cuando he visto a Cassandra enamorada de algún chico.
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...