Capítulo 14

3K 130 2
                                    

Me tiro a sus brazos temblando por culpa de las pesadillas. Es primera vez que abrazo a alguien después de haber tenido una y puedo decir que se siente muy bien hacerlo.

Me tiene sujetada por la cintura con una mano y siento como la otra sube y baja por mi espalda en una caricia tranquilizadora. Susurra palabras dulces en mi oído ayudando a que mi cuerpo deje de temblar poco a poco y mis sollozos se calmen con el pasar del tiempo.

Ya cuando estoy más tranquila es que me doy cuenta de lo que acaba de suceder. Sin poder evitarlo me quedé dormida y acabo de tener una pesadilla, la cual Matthew se dio cuenta por como debía estar mientras estaba sumergida en ella. La preocupación y la vergüenza entran a mi sistema. Lentamente me separo de él pero sin irme muy lejos.

—Lo siento —susurro avergonzada con la voz ronca por el llanto.

—No pasa nada, preciosa —murmura, colocándome un mechón de cabello detrás de la oreja—. ¿Quieres contarme qué soñabas?

Sabía que haría esa pregunta. Sabía que quien me viera teniendo las pesadillas, preguntaría y no creo estar nunca lista para contar.

—No puedo...

— ¿Por qué no? —pregunta desconcertada—. Es una simple pesadilla, Sam. Todos las tenemos.

—Ésta no es una simple pesadilla, Matthew —suelto, y al instante me arrepiento de haber dicho eso. No quiero seguir alimentando esa curiosidad y que así siga haciendo preguntas.

— ¿Como así? —puedo ver la confusión en su expresión—. ¿No es la primera vez que tienes ésta pesadilla?

«Si supieras que tengo cuatro años con ellas torturándome cada noche»

—No.

— ¿Cuantas veces has tenido éstas pesadillas?

—Matthew, no estoy lista para hablar de esto ahora pero cuando lo esté, te lo contaré.

Otra mentira más que sale de mi boca. No creo estar nunca preparada para contar lo que me pasó y que hace que tenga pesadillas cada noche de mi vida.

Me mira preocupado pero a la misma vez sin entender nada. Sé que no entiende porqué no quiero contarle pero respeta que no lo haga porque simplemente se queda ahí abrazándome durante el resto de la noche. Después de un rato de estar abrazados en la orilla de la cama, nos acostamos en ella sin dejar de abrazarnos. En algún momento de la noche siento como su cuerpo se relaja y se queda dormido.

Logro dormir un poco más cuando veo salir el sol por la ventana de la habitación.

Siento como alguien se mueve y suelto una queja por estar interrumpiendo mi sueño. Intento no despertarme del todo pero no lo logro y termino saliendo del sueño profundo en el que estaba sumergida.

Abro los ojos y me encuentro el rostro de Matthew en primer plano. Me mira con una pequeña sonrisa haciendo que inconsciente mi corazón se acelere emocionado.

—Buenos días —susurra con la voz ronca por haberse despertado hace unos minutos.

—Buenos días.

— ¿Como dormiste?

—Muy bien para mi sorpresa.

La sonrisa que tenía en el rostro desaparece siendo reenplazada por una mueca preocupada.

— ¿No sueles dormir bien por las pesadillas?

—No quiero hablar de ello, Matt.

—No estamos hablando de eso, puedes responder con un sí o un no y listo. No tienes que decir nada más.

Surgir (libro I) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora