Matthew.
Desde el momento en que la conocí, supe que ella cambiaría la vida que llevaba en Escocia. Supe que habría un antes y un después en mi vida porque algo dentro de mí me lo decía, y no me equivoqué.
Había algo en ella que hacía que no pudiese despegar mis ojos y mi atención de ella. Recuerdo las peleas estúpidas e innecesarias que tuvimos y todo por la actitud de mierda que tenía en ese momento, pero ella, ella fue la que hizo que todo eso cambiara. Que cambiara lo arrogante que era y lo superior que me creía. Ella hizo que volviese a ser el mismo de antes, pero aún mejor, siendo la mejor versión de mi mismo.
Justo en ese momento, en el que mis labios probaron los suyos, supe que ya había perdido cualquier tipo de control, ahora era ella la que mandaba sobre mí sin realmente saberlo, porque yo no tenía la intención de decirle y que lo supiera. Por eso después de ese primer beso intenté actuar como si nada hubiese sucedido, como si hubiese actuado así por culpa del alcohol en mi cuerpo, pero fue imposible para mí actuar de esa forma durante mucho tiempo porque ella no salía de mi mente, ella no dejaba que pudiese pensar en otra cosa que no fuese ella y siendo sincero no me molestaba pensarla. No me molestaba recordar el sabor de sus labios y la suavidad en ellos al besar los míos. Así que no pude controlar el impulso de volver a besarla y desde ese momento, cualquier oportunidad para evitar lo inevitable, se esfumó. Caí en la tentación de amarla y no me arrepiento de eso, porque ella ha sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.
Desde el momento en el que Samantha y yo dejamos lo nuestro, he sentido como mi mundo se viene abajo. Siento que ya no soy el mismo porque ya no tengo esa parte de mí que ella hacía que saliera, pero tampoco he vuelto a ser esa persona que era antes de conocerla porque si hay algo que ella me enseñó, es que siendo arrogante, ególatra y creerte superior a los demás, no llegas a ningún lado.
Hoy es su graduación junto a la de Cassandra e iré a ver como cumple uno de sus sueños. No podía no ir y perderme ese momento. Aunque Cassandra no estuviese graduándose, aún así hubiese ido a ver como logra su sueño.
—No vas a ir a ningún lado —escucho la voz firme de Olivia venir desde la puerta de nuestra habitación en casa de mis padres. Habitación en la que yo duermo en el sofá con tal de no dormir junto a ella—. No vas a ir a ver como se gradua esa —dice seria y firme.
—Sí voy a ir y no vas a evitarlo —respondo con un tono de voz neutro, mientras me hago el nudo de la corbata frente al espejo.
—Si vas, ya sabes lo que pasará —amenaza.
Nunca entendí porqué a Cass le caía mal Olivia y mucho menos porqué Sam decía que ella era una completa zorra, me parecía tonto que pensaran así sobre ella cuando no la conocían como yo, pero hasta hace solo dos meses, desde en el momento en el que Olivia volvió, fue que entendí porqué lo decían. Ese día, justo en la puerta de ésta casa, decidí romper el compromiso de una vez por todas y dejar de darle rodeos al asunto. Ya no quería ver mal a Samantha cada vez que hablábamos sobre mi compromiso con Olivia, simplemente quería verla feliz. Quería hacerla feliz.
Pero cuando le dije a Olivia lo que pretendía hacer, dejó ver su verdadera cara frente a mí y me amenazó, haciendo que todos mis planes con Samantha se esfumaran, provocando que cualquier ilusión se fuese a la mierda y que cualquier pensamiento bueno que tuviese sobre ella se fuese también a la mierda.
No podía creer que llegara hasta ese punto para evitar que rompiera con el compromiso. No podía creer que hiciera eso para retener a su lado a una persona que no la ama.
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...