Capítulo 23

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—Hoy hablé con mis abogados para que me aconsejaran qué hacer para meter preso al bastardo del esposo de tu tía —comenta Matthew, mientras meto un bocado de comida en mi boca haciendo que casi me ahogue. Bebo un trago de agua para que se me pase.

— ¿Tan rápido? —pregunto cuando me recupero.

— ¿Para qué esperar más tiempo? —estira su mano sobre la mesa para coger la mía—. No quiero que se acerque a ti y te vuelva a hacer daño.

—No creo que se acerque a mí.

—No me quiero arriesgar, así que empecé con eso sin perder mucho tiempo. Quiero ver a ese bastardo tras las rejas lo más pronto posible —suelta serio.

—Quiero que me informes lo que hagas, quiero estar al tanto.

—Lo estarás, por eso te he contado esto, amor.

—Gracias por hacer eso por mí, Matt —aprieto el agarre de nuestras manos.

—No tienes que agradecer nada, lo hago porque te quiero y no quiero que te suceda nada malo —se levanta un poco de su silla inclinándose hacia mí para dejar un beso en mis labios—. Además que debe pagar por lo que ya te hizo —dice volviendo a sentarse bien en la silla.

~*~

— ¿Como les va viviendo juntos? —pregunta Cass, antes de meter un trozo de pastel a su boca.

Estamos en el apartamento de Matthew, bueno, en nuestro apartamento, comiendo pastel que trajo Cassandra. A Matthew no le gusta que diga que es su apartamento cuando ambos vivimos en él pero no me siento cómoda diciendo que es mío también cuando realmente no lo es.

—Cass, apenas llevamos una semana viviendo juntos —murmuro divertida.

—Sí, pero les puede ir mal en tan solo una semana —apunta.

—Es verdad, tienes razón pero no es nuestro caso, estamos muy bien.

Hemos tenido más tiempo para nosotros porque al vivir juntos, nos vemos mucho más. Tratamos de almorzar juntos cada vez que podemos porque cenar juntos es casi imposible por mi trabajo.

Mis pesadillas han ido desapareciendo gracias a dormir acompañada de Matthew, suena loco, pero es cierto. Desde hace una semana que vivo con Matthew las pesadillas casi no existen y creo que es porque me siento segura y protegida a su lado. Siento que su presencia trae luz a mis noches oscuras. Dormir junto a él es lo mejor de todo; sentir como me pega a su cuerpo abrazándome durante toda la noche, sentir su respiración chocar con mi nuca y escucharla es muy relajante, sus caricias al despertar cada mañana y esos besos de buenos días que nos dedicamos a diario.

Sí, llevamos una semana viviendo juntos pero pareciera que fuese más tiempo. Nos hemos acoplado muy bien el uno al otro.

Ya no vivo tan cerca del trabajo, así que Matthew va por mí cada noche al trabajo para que no tenga que devolverme sola a casa. Es irónico porque antes lo hacía pero él dice que no es lo mismo, que ahora no vivo tan cerca.

Jake ya sabe que estoy en una relación con Matthew. Ha estado muy distante conmigo y lo entiendo perfectamente porque yo no podría estar cerca de la persona que amo viendo como es feliz con otra persona, me dolería demasiado y no podría soportarlo. Espero que se le pase pronto ese enamoramiento —aunque lo veo casi imposible porque si en todo éste tiempo no se le ha pasado, no creo que suceda pronto— porque quiero volver a estar bien con él y contar con su amistad como antes.

Cassandra después de acabar su pastel y estar un rato más conmigo en casa, se va diciendo que va a salir con un chico; ya no está saliendo con el profesor, dice que veía cosas raras en él como si el tipo fuese gay. Él nunca le dijo nada a ella sobre eso pero tenía gestos y actitudes que a Cassie no le gustaron.

Surgir (libro I) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora