Me voy con Cassandra en su auto y Matthew se va en el suyo. Seguimos su auto hasta llegar a un restaurante normal, no como a los que ellos suelen ir; lujosos y costosos. Y me sorprende que no vayamos a uno a los que suelen ir. Sinceramente nunca había imaginado a Matthew comiendo en un restaurante así, a Cassandra sí porque ya lo ha hecho conmigo.
— ¿Matthew come en lugares así? —le pregunto a Cassandra antes de bajarnos del auto.
— ¿Así como? —me mira confundida.
—Normal. Nada lujoso ni costoso —explico.
Cambia la expresión confundida por una divertida mientras bajamos del auto y antes de cerrar las puertas, responde.
—Antes de que Matthew se fuese a Escocia, solíamos venir a lugares así. No siempre hemos ido a lugares lujosos, Sam.
—De ti eso lo sé pero en él no lo imaginaba. No se ve como un chico que venga a lugares como éste —digo, llegando a su lado luego de cerrar la puerta.
—Sam, hay muchas cosas que no sabes de Matt, solo conoces lo poco que has visto de él pero Matt tiene buen corazón. Él realmente no es ese chico que llegó de Escocia, eso es solo una fachada suya.
No sé porque tengo la impresión de que es cierto lo que dice, que Matthew no es tan arrogante y egocéntrico como aparenta ser pero, ¿por qué aparenta ser una persona que no es? No lo sé y no sé si quiero saberlo o no.
Matthew no tarda en llegar junto a nosotras para que así entremos todos juntos al restaurante, así que Cassandra no recibe una respuesta de mí parte.
Nos sentamos en una mesa cualquiera y me fijo en las dos personas que están conmigo en la mesa y se me hace tan extraño verlos vestidos muy bien para como va la gente vestida en éste lugar. Es como si no encajaran aquí pero ellos están tan tranquilos y a gusto, que ni siquiera lo notan o simplemente ignoran ese hecho.
Siento una sensación cálida estando junto a ellos aquí. No siento tensión alguna por el hecho de estar cerca de Matthew y me parece un poco extraño porque creo que es la primera vez que se siente así el ambiente estando cerca de Matthew.
Ordenamos la comida y charlamos de lo más normal los tres mientras esperamos por ella. Noto alguna que otra mirada de Matthew sobre mí y no sé como sentirme al respecto pero desde luego que no me incomoda, creo que... me gusta.
«No, no me gusta» pienso intentando sacar eso de mi mente.
«Sabes muy bien que si te gusta» sale a la luz mi subconsciente, traicionándome.
No quiero que su mirada sobre mí me guste, ni que lo hagan sus besos. No quiero desear repetir lo del otro día pero estar cerca de él hace que sea inevitable no querer volver a besarlo.
Intento ignorar ese deseo que crece a paso agigantado dentro de mí y me sumerjo en la conversación con ellos para así no seguir dándole pie a mis pensamientos.
Antes del postre, Cassandra se levanta de su silla para ir al baño, dejándonos a Matthew y a mí solos en la mesa.
—Nunca habría imaginado verte en un lugar así —comento después de que Cassandra desaparezca.
— ¿Por qué no? —pregunta curioso, apoyando los codos en la mesa en un gesto que se me hace que le interesa saber la respuesta.
—Eres el típico hombre con dinero que denota arrogancia y que el egocentrismo le sale por los poros —explico. Noto algo extraño en su mirada, como si estuviese sorprendido y un poco dolido por mi respuesta—. Así que verte en un lugar como éste, no entraba en mi imaginación.
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...