— ¡Que mala!, ¡no merecía ese final! —me quejo, separándome de Matthew.
Estamos acostados en el sofá que tengo en el pequeño apartamento en el que vivo, viendo una película.
Ya ha pasado un mes desde que empezamos ésta clase de relación que tenemos y la verdad es que nos ha ido muy bien. Hemos logrado mantenerlo en secreto más que todo por sus padres pero por Cassandra también, aunque siento que ella sabe algo o al menos lo sospecha porque cada vez que estamos juntos en casa de ellos, nos mira extraño pero al mismo tiempo con cierta emoción.
—Yo creo que sí merece ese final, no todo es amor y rosas, Sam —murmura divertido.
— ¡Sé que no pero después de esperar tanto tiempo para estar juntos, viene un auto y lo atropella a él, haciendo que muera! —bufo— ¡Es mala!
—Eso es realismo porque te da a entender que venimos a éste mundo para morir y que puede suceder en cualquier momento.
—Igual me niego a aceptar que es buena, ¡es una película! —exclamo decepcionada—, podían sencillamente no poner ese final y hacer uno más lindo.
Se ríe.
—Sam, si quieres ver un final feliz, puedes ver otra película.
—No es lo mismo porque yo quería el final feliz para ellos —lloriqueo quejándome.
—Ya deja eso y vuelve a aquí —abre los brazos.
De verdad que nunca imaginé que Matthew fuese romántico y cariñoso. ¡Es muy romántico!. En el mes que llevamos juntos ha hecho cosas románticas como preparar una cena en la playa —a la que ya se nos ha hecho costumbre ir juntos— bajo las estrellas y con velas a nuestro alrededor. No sé como consiguió que todo estuviese ahí y listo para la cena pero me encantó, fue muy lindo. Es un romántico empedernido y eso me encanta porque amo todo lo que sea romántico.
Me acuesto de nuevo entre sus brazos pero ésta vez hundo mi cara en su cuello dejando un pequeño beso ahí antes de abrazarlo fuerte. Me siento muy bien a su lado. Me siento protegida aunque no haya nada de qué protegerme.
Matthew no ha vuelto a sacar el tema de mis pesadillas y lo agradezco porque no sé qué le diría la próxima vez, no estoy preparada para contarle.
— ¿Cuando vuelve Olivia? —pregunto.
No ha vuelto a decirme nada más de ella y no sé cuando va a volver para que así él pueda romper el compromiso. A veces me siento un poco incómoda porque a mi mente llega ella recordándome que sigue siendo la prometida de Matthew.
—Todavía no lo sé, no me ha dicho cuando vuelve.
— ¿No puedes romper el compromiso por teléfono? —levanto la cabeza para poder mirarlo.
—Sería horrible que hiciera algo así, Sam —murmura, colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja—. Romper un compromiso no es lo mismo que romper una relación pero te aseguro que lo romperé cuando vuelva, ya te lo he dicho.
— ¿Ya hablaste con tus padres respecto a ese tema?
—Todavía no pero planeo hacerlo pronto.
Me levanto bruscamente del sofá molesta.
— ¡No entiendo porqué esperar para contarle a tus padres! —exclamo exasperada— ¡No creo que sea necesario que esperes más tiempo para hacerlo!
—Sam, voy a hacerlo —deja la comodidad del sofá en el que estaba acostado y se levanta acercándose a mí— pero, ¿qué ciencia tiene que les diga a ellos si todavía no sé cuando voy a romper el compromiso?
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Surgir (libro I) ✔️
RomanceTener a Samantha y a Matthew en la misma habitación significaría una colisión de insultos y emociones. Los dos se llevan al límite con sus discusiones, nadie pensaría que de esa relación podría surgir algo más que odio... ¿o sí? *** La mayor parte d...