Capitulo 3

118 8 0
                                    

— ¡Hey _______(tn)!— me saludo Bully, mi ex novio. Bully y yo éramos los mejores amigos junto con Juana. Pero una tarde el creyó que la relación entre nosotros dos podía ir a más. Y lo acepté, me llevaba muy bien con él, pero nos comenzamos a distanciar y quedamos que mejor sería volver a ser los buenos amigos que éramos.
Un mes después comenzó a salir con Caeli. 
—Mi amor ya te dije que no me gusta que le hables a esta— le susurro en el oído ni digámoslo así ‘Peor enemiga’ fue un susurro hecho intencionalmente para que lo escuchara.
—Tú mejor que nadie se sabe mi nombre— le dije fulminándola con la mirada —Así que vuélveme a decir ‘Esta’ y veras como— me puse de pie pero Caeli me volvió a sentar.
—Creo que será mejor que nos vallamos — le dijo Bully a Caeli.
—Es lo mismo que yo pienso— me miró burlonamente y se fueron tomados de la mano.
—Tienes que tranquilizarte— me dijo Juana.
— ¡Es que Juana me pone mal verla!— le dije aún asqueada —Además tu mejor que nadie sabes que ella solo está con él porque piensa que me lastima— ambas reímos, ya que ya habíamos intentado decírselo a Bully mas éste nunca nos creía y prefirió seguir con su ‘Barbie’.
Bully es muy atractivo, morocho, ojos marrones, sonrisa encantadora y con unos sentimientos hermosos pero que la bruja de su novia ha ido haciendo todo lo posible por desaparecerlos, así que sólo nos saluda de vez en cuando.

Entramos a las últimas clases, se pasaron rápido, entre algunos regaños para que guardara silencio y risas junto con los del salón. Digamos que soy ‘algo’ sociable. Y hablo con todo el salón, Solo en clase de Biología, con la única que no hablo es con la señorita ''soylamáshermosadelmundo''.

— ¡Es que no entiendo cómo puede estar con ella!— me dijo Juana cuando llegamos a su casa .
—Lo sé es tan… tan ¡Hueca!— reímos y ambas bajamos del auto. 
— ¿Hey y tú a donde vas?— me dijo cuando vio que le puse alarma al auto.
—Es que no tengo ganas de ir a mi casa— le dije con cara de suplica. 
— ¿Que no tienes ganas de ir a ver por atrás a tu niñero?— soltó una carcajada.
— ¡Eres una tonta Juana!— le dije también soltando una sonora risa.
—Anda ven— me dijo, entramos a la casa. Ya la conocía mas que bien, ya que cada dos semanas me quedaba a dormir o si no Juana iba a mi casa. 
— ¡Tía!— la salude feliz a la mama de Juana.
— ¡Como estas ______(tn)!— me dijo mi tía de cariño.
—Muy bien— le conteste sonriente.
—Me dijo tu mama que saldrían del país— me dijo haciendo una cara de angustia.
—Si— le dije igual.
—Si necesitas algo ______(tn) ya sabes que cuentas con nosotras— me abrazó.
—Si muchas gracias— le agradecí.
—Igual no creo que necesite nada— rió Juana —Le contrataron un niñero— levanto ambas cejas rápidamente. Solo la fulmine con la mirada. —Bueno, estaremos en mi habitación— le dijo Juana.
—Está bien— contesto y subimos a la habitación de Juana. 

No la pasamos hablando de cosas sin sentido, sobre el colegio y cosas triviales.

—¡Y luego viste como te miro!— soltó una carcajada.
—Sí— reí junto con ella —El día que le desfigure la cara, estará contenta— pelear no era lo mío, pero Caeli me sacaba de mis casillas, con ella es una constante lucha día a día. Y la verdad es fastidiante.
— ¿Tú crees que Bully se enoje contigo si le haces algo? — me preguntó intrigada. 
—Pues no lo sé— le conteste indiferente —Pero no solo porque es su novia voy a estar soportándola.
— ¡______(tn) son las siete de la noche!— me dijo asombrada.
— ¿Qué?— pregunte igual de sorprendida. 
—A alguien la van a regañar— canto y yo solté una carcajada.
—No me importa— le dije desinteresadamente.
Aún me quede más tiempo ya que me habían invitado a cenar, y no podía rechazar la invitación así que acepte, salí de la casa de Juana a las nueve de la noche.

Llegué a la casa y estacioné el auto, tomé mi bolsa y como si nada entré a la casa. 

— ¿Qué parte de "a las tres en la casa" no entendiste?— me dijo caminando desde la sala.
— ¿Y tú que parte de "no me interesa" no entendiste?— le contesté y camine hacia las escaleras, para después dirigirme a mi habitación pero este en cuestión de segundos me alcanzó a mitad de las escaleras.
—Mira déjame explicarte por si no te quedo claro tus padres me dejaron a cargo así que si te digo que a las tres tu llegas a las tres.
—¿Y si no quiero que?— le desafié mientras ambos nos eliminábamos con la mirada.
—Muy fácil— subió otro escalón para quedar en el mismo que yo, comenzó a acercarse mientras que yo retrocedía, hasta que el barandal de las escaleras me lo evito, su cercanía era demasiada, tanto que nuestras respiraciones se mezclaban…

El NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora