Capitulo 29

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Narra _______(tn)

Dos semanas después

— ¿Y cómo vas con Sebastián?— preguntó divertida Juana.

—Pues bien— contesté riendo —Aun seguimos "saliendo"— hice comillas con mis dedos.

— ¿Aun?— dijo sorprendida.

—Si— le contesté ahora algo cabizbaja —Pero no hablemos de mi— dije tratando de sonreír — ¿Y Juan?— le pregunté subiendo y bajando rápidamente mis cejas.

— ¡Genial!— dijo con una enorme sonrisa en su rostro. Juana y Juan tenían dos semanas de que habían comenzado a salir y una de novios.

Me sentía muy feliz por ella, pero me hacía pensar mi situación con Sebastián. Teníamos más de cuatro semanas de estar "saliendo" cosa que me hacía pensar que, tal vez sólo estaba conmigo para pasar el "rato". Pero ese pensamiento cambiaba por completo cuando estábamos juntos.

— ¿_________(tn)?— escuché que pronunciaban seguidamente mi nombre hasta que reaccioné. Me había quedado pensando.

— ¿Si, si, si?— dije riendo mientras sacudía ligeramente mi cabeza.

— ¿Estás bien?— me preguntó Juana riendo —Últimamente estas muy distraída

— ¿Qué? ¡Claro que no!— solté una carcajada.

— ¡Oh claro que no!— dijo sarcásticamente mientras abría la puerta del copiloto de mi auto. Sebastián me lo había regresado después de unas cuantas "súplicas" muy a mi estilo.

FLASHBACK

—Sebas- dije con la voz más tierna y delicada que pude hacer.

— ¿Qué pasa?— me preguntó despegando su mirada de la televisión para voltear a verme.

—Sabes— le dije mientras hacía dibujos abstractos sobre su pecho —Extraño mucho mi auto— lo mire suplicante.

— ¿Ah, si?— se acomodó en el sillón para envolverme mejor en sus brazos.

—Si— besé su mejilla.

—No lo sé— dijo soltando una carcajada —Yo creo que aun no es suficiente castigo— levantó una de sus cejas para provocarme.

— ¡Sebastián!— alargué frunciendo mi ceño.

—Convénceme.

Ahora yo levanté mi delgada ceja izquierda mientras que el me miraba divertido esperando mi actuar.
Quité sus brazos de mi y así subir mis piernas al sillón para después ponerlas cada una a los costados de Sebastián así quedando yo sentada en las suyas teniéndolo de frente.
Comencé a repartir besos inocentes por su mejilla, barbilla, nariz y frente.

— ¿Me das mis llaves?— le pregunté sonriente pero este negó con la cabeza.

Me acerqué nuevamente pero ahora con solo un punto fijo: Sus labios. Con la punta de la lengua delineé el perfecto margen que los definía, después de jugar un poco con su labio inferior, acoplé nuestros labios en un apasionado beso. Se mezclaban con un prefecto compás. Hasta que sin siquiera avisarle introduje mi lengua en su boca. La suya rápido fue al encuentro de la mía. Mientras que yo despeinaba su café claro cabello, el acariciaba mi cintura. Poco a poco me separé de sus labios, uniendo nuestras frentes pregunté de nuevo.

— ¿Ya me las das?— pero este sin siquiera abrir los ojos hizo un sonido con la garganta para decirme que no.

Reí y volví a acercarme lentamente a sus labios. Sebastián, conforme fue sintiendo mi cercanía entreabría los labios para así poderse acoplar perfectamente con los míos.
Fui alejándome de sus labios, pero solo para dejar un camino de besos por su mejilla hasta su cuello, donde la ‘inocencia’ de los besos se fue perdiendo, degustaba el sabor de su suave piel, mientras daba ligeras mordidas a cada uno de los pequeños lunares que se esparcían por su mejilla y cuello. Su respiración comenzaba a dificultarse, cosa que solo me incitaba a poner más esmero en mi accionar.
Aproveche el ‘estado’ en el que lo tenía y así introducir dos dedos en una de las bolsas de su pantalón donde justamente traía las llaves, poco a poco fui sacándolas sin que se diera cuenta pero antes de tenerlas por completo en mi poder, se dio cuenta.

— ¡Hey!— dijo riendo.
—Anda regrésamelo— le volví a pedir y este finalmente cedió.

FIN FLASHBACK

— ¡_________(tn)!— volvió a reclamarme Juana.
— ¿Qué?— le contesté inocente.
— ¡Ves!— me dijo riendo — ¡Te volviste a quedar en tu mundo!
—Lo siento— reí junto con ella.
—Sera mejor que te concentres o mejor me voy caminando— bromeó.
—Calla y ponte el cinturón de seguridad— le dije jugando.

Iríamos a casa de Juana a hacer el proyecto de biología así que primero iríamos a comprar las cosas necesarias para nuestra maqueta del sistema respiratorio, y después a casa de Juana. Compramos todo lo necesario, y después de seis horas de duro trabajo, terminamos de definir cada uno de los órganos que participan en la respiración.

— ¿_________(tn) segura que no te quieres quedar a cenar?— insistió una vez más la madre de Juana.

—Enserio muchas gracias, pero ya es algo tarde y no he avisado que me quedaría tanto tiempo.
—Está bien, pero la próxima vez te quedas a cenar eh— me dijo abrazándome.

—Muy bien— le contesté sonriente.

—Nos vemos el lunes— le dije a Juana antes de salir.

Subí a mi auto para conducir hacia casa, en cuestión de minutos ya estaba estacionando el automóvil en el porche de la casa.
Tomé mi bolsa y bajé, apenas buscaba las llaves de la casa cuando la puerta se abrió.

— ¡Hola!— le dije sonriente.

—Hola bonita— me contestó Sebastián galantemente haciéndome reír, caminé hacia él y lo abracé, gustoso aceptó mi abrazo pero después este se separó de mi — ¡Ven!— me dijo aceleradamente tomando mi mano para que entrara a la casa, cerró la puerta y luego comenzó a correr escaleras arriba.

— ¿Cual es la prisa Sebastián?— le pregunté extrañada. Dejó de correr cuando llegamos a la puerta de mi habitación

El NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora