Capitulo 14

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ATENCIÓN!!! Capitulo Hot...no me hago cargo de traumas....

Me dirigí rápidamente a donde estaba la música, y la desconecte y encendí las luces de la sala, ignorando los ‘Ahh’ de todos volví al comedor.

—Adiós, Chao, retírese por favor—comencé a correr a todos los que estaban en la mesa ya que _______(tn) a pesar de no haber música seguía bailando. — ¡Deja de verla y lárgate!— le grité a un tipo que seguía ahí. — ¡_______(tn) baja ahora mismo de ahí!— grité tratando de controlar mi enojo. 
__________(tn) volteo y me vio, yo me esperaba un "¿Que estas haciendo Sebastián?"
Pensé que tal vez me dijera "¡Lárgate!" o "¡Eres un idiota!" pero al contrario, una sonrisa se dibujo en su rostro.

— ¡Sebas!— alargó mientras se lanzaba a mis brazos, la atrapé y con cuidado deje que sus pies tocaran el piso.
— ¿Tomaste cierto?— le pregunté volteándola a ver. 
—Sebas… todo se mueve— me dijo volteando hacia mí, para después ocultar su rostro en mi cuello.

De pronto todos comenzaron a correr hacia afuera y la casa en cuestión de segundos quedo vacía.

—A ver, ven siéntate — le dije y la senté en una silla — ¡No te muevas de aquí!— Salí para ver que sucedía y me encontré con dos policías. Hablé con ellos y solo me dijeron que la música no estuviera tan alta, porque podía molestar a los vecinos. 

Regrese al comedor, _______(tn) seguía sentada, solo que recargada en la mesa.

— ¡Es que tú estás loca mujer!— le dije mientras la ayudaba a ponerse de pie, en eso un grupo de aproximadamente quince entro por la puerta del jardín, algo extrañado debido a que ya no había nadie. En ese grupo venia Juana y el tipo que había saludado a ______(tn) en la tarde 
— ¿Que pasó?— preguntó extrañada Juana viendo que _______(tn) me abrazaba.
—Eso mismo me pregunto yo— le contesté serio— ¿Que no pudieron evitar que bebiera?— les pregunté molesto, ya que se supone que eran amigos, o bueno el tipo ese no tengo idea. 
— ¿Y que no se supone que a ti te pagan por cuidarla?— me dijo un sujeto, solo lo fulminé con la mirada, no podía decirle nada, ya que tenía razón.
—Tienes razón— me apoyó Juan, después de todo era cierto lo que yo decía.
—Vamos te llevo a tu casa— le dijo a Juan mientras caminaba hacia la puerta.

Tome a ______(tn) entre mis brazos y cargando la lleve escaleras arriba. —Solo por el estado en que estas te salvas del regaño— le dije mientras trataba de abrir la puerta —Pero espera a mañana— le dije cuando por fin puede entrar a la habitación.
La recosté con delicadeza en su cama, tenía sus ojos cerrados, seguramente ya estaba dormida, la acomodé más centrada en la cama para que no fuera a caerse, la solté y abrió los ojos, me quede paralizado por alguna tonta razón. 

—Que lindos ojos tienes— me dijo sonriente, sonreí estúpidamente, me agradaba ______(tn) en ese estado. 
—Ya, duérmete— le dije entre risas. 
—No quiero— dijo fingiendo una voz de niña pequeña.
—Claro que si quieres— le dije levantándome de la cama, pero me tomo de la mano.
—No te vayas— me dijo con la misma voz.
—Si que bebiste— le dije ya que normalmente el objetivo de ______(tn) era que me fuera, y ahora quería lo contrario, me senté en la cama —Descansa que maña…— le estaba diciendo pero sus labios hicieron que parara de hablar, al momento de que hicieron contacto con los míos.

Me fue imposible no seguir el beso, así que le correspondí. Nuestros labios se rosaban de una manera increíble, succionaba su labio inferior mientras ella hacía lo mismo con los míos, pasó sus brazos por mi cuello para comenzar a jugar con el cabello de mi nuca, subí una de mis manos a su mejilla mientras que con la otra acariciaba su cintura sobre la tela del vestido.
Lentamente se fue recostando en el acolchado, me acomodé sobre ella, con cuidado de no aplastarla o lastimarla. Sacó sus manos de mi cuello para deshacerse de mi chaqueta, me separé de sus labios para quitármela y lanzarla al piso. Inmediatamente me tomo de las mejillas para atraerme de nuevo a sus labios, introduje mi lengua en su cavidad bucal, desatando entre ambos miembros una guerra.
De un momento a otro yo me encontraba recostado y ________(tn) estaba sentada en mi cadera, sus besos eran increíbles, me hacían sentir tanto. Comenzó a subir mi playera mientras que yo solo me dedicaba a devorar sus labios y acariciar sus piernas que se encontraban a mis costados. Logró deshacerse de mi camisa, sus besos comenzaron a bajar por mi mejilla, hasta mi cuello. Donde comenzó a brindarme pequeños pero mortales besos húmedos, entre besos hincaba sus dientes o rosaba mi piel con la punta de su lengua haciendo que escalofríos recorrieran por completo mi cuerpo. Dio un corto beso en mis labios pero luego se alejó y comenzó a bajar el cierre de su vestido, dejando al descubierto la mayor parte de su hermosa anatomía. Regresó a mis labios mientras tomaba mis manos y las ponía en su espalda, los besos aumentaban de tono.
Mis manos paseaban de su espalda, por sus glúteos, hasta llegar a sus piernas, para luego repetir el camino de regreso. Dejaba un rastro de besos por mi cuello, pecho y abdomen, hasta que llego al inicio de mi pantalón. Volvió a atacar mis labios mientras bajaba el cierre y sacaba el botón de su lugar.
En ese preciso momento mi cordura volvió - ¡Que estás haciendo Sebastián!-me reclamó una vocecita en mi mente - ¡Esta ebria!- me recordó
-Pero no puedo parar ahora- le contesté en mi mente.-¡Hazlo!... Después de todo no lo recordara mañana- otra voz entro a la escena. Parecía como en los dibujos animados, tenía al Sebastián bueno de un lado y al Sebastián malo del otro lado.
La hice cambiar de posiciones, ahora ella estaba recostada y me miraba expectante, esperando con ansias mi actuar. No la hice esperar y ataqué sus labios, los cuales estaban ahora con el doble de grosor y un intenso color rojo. Abrió sus piernas permitiéndome acomodarme entre ellas, con una de sus manos despeinaba mi cabello mientras que con la otra acariciaba mi mejilla, bajaba por mi cuello y volvía a subir a mi mejilla.
Bajé con mis besos por su barbilla, recorriendo su mejilla llegando a su oído —________(tn)— le susurré mientras jugaba con el lóbulo de su oreja —________(tn) no podemos hacer esto— le susurré nuevamente y le di una suave mordida. 
—Shh…— me calló sin siquiera abrir los ojos —Tu sigue… si podemos— me tomó de la barbilla para que retomara el camino a su boca.

Decidí hacerla sufrir un poco, así que me dirigí a una de las zonas más sensibles: su cuello. La besaba con parsimonia, cosa que la hacía desesperar, comencé con besos húmedos, que conforme pasaban los segundos se hacían mayores, daba delicadas mordidas, ya que no quería dejarle marca alguna, y cada vez que hincaba mis dientes sobre su piel, soltaba pequeños gemidos, a causa del placer que le proporcionaba. Bajé entre la loma de sus pechos hasta que llegué a la parte baja de su abdomen. Comencé a jugar con el borde de su ropa interior, logrando que sus gemidos aumentaran, además de arrugar la sabana con sus manos. Encorvó su espalda y volvía subir tomándola por la espalda a pegándola aun más a mi cuerpo.

—Lo siento pero no podemos…— era increíble la fuerza de voluntad en mi a estas alturas, no era mayor que mi excitación, pero no podía hacerlo. Seria abusar de ella. 
Abrió sus ojos y me miraba sin entender.
—Estas ebria— le dije mirándola —Y yo… tengo no… novia…— ¡Dios! Pero cuanto me costaba decirle eso. Su mirada se volvió inexpresiva, no me decía absolutamente nada y era algo realmente molesto Ya que no sabía si estaba molesta, o si no le afectaba en lo absoluto.—Discúlpame— le dije mientras delicadamente sacaba mis manos dejándola recostada en la cama, besé por última vez esos preciosos labios y salí de la habitación. -¡Eres un idiota!- una voz en mi interior me gritó.

Narra _______(tn) 

Me desperté por el estúpido timbre del teléfono.
– ¿Que nadie puede contestar?-pregunté molesta en mi interior. 
Sin salir de las sabanas estiré mi brazo para responder el teléfono.

— ¿Si?— contesté.
—Smitch te recuerdo que tienes Detención y ya tienes media hora de retraso— era el director. 
— Hay no— dije con fastidio.
—Tienes veinte minutos para llegar al colegio, si no tendrás doble castigo— me dijo y seguido colgó el teléfono.
— ¡Dios! ¡Mi cabeza!— me miré hacia el techo tomando entre mis manos mi cabeza, la cual sentía que de un momento a otro explotaría —Pero que rayos hice ayer— pensé al darme cuenta de que estaba en ropa interior, froté mis ojos. Me puse de pie pero unos horribles mareos me llegaron. Espere hasta estabilizarme para ir a mi closet y sacar ropa, mientras buscaba que me pondría, lo sucedido ayer invadía mi mente, reí tontamente al recordarme bailando sobre la mesa. 
Recordé al chico que hacía de barman –Todo fue su culpa- reí en mi interior, tomé un Jeans entubado, una musculosa y una sudadera. Me cambié y tomé los lentes más grandes y obscuros que tenía. Me dirigí al baño para poder peinarme. Me paré frente al espejo mientras que juntaba mi largo cabello para atarlo en una coleta. 

- ¿Qué es eso?- pregunté en mi foro interno cuando vi un moretón en mi cuello.
Ladeé mi cabeza para ver mi cuello del otro lado y logre ver otro… - ¿Pero qué…?- dije cuando los recuerdos volvieron a inundar mi memoria. 
—Estuve a punto de hacerlo con Sebastián— dije tapando mi rostro — ¡Es un idiota! ¡Estaba ebria! ¡Como pudo hacerme eso!— me pregunté indignada— ¡Y además tiene novia!— me sentía tan estúpida, y más porque no recordaba todo lo que había pasado, solo eran pequeñas escenas las que llegaban a mi cabeza. Saqué maquillaje de mi bolsa para tratar de cubrir las marcas, pero era imposible, la marca rojiza aun se lograba ver.
Me coloqué las gafas para que no se vieran mis ojeras, tome mi bolso y salí de mi habitación.
Bajé las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, ya que hoy por ningún motivo quería encontrarme con Sebastián. Llegué al piso de abajo, estaba por salir, cuando escuche su voz.

— ¿________(tn)?— dijo en tono de pregunta.

El NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora