Entrevista.

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Orihime Inoue no sabía si podía sentirse más presionada en ese momento. El lugar estaba completamente en silencio.
Aizen revisaba su solicitud con atención, a la vez que registraba sus datos en el sistema. Gin estaba a su derecha haciendo quien sabe qué cosa con su computadora. Y el hombre moreno, que se presentó como Tõsen, también estaba ocupado al lado izquierdo de Aizen.
Ulquiorra estaba parado detrás de ella, y podía sentir su mirada taladrándola con desaprobación.
—No escribiste el sueldo que deseas —Habló por fin Aizen.
—No —Contestó —Estará bien lo que me paguen.
—Muy mal, si no lo haces, yo podría aprovechar y explotarte con una mísera paga, lo dejaré pasar por ahora, pero, si te vez nuevamente en la necesidad de presentar una solicitud de empleo, recuerda lo que te dije hoy.
—Lo haré.
—¿Sabes manejar aparatos de sonido?
—Solo grabadoras.
—¿Grabadoras profesionales?
—No, solo las habituales.
—¿Sabes qué es un sintetizador?
—No.
—¿Sabes algo respecto a la música?
—Me gusta, si eso es a lo que se refiere.
—¿Algo respecto a la elaboración, producción y edición de la música?
—Solo sé que las personas ingeniosas pueden hacer una bella letra para una canción, y escribir la música adecuada, pero, nada a nivel producción.
—Aizen —Habló Gin —Está claro que está chica no sabe nada sobre producción, necesita una capacitación.
—Lo siento.
—No te ofendas, niña, podemos capacitarte, pero, por el momento solo te puedes hacer cargo de trabajos pequeños, Ulquiorra, ¿qué piensas sobre esta situación?
—Si la contrata, ella estará totalmente capacitada para la temporada invernal, que es cuando más trabajo nos llega, así evitaremos llevar a cabo la convocatoria que tiene en mente, lo cual nos ahorrará varios días de entrevistas.
—Si, pero puede que varios candidatos sean más aptos para el puesto —Contestó Gin.
—En Karakura no hay mucha demanda para las artes, incluyendo nuestro rubro, estoy seguro que muy pocos candidatos serán egresados de alguna rama de la producción musical. Por supuesto que habrá personas más aptas que Orihime Inoue, pero, dentro de los valores de la empresa, aun así, nos vemos obligados a ofrecer cursos de capacitación a los nuevos empleados, es mejor adelantarnos por dos semanas.
—Sí, es un buen punto, le diré a Nelliel que haga los preparativos para la convocatoria dentro de dos semanas, si Orihime presenta una buena actitud y aprende constantemente, se quedará y cancelaremos la convocatoria. ¿Qué dices, Orihime Inoue? ¿Estás dispuesta a esforzarte para mejorar tus habilidades? No espero que en dos semanas seas una experta, solo quiero que lo que aprendas lo lleves a cabo.
—Por supuesto, Aizen-sama, me encargaré de aprender cada día, lo prometo.
—De acuerdo, Ulquiorra se puede hacer cargo de tu capacitación, estarás con él hasta que estés completamente preparada para hacer las cosas sola. Mientras puedes servirles a mis otros empleados en lo que necesiten, ¿está claro? —Ella asintió —Bien, Gin, Tõsen, la dejo en sus manos.
—Sí —Dijeron al unísono.
—Ven conmigo —Dijo Tõsen caminado hacia otra oficina, ella lo siguió. Él abrió un cajón y saco una cinta métrica y varias pinzas —Tomaré tus medidas para mandarte a hacer un saco a tu talla.
—Por supuesto.
—Estira tus brazos a los lados y quédate quieta hasta que termine.
Cuando vio llegar a los tres hombres, pudo percatarse que Tõsen era ciego, entonces se preguntaba: ¿Cómo podía tomar medidas sin ver?
—Tal vez Tõsen tenga su vista limitada, pero es un experto en lo que hace, y se las arregla de maravilla —Le dijo Gin adivinado sus pensamientos.
—Sorprendente —Dijo imaginándose a sí misma rindiendo tan bien como Tõsen.
Él tomaba sus medidas y las marcaba con pequeñas pinzas en la misma cinta métrica.
—Acércate —Le dijo Gin cuando Tõsen terminó —Siéntate, te voy a tomar una fotografía para tu gafete. Descubre tu rostro y pon tu cabello detrás de tus orejas.
Ella obedeció en silencio y miró fijamente a la cámara, y casi se aturde con el flash, pero, logró no cerrar los ojos.
—¿Te gusta? —Preguntó mostrándole su foto.
—Sí —Contestó, aunque en realidad la odiaba.
—No mientas —Le dijo y se posicionó para tomar otra foto —Llevo años haciendo esto, sé cuándo alguien me miente, todos odian su primera foto. No te preocupes en decir lo que piensas, tomaré las que sean necesarias. ¿Esta te gusta?
—Mas o menos —Dijo con un poco más de confianza.
—Otra será.
Dos fotos después, ya se encontraba en la oficina de Ulquiorra.
—Así que... Tú me vas a capacitar.
—Desearía no hacerlo.
—Lo lamento.
—No sabes cuánto lo hago yo también.
—Sí, bueno, por lo mientras, ¿qué voy a hacer?
—Servir té, claro.
—¿A caso eso es sarcasmo?
—No, es lo único que puedes hacer por ahora, hasta que entiendas cómo funcionan las cosas aquí.
«Genial »Pensó «Simplemente genial»
—Por el momento, vas a aprender a traspasar pistas a CD vírgenes.
—Sé hacer eso, lo hacía en secundaria —Ulquiorra suspiró con alivio.
—Eso es un gran paso —Ella sonrió —Entonces eso vas a hacer, aparte de servir té.
La mañana pasó rápida y tal como dijo Ulquiorra, se la pasó sirviendo té. Además, él le comenzó a explicar sobre algunos aparatos, claro, los más básicos, y para su sorpresa, Ulquiorra estaba muy tolerante con ella, si ella no entendía algo, él se lo repetía sin problemas.
—Mi turno ya acabó, mujer —Le dijo a la 13:00 —El tuyo termina hasta las 16:00, así que te quedarás aquí sola. Si Grimmjow y Nnoitra te dicen que necesitan tu ayuda, diles que te manden un e-mail o que llamen al teléfono, ni se te ocurra acercarte a ellos, al menos no ahora.
—Entiendo eso, pero ¿qué voy a hacer estas tres horas?
—No lo sé, pregúntaselo a alguien más —Dijo y se fue dejándola completamente sola.
—Maldito Ulquiorra —Murmuró y corrió a la oficina de Aizen.
—Olvide mencionarlo —Le respondió Aizen —Ulquiorra se va temprano a casa para cuidar de su hijo, pero, no te preocupes, en este tiempo podrías ir por comida, pregúntales a mis Espadas que desean y tráeselos.
—Bien —Respondió poco convencida —Iré, ¿ustedes quieren algo?
—Por supuesto —Contestó Gin con ironía, Orihime solo suspiro.
A las 4:00 p.m., en punto, Orihime y todos los demás empleados salían de la empresa y entraban unos nuevos para cubrir el turno vespertino.
—¿Tú no vienes, Nell-chan? —Preguntó Orihime al ver a la joven sentada frente a su computadora sin pestañear.
—¿Bromeas? —Contestó —Yo salgo hasta las 22:00.
—Pero, son más de 12 horas de trabajo.
—En casa no tengo mucho que hacer y tampoco estudio, además me gusta estar aquí y tengo dos días de descanso, me gusta así Orihime-chan.
—Supongo que ya estás acostumbrada, ahora me siento mal por ti.
—N-no digas eso, Orihime-chan, yo me siento muy bien. Mejor ve a casa y descansa para mañana.
—Eso debería decirte yo. Bien, me voy, ¡suerte, Nell-chan!
Llegando su hogar, comenzó a prepararse algo de comer. Mientras degustaba su comida comenzó a sentirse sola, y pensó en Nelliel, tal vez ella pasaba horas en su trabajo para no sentirse sola, justo como ella se sentía en ese momento.
Dejó su plato casi lleno y se arrodilló frente a una pequeña mesa y miró fijamente la única fotografía que había.
—Sora —Murmuró —No sé qué debería hacer, desde que no estás ya no tengo una razón de ser, tal vez debería ser como Nell-chan, o tal vez debería volver a estudiar ¿tú qué me recomiendas? —Encendió las veladoras y comenzó a rezar —Bien, iré a dar un paseo.
Salió de su casa sin rumbo fijo.

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Nuevo capítulo, aquí dejamos claro como fue que Orihime consiguió "quedarse" con el puesto... Pero, aun falta saber que será de ella las próximas semanas.

Por cierto, creo que actualizaré cada viernes. me gusta así y me da suficiente tiempo de preparar un capítulo cada semana sin retrasarme, ¿ustedes que piensan? Díganme en los comentarios si les parece buena idea, o si quieren que haga ajustes de tiempo. Otra cosa, ¿les gusta el titulo de la historia? A mí no me convence del todo, pero, tampoco tengo algo mejor, déjenme saber si tienen  alguna idea para cambiar el titulo.

Y pues nada, díganme que les pareció el capítulo, si les ha gustado voten, y si no, escriban en los comentarios por qué.

¡Nos leemos la próxima semana!

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