Examen.

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Su corazón se aceleró al tenerlo tan cerca, cerró los ojos con lentitud al rosar sus narices y sintió su calmada respiración sobre sus labios. No pudo evitar morderse la lengua tratando de controlarse y evitar lanzarse a devorar sus labios. Él pasó una mano tras su nuca y la acercó reduciendo a cero la mínima distancia que había entre los dos, se unieron en un tímido beso, que poco a poco adquirió pasión. Se separaron unos milímetros viéndose con deseo.
—L-lo siento —Susurró ella con las mejillas sonrojadas.
—Está bien, mujer —Contestó recorriendo su rostro con el pulgar sin apartar su verde mirada de los labios de la chica.
Abrió los ojos aterrorizada, sobre ella se alzaba el blanco techo de siempre, miró a todos lados buscando rastro del hombre que la besó, pero, solo reconoció su habitación vacía.
—¿Un sueño? —Susurró llevándose los dedos a los labios, los cuales estaban un poco resecos —Mas bien una pesadilla.
Se volvió a dormir, pero la incomodidad de aquel sueño la perturbó por algunos lapsos.
En la mañana se encontraba desayunando, mientras pensaba en el posible significado de su sueño, decidió buscar artículos en Internet, aunque fuera escéptica en que los sueños tenían mensajes ocultos también sentía curiosidad.
En general, soñar que estás besando a alguien indica una fase de tranquilidad en tu vida, con momentos felices y éxito en todas las áreas, tanto en el amor como la familia o el trabajo. Demuestra que estás abierta a nuevas oportunidades y te sientes segura para realizar proyectos futuros.
—Hay algo de cierto en esto.
Soñar con un beso de tu pareja en la boca, a primera vista, este sueño puede indicar emociones agradables, buenos sentimientos en relación con esta persona o simplemente un recuerdo de una situación reciente.
—Ulquiorra y yo no somos pareja.
Es posible que te despiertes asustado tras soñar que besas a una persona amiga.
—Sí.
No te preocupes, pues esto no quiere decir que exista alguna relación con la vida real, no sugiere necesariamente que exista algo más entre ustedes.
—¡Gracias al cielo!
El significado principal de este sueño es que te sientes seguro y a gusto con esa persona. Y que existe una gran confianza entre ambos.

—¡Ay, sí! Ulquiorra es la persona con la que menos me siento segura... ¡Es un monstruo! Tonto artículo —Cerró de golpe su laptop y emprendió la marcha hacia el trabajo.
Evitó todo el tiempo que pudo a Ulquiorra, al menos antes de que empezara la jornada laboral.
Quiso contarle a Nelliel sobre su horrible sueño, ya que desde que la dejó quedar en su casa, se volvieron amigas íntimas, así que, no le gustaba esconderle cosas, pero, extrañamente Ulquiorra decidió ese día no separarse de Nelliel.
«¿A caso ese tonto lee la mente?»
En la oficina apenas le dirigía la palabra, él preguntó la razón de su comportamiento, y ella respondió que estaba nerviosa por la grabación que llevarían a cabo (cosa que era cierta, pero, no era la razón principal). Eso no lo convenció, pero, no preguntó más.
La imagen del beso volvió a asaltar sus pensamientos cuando hablaba con Ulquiorra sobre lo que había aprendido los últimos días, se perturbó tanto que salió corriendo de la oficina.
—¡Tengo que ir al baño! —Anunció sin mirarlo.
Ulquiorra observó intrigado hacia la dirección en la que se marchó.
—Está loca —Fue lo único que respondió a la razón de actuar de la mujer.
Ella se mojó la cara para bajar el calor que se acumulaba en sus mejillas.
—Contrólate, solo fue un sueño, no es real —Se repetía tratando de controlarse, pero, ver el rostro de Ulquiorra (el cual admitió que era atractivo) tan cerca de ella, y ver sus labios moverse al hablar no la ayudaba a olvidarse de aquellas imágenes.
Regresó a la oficina calmada, pero en cuanto volvió a verlo, sus mejillas enrojecieron con violencia.
«No otra vez»
—¿Estás lista?
—¿P-para qué?
—Para las grabaciones, recuerda que hoy te encargas tú.
—¡Cierto! Hoy es el día del "examen." ¿Podemos practicar un poco antes de empezar?
—Si, vámonos ya entonces.
Caminaron en silencio por los pasillos, era octubre, y a palabras de Aizen, era una época tranquila, pero, para noviembre y diciembre, las personas iban a montones para grabar discos o demos para Navidad. Así que, Ulquiorra decidió aprovechar la tranquilidad del mes para que Orihime aprendiera bien a utilizar el nuevo equipo.
Llegaron al estudio se grabación.
—Tu primera prueba es encender y calibrar todo. Empieza por las luces, conéctalas sin electrocutarte está vez.
—¡Qué no me electrocute! —Se defendió recordando la vez que hizo una mala conexión y provocó un corto en una extensión, Ulquiorra se la pasó todo el día regañándola mientras cambiaba los cables que se dañaron.
Poco a poco Orihime empezó a darle forma al estudio, claro, con Ulquiorra a su espalda marcándole "amablemente" las cosas que hacía mal.
—Bueno, no está mal para ser tu primera vez... Felicidades, mujer —Le dijo observando las condiciones del estudio.
—No te creo nada —Respondió al ver como Ulquiorra hacia ajustes a su trabajo.
—Te dije que no estaba mal, eso quiere decir que tiene que mejorar, de nada.
—Bastardo...
—Cuide sus palabras, Inoue-san —Se burló Ulquiorra pasando una mano por su pelo, ella retrocedió con rapidez mirándolo asustada.
«Los sueños no predicen el futuro... Los sueños no predicen el futuro...» Pensó al recordar que así iniciaba el sueño de la mañana.
—¿Q-qué haces?
—Molestarte, y soy feliz al haberlo logrado —Respondió sencillamente pasando a su lado rozando sus brazos.
—¡Tengo que ir al baño!
—¿Ahora? La banda llegará dentro de... —Ella no se detuvo y salió corriendo.
—¡Cálmate! —Se palmó las mejillas —Ulquiorra es un bastardo que hasta en tus sueños goza al molestarte, no quiere nada de ti, no quiere nada de ti, así que no te lo tomes en serio —Gritó al ver que alguien se acercaba silenciosamente a ella.
—Silencio —Habló Harribel.
—¡Oh! Harribel-sama, me asustó mucho, le pido disculpas por gritar.
—Creí que estarías con Ulquiorra para ayudarle con las grabaciones.
—Sí, pero vine al baño, aún queda tiempo.
—No, ya ha llegado la banda.
—¿En serio? ¿Cómo sabe?
—Yo misma me encargué de traerlos.
—¿Sí? Hizo lo mismo con Dina-san, ¿no? —Harribel asintió.
—Mi departamento es el de Planificación y Desarrollo.
—Interesante... ¿Y a qué se dedica? —Harribel la miró con deseo de golpearla, obviamente se contuvo, no quería tener problemas legales por agresión laboral, así que, se limitó a contestar.
—Prácticamente me encargo de dirigir la carrera de nuestros artistas, yo decido las fechas de las giras, lanzamientos, entrevistas y meet and great de cada músico, cantante y banda.
—¡Wow! Eso es muy genial.
—Yo diría que no entendiste nada.
—¡No! Lo entendí bien. Por cierto, quiero preguntar, ¿por qué cuando vino Dina-san se hizo todo un recibimiento? ¿Por qué no con esta nueva banda?
—Le tenemos cierto aprecio a Dina-sama —Remarcó el honorifico "sama", esperando que la indirecta le llegará a la pelinaranja —Ella fue la primera en firmar un contrato. Los demás solo graban un demo y se iban a otros sellos, ella decidió quedarse. Tengo que irme —Se dio la vuelta sin mirarla.
—¡Fue un gusto platicar con usted, Harribel-sama! —La rubia se detuvo y giró un poco la cabeza.
—Para mí también, eres agradable —Y se marchó sin esperar respuesta.
—G-gracias.
Regresó al estudio, más tranquila, pensando en cada uno de los defectos de Ulquiorra, según ella para olvidar el "tierno-apasionado momento" que compartió con él en su sueño.
Al abrir la puerta, se encontró con un grupo de 4 hombres, todos con una vestimenta y maquillaje dark. Ulquiorra se acercó a recibirla.
—Señores, les presentó a la señorita Inoue Orihime, con quien trabajaremos este día. Tengan paciencia por las veces que cometa errores.
—Miserable —Susurró sonriendo, bien, ahí estaba un nuevo defecto: era un cretino —Es un gusto conocerlos —Hizo una reverencia.
—El gusto es de nosotros al tratar con tan bella dama —Habló quien parecía ser el líder —Yo soy Astarot.
—Armando —Ulquiorra señaló a "Astarot" —Es el vocalista de la banda, vas a concéntrate mayormente en él.
—¡Es Astarot! ¡As-ta-roth! Te lo he dicho miles de veces, murciélago.
—Lo que digas, Armando —El muchacho entró a la cabina murmurando maldiciones.
—¿Murciélago? ¿Te dijo murciélago? ¿O quién es murciélago? —Comenzó a preguntar confundida.
—Déjalo, no es nada importante.
—¡Vamos! Dime.
—No.
—Por favor, Ulquiorra —Puso la mirada más tierna que tenía.
—No termines con mi paciencia.
—Murciélago... —Él entrecerró los ojos, y ella le sonrió mientras parpadeaba rápidamente.
—Así me llamaban en mi antigua banda, ellos y nosotros éramos "rivales".
—¿Quién diría que terminarían trabajando en conjunto? ¿Pero por qué murciélago? ¿Qué tiene de especial ese sobrenombre?
—Tal vez algún día te cuente, ahora tenemos que comenzar a trabajar.
—Trabajar y trabajar, para ti todo es trabajar.
—Gracias a eso comemos.
—¡Ya entendí!
—Hoy estás muy ansiosa, será mejor que te tranquilices.
—¿Podemos empezar, murciélago? —Habló Armando colocándose unos audífonos de diadema.
Ulquiorra asintió.
—Todo tuyo —Le dijo a Orihime colocando una silla para ella frente al sintetizador.
—Prométeme que me ayudarás si tengo duda en algo —Respondió haciendo un puchero.
—No.
Ella miró el aparato desilusionada. Tomó una libreta y entró a la cabina, comenzó a hacerles preguntas a los integrantes, con Ulquiorra escuchando atento desde las bocinas. Ella revisaba sus apuntes cada vez que veía que Ulquiorra se frotaba las sienes o se golpeaba la frente (cosa que significaba que algo estaba haciendo algo mal), para ella era un alivio que ocurriese muy poco, pero, para Ulquiorra era un martirio y deseaba entrar a suplirla.
«Es su trabajo, no te metas en lo que no te importa.»
Armando contestaba pacientemente a Orihime, e incluso le ayudaba cuando comería algún error, pero, el tiempo pasaba y comenzaba a impacientarse.
—¿Podemos comenzar a grabar la maqueta?
—¿La qué? —Lo miró confundida —¡Oh, sí! Por supuesto —Quiso salir con rapidez, pero, no se fijó en que la puerta de la cabina estaba cerrada y chocó haciendo un ruido que casi rompe los tímpanos de Ulquiorra por las bocinas —¡Lo siento! —Escuchó algunas risas detrás de ella, y quiso ser tragada por la tierra.
Se reunió con Ulquiorra, quien se masajeaba las orejas por el escándalo. Sintió su cuerpo temblar por la vergüenza, y quiso renunciar e irse a casa para no salir durante el próximo año, obviamente él se lo impidió inconscientemente.
—¿Está todo preparado? —Ella asintió inclinándose hacia el micrófono.
—Grabaremos tres veces la canción completa, ¿de acuerdo? Después podremos iniciar por partes.
Los músicos se posicionaron junto a sus respectivos instrumentos —Está todo listo... Iniciaremos a mi señal —Espero unos segundos a que todos se mentalizaran —Tres, dos, uno, ¡ahora!
La música inició y Orihime se concentró el revisar sus apuntes para saber que seguía.
—¡Muy bien, chicos! —Felicitó cuando la última nota fue tocada —Hagámoslo una vez más.
Una hora después Orihime ya tenía las tres grabaciones en su poder.
—¿Por qué no van a tomar un descanso en lo que yo preparo todo lo demás? —Sugirió aun revisando sus notas.
—Claro, nos tomaremos quince minutos —Dijo Armando —¿Te parece bien?
—¡Por supuesto! —Salieron del estudio y cada uno tomo un rumbo diferente dentro del edificio —¿Podrías ayudarme un poco, Ulquiorra?
—No —Respondió a punto de salir, pero, ella fue más rápida y le lanzó una bola de papel a la cabeza. Él giró para mirarla —¿Auch?
—Solo quiero que me digas si estoy bien o no en algo.
Ulquiorra suspiró y se sentó a su lado.
—¿Qué quieres?
—Tenemos que empezar a grabar la batería, ¿no? Pero, ¿cómo se supone que sabré que está bien al momento de tocarla?
—Sin duda esto no es para ti...
—¿Eh?
—Necesitas más conocimiento del que creí, para empezar, debes reconocer a que tiempo toca el baterista, para eso tienes que estudiar la maqueta que acabas de grabar, después tienes que deconstruirla para saber que arreglos debes meter, a menos que el grupo quiera algo específico.
—Entonces... ¿es hora de que me vaya a casa y renuncie?
—No es necesario, puedes seguir siendo una Fracción, o puedes aprender sobre teoría musical.
—Enséñame.
—¿Por qué yo? Hazte cargo tu sola.
—Eres MI Espada, es TU responsabilidad enseñarme, claro, a menos que quieras contradecir a Aizen-sama.
—Eres molesta... Pon atención, mujer —Comenzó a dibujar un pentagrama en el cuaderno de la chica —Más te vale recordar las clases de artes de secundaria, ¿reconoces estos símbolos?
—Si, Ulquiorra, si los conozco, no soy idiota.
—Empiezo a dudar —Recibió un suave golpe en el brazo e hizo una mueca de burla —Bien, te pondré un ejercicio sencillo, y te explicaré como cambia en cada instrumento.
Los quince minutos fueron realmente poco para que Ulquiorra pudiera explicarle algo concreto a Orihime, así que, decidió terminar el trabajo mientras continuaba con su labor de enseñanza.
—¡Hey! La hora de los besos terminó —Dijo Armando al ver que en el ángulo en que ambos se encontraban, los hacía parecer muy cercanos, tanto que no podía observar ninguna separación.
Orihime se sobresaltó al escucharlo y trató de alejarse lo más rápido que pudo de Ulquiorra, cayéndose de la silla en el acto, él trató se sujetarla, pero el peso de la pelinaranja le ganó y apenas pudo mantenerse de pie a sí mismo. Ulquiorra la miró confundido y luego se preocupó al ver que no se levantaba.
—¿Estás bien? —Tampoco iba a demostrar su preocupación.
—¡Señorita Orihime! —En cambio Armando corrió a socorrerla.
—¡Estoy bien! —Respondió con las mejillas sonrojadas, aunque no era por la vergüenza de la caída, sino por el comentario —¡Y-yo puedo levantarme sola!
—¡Dios mío! ¿Estás segura? Te diste un buen golpe —Ella se levantó a toda velocidad.
—¡Estoy perfectamente bien! A lo mejor mañana amanezco con un moretón, pero no es nada.
—¿Segura?
—Por supuesto, suelo ser muy torpe a veces, pueden volver a la cabina.
—Bueno, vamos chicos.
—¿Podrías dejar de hacer tonterías? —Susurró Ulquiorra acomodando la silla de Orihime —Sé que estás nerviosa, pero deja de hacernos quedar en ridículo.
—L-lo siento.
La mañana continuó sin problemas, según Ulquiorra gracias a él, y según Orihime gracias a su gran apoyo moral.
—Mañana tendré preparados algunos arreglos para que puedan escucharlos, supongo que saben a qué me refiero.
—Si, murciélago, aunque me quedé con ganas de trabajar con Orihime.
—Es una lástima, no está capacitada para atenderlos. Es mi hora de salida, mujer, encárgate de dejar todo en su sitio.
—De acuerdo, ¡Saluda a Dan-chan de mi parte!
—¿Dan-chan? —Preguntó Armando —¿Quién es ese?
—Es el precioso hijo de Ulquiorra —Respondió ella con ilusión. Ulquiorra gruño por lo bajo.
—¡¿Eh?! ¿Hijo? ¿Tienes un hijo? ¿Cómo pasó? ¡No! No me cuentes como pasó, me refiero a cuando... ¿Por qué nunca me enteré?
La cara de Ulquiorra era de puro enojo, entonces Orihime supo que había errado... Otra vez.
—No debí decir nada, ¿verdad? —Él negó con un ligero pero amenazante movimiento de cabeza —Perdóname —Ulquiorra no contestó y salió de la sala —Diablos.
—¿Eh? ¿Se fue enojado? No puedo saberlo, siempre tiene la misma cara.
—Digamos que he abierto de más la boca.
—¿Se suponía que yo no tenía que saber nada?
—Creo que sí, es difícil entenderlo.
—Ya lo creo, cuando éramos jóvenes, no decía frases que tuvieran más de diez palabras, ¡te lo juro! Siempre que queríamos entablar con una conversación con él, solo respondía: Sí, no, tal vez, no es mi problema, no me interesa; y la mejor de todas: Hmp.
—Veo que su diccionario no sé ha actualizado mucho —Soltó una fuerte carcajada —Añade: Métete en tus asuntos; y tendremos a un Ulquiorra adulto.
—Por cierto, eres nueva trabajado aquí, ¿no?
—Exacto
—Hmm, y resulta que eres Fracción de Ulquiorra, me resulta extraño.
—Todos me lo dicen, aunque no entiendo porque.
—Ulquiorra es muy celoso con su trabajo, le molesta que alguien más se implique.
—Si, creo que he visto suficiente de eso, pero, Aizen-sama así lo decidió, al principio solo iba a capacitarme, pero dijo que sería más útil que fuera su Fracción.
—Lo que él dice siempre es ley. Oye, ¿te importa que me quedé un rato más? Me gusta platicar contigo.
—¡Claro! No hay problema. Tal vez podrías hablarme de porque le dicen murciélago a Ulquiorra.
—No lo entendí muy bien, pero creo que se refiere a que cuando tuvieron la idea de fundar su banda estaban en un viaje escolar en el zoológico, y justo pasaban por el área de murciélagos, Erik, el fundador, dijo: "¡Hey, Ulquiorra! Te pareces a esos bichos... ¡Un momento! Para la banda es una gran idea tener apodos, el de Ulquiorra será Murciélago". Desde entonces así siempre lo conocimos, no le molestaba y creo que hasta le gustaba.
—Es curioso viniendo de él, pero, pensándolo bien ¡si le queda!
—Lo mejor de todo era cuando coreaban su apodo, era excitante y gracioso a la vez.
—Apuesto a que odiaba recibir tanta atención.
—Si, siempre decía que era un martirio cuando las muchachas lo seguían, nunca fue muy popular como Erik o Nathan, pero habían chicas que se sentían atraídas por su aura.
—¿Y sabes que pasó para que su banda se separara?
—La universidad, nuevas responsabilidades de adulto, y un integrante quedó preso por beber en vía pública, supongo que también tuvo que ver un poco que Ulquiorra comenzara a trabajar aquí.
—Algo así me contó, claro, no a detalle.
—¿Y buscas a los demás para que sean más explícitos sobre su pasado?
—Más o menos, hay cosas que ni siquiera los demás quieren decirme.
—¿No deberías dejarlo? Si él no quiere contarte no tendrías que buscar por otro lado.
—Me dices eso después de hablarme sobre él, eres un poco incongruente.
—B-bueno, claro que era una sugerencia.
—Tal vez tome en cuenta tu sugerencia, es cierto que lo hago enojar cuando pregunto de más.
Terminó su jornada de trabajo pensando en que a veces Ulquiorra la tenía difícil para soportarla.
«Otra vez estás pensando en Ulquiorra, ¡tonta!» Y se dio un golpe en la cabeza.

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El inicio de este capítulo está basando en hechos reales xD, así me he enamorado yo, 100% real no fake, aunque en este caso Orihime no está aún enamorada, sólo empieza a fijarse en él.
Por cierto, no saben la tortura que fue no escribir murciegalo en vez de murciélago 😂(así les digo yo xD).

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