Intento.

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Orihime apenas ponía atención a su clase. Su mente divagaba entre cierto niño de ojos verdes y su futura vida.
—Señorita Inoue, contésteme.
—¿Eh? —Parpadeó repetidamente, saliendo de su trance.
—Les pedí hacer un ensayo y veo que no ha avanzado nada.
«¡Oh, mierda! »Había olvidado completamente que estaba en un seminario.
—Esto... Lo acabaré enseguida.
—Tiene 15 minutos.
Escribió con rapidez, llenó dos páginas tal y como el instructor había pedido, pero a la hora de leer su ensayo, nada tenía sentido. Suspiró frustrada y no tuvo más remedio que entregarlo.
Al acabar el curso, se preparó para salir e irse a casa, pero el instructor la detuvo.
—Señorita Inoue, quiero hablar unos minutos con usted.
—S-sí —Dejó su bolso en una silla y se paro frente al hombre.
—El seminario empezó hace casi una semana, pero no veo mayor interés en usted por él, ¿a caso no le interesa?
—¡No! Claro que me interesa. S-suelo ser bastante distraída, solo es eso.
—Ya. Escuche, llevo tantos años en esta profesión y sé cuándo alguien me miente. No le obligaré a darme explicaciones, pero sepa que si quiere hablar con alguien, estaré dispuesto a proporcionarle algunos minutos de mi tiempo. Entonces, ¿quiere hablar?
Ella asintió tímidamente y se sentó frente al instructor.
—Mmm, salgo... Salgo con alguien, y ese alguien tiene un hijo pequeño.
—Ya, y el niño la odia.
—¡No! Creo que no. Nos llevabamos muy bien hasta hace unos días, hasta que... Pues mi novio y yo decidimos confesar.
—¿Que hay de la madre del niño?
—Ella falleció, la verdad es que no sé hace cuánto.
—¿Sabe si falleció violentamente?
—No sé, mi novio no ha querido hablar mucho de ella. Cuando lo conocí, eso era un tema tabú. Pero, ¿eso que tiene que ver?
—Pienso que, de ser el caso, el niño generó un trauma.
—Yo pienso que, simplemente me ve como una intrusa.
—¿Por qué?
—Desde que conozco a mi novio, he sabido que a su hijo jamás le ha gustado que él salga con otras mujeres. Eso me hace creer que lo cela, o que tiene miedo de que aparten al padre de su lado. Al fin de cuentas, el pequeño no suele relacionarse con tanta gente, su papá siempre está ahí. Por eso me aceptó, porque demostraba ser alguien más para él, alguien que no es su padre. Me ve como una amiga, su confidente, aquella a quien le puede contar cosas que normalmente no le contaría a su papá. Y ahora que sabe sobre nuestra relación, creo que se siente traicionado: "confiaba en ti. ¿Entraste a mi vida con mentiras solo para quitarme a papá?"
—Entiendo. Supongo que sabe que hacer.
—Claro que sí, pero tengo miedo a equivocarme.
—¿Por qué se equivocaría?
—Cuando decidimos hablar con él tomé malas desiciones, debí esperar más tiempo, ¿no? Debí prepararlo.
—¿Por qué haría algo así? Su pareja debe ser quien lo prepare, por algo es su padre.
—No puedo dejar a Ulquiorra solo.
—Entiendo que sienta responsabilidad hacia ambos, hacia su pareja porque ahora están juntos, y hacia el niño por el cariño que le tiene, pero debe entender que no es su trabajo, no es su madre para solucionar sus problemas.
—Pero...
—Claro que puede participar, pero recuerde mantenerse al margen.
«¿Usted que sabe? Quién lo conoce soy yo»Pensó, pero sonrió incongruente a sus pensamientos.
—Muchas gracias por escuchar, ahora sí que necesito irme. ¡Nos vemos mañana!
Salió a toda prisa, y sacó su celular sin importarle la posible caída que sufriría. Buscó en sus contactos mirando de reojo el camino. Y cuando por fin encontró el número de Ulquiorra, se dispuso a marcar.
—Hey, ¿qué tal la clase?
—La verdad es que no puse mucha atención, pero eso no importa, creo que tengo una solución.
—Yo también, pensé que sería buena idea organizar otra salida... Pero cuando le planteé la idea salió corriendo y se escondió, no lo encuentro.
—¿Ya buscaste debajo del escritorio de tu oficina?
—Él jamás de mete a mi oficina.
—Eres tan novato... Búscalo ahí y verás.
—Bien... Dime cuál es tu idea.
—Creo que funcionará hablarle de mis temores, así él se sentirá más en confianza para hablarme de los suyos, entonces podré actuar.
—¿Me estás diciendo que utilizarás tus conocimientos de pedagogía con él?
—No del todo.
—¡Lo encontré! Oh, oh... Bueno, haz lo tuyo, ahora tengo que encontrarlo... Nuevamente.
—Suerte, querido.
De fondo solo escuchó a Ulquiorra correr tanto como lo hacía ella.
Llegó a su casa, y se tumbó en el sofá. Cerró los ojos y se puso a pensar en todas las posibilidades que tenía.
Si lo forzaba, iba a terminar ganándose su odio, pero si era demasiado sútil, probablemente él la ignoraría.
—Dios mío, jamás creí vivir algo parecido
.
.
.
—Dime, ¿lo encontraste? —Preguntó a Ulquiorra.
—Sí, pude detenerlo unos minutos y hablamos.
—¿De qué hablaron?
—Nada importante, solo acordamos el plan para cuándo vaya con sus abuelos. Decidimos que llamaría antes de dormir.
—Es un gran avance.
—Sí, no podemos ignorarnos si vivimos juntos.
—Claro.
—Entonces, ¿qué tienes planeado?
—Trataré de hablar con él, ¿puedes esperar aquí abajo?
—¿No necesitas mi ayuda?
—Espero que no.
—Bien, te deseo suerte.
Se dirigió a la habitación del niño y frente a la puerta sacó un cuaderno. Se apresuro a escribir.
"Hola, pequeñito. Soy Orihime, y quiero hablar un poco contigo, puedes contestarme por este medio o puedes utilizar tu voz, ¡tú decides! :3"
Arrancó la hoja y la metió debajo de la puerta. Escuchó los pasos del niño acercarse. Esperó pacientemente para obtener respuesta. Se preocupó al pensar que simplemente Daniel la ignoraba, pero cinco minutos después él le pasó la misma hoja con su respuesta.
"¿Podrías irte?"
Suspiró profundamente y dejó que sus labios dibujaran una sonrisa melancólica.
"Solo te pido unos minutos, por favor, ¿sí?"
Escuchó que Daniel soltó un suspiro de resignación.
"¿Qué quieres?"
"Antes que nada, me gustaría saber cómo estás :D"
"¿Tú qué crees?"
"Ha sido tonto preguntar jajaja bueno, pero al menos estás ahí. Bien, entonces me gustaría preguntarte: ¿Qué es lo que te molesta?"
Entonces dejó de obtener respuesta. Pasaron cinco minutos, después diez. Decidió escribir un nuevo mensaje.
"¡Hey! Dijiste que me ibas a contestar 7.7"
"No, no es cierto, es más, ni siquiera te dije que podías preguntarme algo."
"Sí, sí lo hiciste :P"
"7n7"
"¿Eso quiere decir que gané :D? Pero no me has respondido, ¿qué te molesta? Quiero saber."
"¡Tú jamás me dijiste que querías salir con papá!"
"¡Te juro que esa jamás fue mi intención al conocerlos, simplemente pasó, no lo vi venir, y cuando me di cuenta ¡Pum! De pronto él ya me gustaba... Hablo en serio, siempre fuiste tú primero para mí."
"Ajá."
"Pero es es en serio :C la verdad es que... Me daba miedo tu reacción cuando supieras que él me gustaba. No quiero que estés molesto conmigo."
"¡Pues parece que lo hiciste a propósito, traidora!"
—Escucha, Dan-chan, puedo entender que te sientas traicionado, pero para nada es lo que piensas. Si crees que Ulquiorra te abandonaría para estar a mi lado, ¡estás completamente equivocado! Él te ama, te ama más que a nada, es más, si le dieran a escoger entre tú y su trabajo, el te elegiría mil veces antes que Las Noches. Lo mismo pasa conmigo, aunque yo le rogara de rodillas, jamás te cambiaría por mí. Y tampoco es mi intención quedarme con él para mí sola, quiero que estemos los tres juntos, divirtiéndonos y siendo felices.
"¡Pero tú ni siquiera eres parte de mi familia!" La respuesta fue dura, pero Orihime no se doblegaria, no en ese momento.
—¡Eso es un hecho! Jamás compartiremos lazos sanguíneos, pero a como yo lo veo, nosotros también podemos construir a nuestra propia familia, con aquellos a quienes queremos, como Kurosaki-kun ¿recuerdas cuando te hablé de él? Lo considero como a un hermano, siempre estuvo a mi lado, y aunque en algún momento mis sentimientos se volvieron románticos hacia él nunca me abandonó. Lo mismo contigo, me gusta pensar que eres como un hermanito pequeño al que tengo que proteger —Después de unos minutos sin obtener respuesta siguió hablando —Bueno, tengo que irme porque tengo tarea... ¡Es inconcebible tener tarea en periodo vacacional! Pero solo es culpa mía, decidí meterme a ese seminario y ahora tengo que hacerme cargo, ¡nos vemos después, Dan-chan! Y piensa en lo que te dije.
Se dirigió a la sala y encontró a Ulquiorra con su guitarra.
—¿Terminaste? —Preguntó él en cuanto la vio.
—Sí.
—¿Te volvió a hablar?
—No, pero espero que después de lo que le dije lo piense mejor. ¿Vas a tocar algo para mí? —Dijo señalando la guitarra.
—No, solo la estoy afinando.
—¿Y por qué la afinas si no la vas a tocar?
—Porque estoy aburrido, no me gusta estar de vacaciones porque no tengo nada que hacer.
—¡Oye! El descanso es vital.
—Sí, pero mi horario de trabajo es bastante relajado, es suficiente para mí.
—Eres muy extraño, querido, pero así te quiero —Se tiró a sus brazos y le dio un beso en los labios —Tengo que irme, ¡Hasta luego!
—¡Espera! Te llevaré a casa —Pero ella se adelantó y corrió a la salida —Y se atreve a decirme extraño.
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Orihime se estiró en los brazos de Ulquiorra y soltó un gran bostezo.
—Vete a la cama si quieres —Le dijo Ulquiorra.
—No, gracias, quiero terminar de ver la película.
—Así como te veo, creo que te será imposible.
—¡Bah! Estoy al cien —Volvió a bostezar involuntariamente —Tal vez al noventa.
Se concentraron nuevamente en la película frente a ellos.
—¡Hey, Ulquiorra!
—Hmm.
—No me dijiste como fueron las cosas después de que hablé con Dan-chan.
—No ha cambiado mucho, en la noche siguió igual, al día siguiente me habló un poco más y así, hasta que fue con sus abuelos, esta mañana me llamó y dijo que se irían a un balneario.
—¿Y te ha hablado de mí?
—Mencionó que consideraría traerte un souvenir, dijo que tal vez lo consideraría.
—Bueno, eso es un avance, un mes más y seremos como antes —Le sonrió con ternura y se envolvió en sus brazos.
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¡Hola, bebés! ¿Cómo están? ¿Ya de vieron al espejo y de dijeron lo hermosos que son? Espero que si :3
Bueno, las cosas no se podía solucionar con facilidad, pero Daniel no podrá estar enojado con Orihime para siempre ¿o sí?

Buscando MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora