La pierna de Orihime no dejaba de moverse, y pronto se unieron sus dedos.
-Basta -La regañó Gin por tercera vez.
-Lo siento -Respondió ella tensando sus miembros para evitar el movimiento, y se concentró en el informe que tenía en frente. Pero unos minutos después, el movimiento involuntario volvió a su pierna.
Gin se frotó las sienes.
-Ve a dar una vuelta y regresa cuando estés más tranquila.
-Y-yo lamento la molestia.
-¿Pasa algo, Orihime? -Preguntó Aizen -¿Algo te perturba?
-No, nada. Más bien estoy emocionada.
-¿Ah, sí?
-Hoy saldré con algunos amigos, me siento ansiosa.
-Entiendo, pero no dejes que eso afecte en tu trabajo. Sal un momento y regresa cuando te relajes.
-P-puedo terminar con el informe.
-Hazme caso.
-Bien... -Salió de la oficina de Aizen y se dirigió a la suya.
-¿Terminaron? -Preguntó Ulquiorra al verla entrar.
-Aún no, me dijeron que saliera a dar una vuelta.
-¿Qué hiciste ahora?
-Nada, solo tenía un tic en la pierna que los molestó -Se sentó frente a su escritorio -Es algo que no puedo evitar.
-¿A qué se debe?
-¡Estoy emocionada! Hoy es Halloween y ansío nuestra salida.
-Bah, te emocionas por cosas tontas.
-No me digas que a ti no te emociona, eres tan desagradable.
-La única razón por la que voy es para cuidarlos.
-Mhm, claro, cuidarnos. ¿De qué planeas cuidarnos exactamente?
-De muchas cosas, por ejemplo: de tu ingenuidad, de la mala suerte de Nelliel y de la hiperactividad de Daniel.
-Olvidas tu mal humor, de eso sí tienes que cuidarnos, puede ser contagioso -Ulquiorra rodó los ojos -Es extraño que Las Noches esté tan vacío -Dijo después de unos segundos de silencio.
-Se te avisó que hoy casi nadie venía.
-Lo sé, yo tampoco hubiera venido de no ser por ti.
-¿Por qué por mí?
-¿Eh? -Se sonrojó al entender el significado de sus propias palabras y desvió la mirada sumamente nerviosa -P-para que no me extrañes, t-también lo hago por Nell-chan y Szayel-kun, aunque él no haya venido. No quiero decir que sea algo especial, solo... Me gusta pasar tiempo contigo... ¡Con ustedes! Ya sabes, hablo de Nell-chan... ¿S-sabes qué? Me siento mejor e iré a terminar el informe. ¡Nos vemos más tarde! -Y salió con la cara hirviendo de vergüenza.
《Está loca 》
-Está listo, Aizen-sama -Anunció entregándole al castaño una carpeta con su informe impreso. Aizen lo hojeo con rapidez y le sonrió satisfecho.
-Fue más rápido que tu último informe, y también se ve más completo, felicidades, Orihime.
-Bueno, Ulquiorra siempre me regaña por entregar porquerías, aprendí bastante con él.
-Eso creí, fue un total acierto elegirlo a él para capacitarte. Aún hay mucho que él pueda enseñarte, así que, espero ver mejoras en tu trabajo. Puedes regresar a tu oficina.
-¡Muchas gracias, Aizen-sama!
-¿Esta vez está listo? -Preguntó el pelinegro.
-Sí, Aizen-sama me dijo que se ve bien mi reporte.
-Estaría decepcionado si fuese lo contrario -Recordó todos los regaños que le dio a Orihime mientras le enseñaba a hacer los reportes que debía entregar cada mes.
-Me pregunto, ¿tienes algún plan para esta noche?
-Sí, saldremos al cuarto para las seis, iremos a Hueco Mundo y Karakura, regresaremos antes de las nueve y las llevaré a casa.
-Me parece un buen plan, pero tengo algunas observaciones.
-Te escucho.
-Iremos a Hueco Mundo, Karakura y La Sociedad de Almas, iremos al Festival de Terror en el Sereitei, comeremos hamburguesas, regresaremos a la feria y vendremos después de las diez de la noche, entonces podrás llevarnos a casa a Nell-chan y a mí... Aunque yo podría pasar la noche con ella y te ahorrarás un viaje.
-Tu plan me parece innecesario.
-Tu plan me parece inconcreto. Nell-chan decidirá.
-No, sabes bien que ella elegirá el tuyo sin evaluar los puntos negativos que tenga.
-Y es por eso que ella decidirá.
-Mujer...
-¡No te escucho! -Comenzó a burlarse tapándose las orejas -Pierdo señal. Ulquiorra, adióóós -Y comenzó a teclear en su computadora.
-¿Por qué aún no la tiro de un puente? -Se preguntó mientras que la miraba con los ojos entrecerrados -¡Hey! -Se quejó al recibir una pluma en la frente.
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Orihime se miró nuevamente en el espejo.
-Nada mal -Dijo al terminar de trenzar su cabello.
Ajustó su corsé y aliso su falda larga. Su traje era un corsé color vino y una falda larga y amplia en color negro, llevaba una capucha negra que cubría su cabeza. Decidió hacerse una trenza la cual llevó a su hombro izquierdo para que resaltara. Su maquillaje era bastante cargado y se llenó los labios de sangre falsa, la cual escurrió hasta su clavícula antes de secarse.
-Me pregunto si Ulquiorra se pondrá algo especial -Dijo poniéndole pegamento a una prótesis falsa de colmillo. Se dio un pequeño golpe en la cabeza al notar que nuevamente había nombrado al pelinegro.
Se puso los colmillos y los manchó con un poco de sangre.
Salió de su casa rumbo a la de Ulquiorra.
Al llegar, tocó el timbre y esperó con paciencia a que le abrieran. Ulquiorra la recibió y la miró de arriba a abajo un par de veces.
-Cada minuto me arrepiento de haber aceptado.
-Sí, yo también me alegro de verte, Ulquiorra -Observó que él tenía en su brazo una tela amarilla -¿Qué es eso?
Ulquiorra extendió la tela, revelando así un disfraz de león. Orihime rio al imaginar que se trataba del disfraz del año pasado de Daniel.
-Pensé que sería buena idea llevar un león-vampiro, es original y dudo que algún otro niño llevase algo parecido.
-Claro, suena genial, y sonará mejor cuando mañana llegues al trabajo y me digas de Dan-chan no quiere hablar contigo hasta el próximo mes.
-Estoy dispuesto a hacer sacrificios.
-Déjame ver si entiendo, ¿estás haciéndote el gracioso? ¿A caso te sientes mal?
-Déjame responderte: No, no estoy siendo gracioso, hablo en serio; y no, no me siento mal.
Ulquiorra observó nuevamente el disfraz.
-Saca esos malos pensamientos de tu mente, Dan-chan te va a mandar al diablo si le acercas eso.
-No si no se da cuenta. Entra rápido -Y caminó con prisa para buscar a su hijo, claro, pensando en la forma en la que le pondría el traje.
Orihime se sentó en la sala, y un chasquido llamó su atención. Dirigió su mirada a varios puntos de la habitación.
-Orihime-chan -Un susurro la hizo concentrarse en un estante, donde Daniel yacía escondido.
-¿Dan-chan? -Se acercó al mueble -¿Qué haces ahí?
-Habla más bajo. Hace rato vi a mi papá con el estúpido disfraz de león, y después escuché la plática que tuvieron hace unos minutos... ¡No pienso dejar que me ponga esa cosa!
-¿Y planeas quedarte ahí escondido?
-Al menos hasta que se arrepienta de sus decisiones.
-O sea que para siempre.
-Tal vez...
-¿Y qué hay de nuestra salida?
-¡Ah! Aquí estás -Habló Ulquiorra detrás de Orihime. Ella dio un grito y se cayó hacia atrás, mientras que Daniel cerraba las puertas del estante.
Ulquiorra abrió las puertas y sacó a Daniel, quien pataleaba tratando de huir.
-¡Auxilio, Orihime-chan!
-¡Ulquiorra, suéltalo! -Gritó ella con la voz temblorosa, ambos varones la miraron con la ceja arqueada.
《Sí crees que con ese tono puedes convencer a alguien, estás muy equivocada, mujer 》Pensaron ambos.
Dan aprovechó el momento para escapar de los brazos de Ulquiorra.
-Iré a ponerme mi verdadero disfraz -Y corrió sin mirar atrás.
Orihime tomó del brazo a Ulquiorra cuando este quiso perseguir a Daniel.
-No insistas con eso, Ulquiorra.
-¿Qué tiene? Se lo merece.
-¿A qué te refieres con "se lo merece"?
-Estoy molesto por todas las libertades que se ha estado tomando, por ejemplo, organizar planes sin mi permiso.
-¿Es un tipo de castigo?
-Más o menos. No me veo castigándolo porque soy malísimo para eso, y tampoco me gusta gritarle, mucho menos voy a golpearlo, no entiendo por qué la gente le pega a sus hijos, es monstruoso. Así que, solo busqué algo que lo molestara.
-No entiendo como lograrás que él entienda con eso.
-Es listo, sabrá que es lo que intento advertirle.
Daniel regresó a la sala y se sacó la falsa dentadura de la boca.
-Estoy listo -Anunció y volvió a ponerse los colmillos.
Orihime se rio al verlo.
-No quiero ver como te metes y sacas eso en la boca.
-¿Qué tiene? A mí se me hace divertido verlo.
-Tal vez al principio, pero no cuando te das cuenta qué con el tiempo se ensucia las manos y todas las bacterias van a parar a su boca. Tengo unos colmillos falsos como los tuyos, iré por ellos.
-¿En serio tienes unos?
-Sí, hace un tiempo fui a una fiesta con Yammy.
-¿Fuiste a una fiesta?
-Sí, yo también salgo a divertirme.
Orihime miró sorprendida a Daniel, tratando de buscar respuestas, él asintió confirmando las palabras del mayor.
Ulquiorra fue a su habitación y minutos más tarde regresó a la sala con un estuche en donde venían los dichosos colmillos.
-Solo tenemos que conseguir pegamento, el mío creo que ya caducó.
-¡Traigo el mío! -Respondió ella buscando en su bolso.
-Gracias. Daniel, siéntate aquí.
Él obedeció y Ulquiorra le puso los colmillos con paciencia.
-Podemos irnos -Anunció Ulquiorra.
-¡Un momento! -Lo detuvo Orihime -No pienso llevarte vestido así -Señaló sus prendas.
-¿Qué tiene?
-¡Es Halloween! Tienes que salir disfrazado.
-En los adultos no aplica -Orihime se señaló a sí misma -En los adultos maduros no aplica -Corrigió sus palabras.
-Tú no eres para nada maduro, y los adultos también pueden disfrazarse. Así que, ve a ponerte algo de acuerdo a la fecha.
Ulquiorra se fue a su habitación y regresó con una larga gabardina puesta.
-¿Feliz?
-Claro que no, ¿qué clase de "disfraz" es eso?
-Dire que soy un asesino serial, o un detective. Solo es cuestión de utilizar tu imaginación.
Orihime hubiera seguido replicando, de no ser por Daniel, que inocentemente dijo:
-¿Entonces siempre que te pones eso es porque vas disfrazado?
Orihime no aguantó la risa, Ulquiorra rodó los ojos y Daniel se preguntaba porque la pelinaranja se reía desquiciadamente.
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.
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-Nell-chan dijo que nos vería aquí hace diez minutos.
-¿No es esa?
Orihime dirigió la vista hacia el punto que Ulquiorra señalaba. A lo lejos, vieron a Nelliel acercarse a paso lento.
-¡Uf! Pensé que no lo lograría -Dijo la peliverde -Esta cosa es superincómoda al caminar -Se quejó de su disfraz, el cual era de sirena, y la cola se ajustaba en sus piernas reduciendo su movilidad.
Nelliel suspiró nuevamente y analizó a los presentes en silencio.
-¡Dan-kun! -Se abalanzó emocionada a Daniel.
-Ne-Nell-chan -"Saludó" él, aunque en realidad estaba siendo asfixiado por el abrazo.
-¡Estás tan grande! Mírate, por poco no te reconozco.
-Y tú no has cambiado nada.
-Sí, yo ya no crezco. Hola, Orihime-chan -Le dio un par de besos en las mejillas -Hola, Ulquiorra-sama -A él le dio un fuerte abrazo.
-No me toques, no me toques... Bien, ahora suéltame.Nelliel soltó una carcajada.
-¿Y bien? ¿A dónde vamos primero?
Orihime se apresuró a contestar.
-Vayamos al centro de Karakura, ahí los dulces se acaban pronto. Después vayamos a los alrededores. Luego vayamos a Hueco Mundo y por último a La Sociedad de Almas, ahí hay una feria.
-Te dije que solo iremos a Hueco Mundo y Karakura, mujer. Primero a Karakura, andando.
Las dos mujeres y el niño lo vieron irse. Ulquiorra se detuvo al notar que nadie lo seguía.
-Prefiero ir a donde dice Orihime-chan -Dijo Nelliel.
-Yo también -Dijo Daniel.
Orihime miró victoriosa a Ulquiorra.
-Iremos a Hueco Mundo -Y continuó su camino.
Las otras tres personas tomaron la dirección contraria. A Ulquiorra no le quedó más opción que seguirlos mientras refunfuñaba.
《Estúpida mujer, estúpida Nelliel... ¡Ah! Y ahora mi hijo es un traidor》
Tal y como Orihime dijo, llegaron a Karakura, donde la gente se atiborraba alrededor de los negocios y afuera de las casas.
Orihime tomó con fuerza a Daniel de la mano, y le indicó a Nelliel que no se separara de Ulquiorra en ningún momento, todo esto para no perderse entre la gente.
Siguieron el recorrido que la misma gente había establecido, mientas que las mujeres hacían algunas bromas, Daniel trataba de escucharlas y Ulquiorra se quejaba.
Eternos minutos después, salieron de la fila hartos de esperar y con muy pocos dulces en sus costales.
-Eso no resultó como esperaba -Aclaró Orihime limpiándose el sudor de la frente -No recordaba que se pusiera así de lleno.
-Ya lo creo, pero ha sido un alivio para mí -Dijo Nelliel mientras señalaba la cola de sirena -Esto me hace dar pasos muy pequeños y ahí podía andar al ritmo de los demás.
Orihime se burló de ella, y después dirigió su mirada a Ulquiorra, quien se mantenía apartado.
-¿Podrías hablar con nosotras? Deja de ser tan callado.
-No -Respondió sin mirarla.
-A Ulquiorra-sama no le gusta que le lleven la contraria. Pero, Ulquiorra-sama, esta vez no estuvo tan mal. Sigamos nuestro camino.
Avanzaron hacia Hueco Mundo, donde todo estaba más tranquilo, según Ulquiorra, era porque el barrio estaba ocupado en su mayoría por adultos, y los jóvenes y niños que vivían ahí decidían ir a los otros barrios. Aun así, no se detenían para organizar fiestas privadas o eventos públicos. Y justo en ese momento, había una banda dando un concierto gratuito, mientras que algunos de los organizadores daban bolsas de dulces a los presentes.
Decidieron detenerse un momento para poder disfrutar del concierto mientras que descansaban, Orihime se entretuvo jugando con Daniel, por otra parte, Ulquiorra y Nelliel hablaban del concierto y peleaban un poco.
En cierto momento Orihime vio que Nelliel abrazaba a Ulquiorra y él la tomaba de la cintura mientras hacían algunas bromas (eso supuso porque soltaba fuertes carcajadas), sin previo aviso una fuerte incomodidad la invadió. Desvió la mirada hacia los integrantes del concierto, pero las risas de sus amigos le llegaban a los oídos.
-Es normal, siempre han sido así -Se dijo tratando de aliviar su pesadez.
-¿Dijiste algo? -Preguntó Daniel.
-¡Oh! Nada, nada. A veces hablo sola... ¡No es porque esté loca! Mi mente está bien, es solo que tengo mucha imaginación y...
-Te recuerdo que yo solo pregunté si me habías hablado -Ella se sonrojó.
-Oh, oh... Lo siento jeje.
-Hey, ¿podemos irnos? -Preguntó Ulquiorra acercándose.
-Ulquiorra-sama se quiere ir después de dar sus "amables" críticas sobre el concierto. ¿Seguimos en este barrio o vamos a otro?
-Orihime quería dar toda la vuelta a Hueco Mundo, será mejor que nos apresuremos.
Ulquiorra y Nelliel comenzaron a caminar, mientras que Orihime y Daniel los seguían en silencio. La pelinaranja comenzaba a incomodarse.
En algún punto del recorrido, Nelliel se giró hacia sus otros acompañantes.
-¿Pasa algo, Orihime-chan?
-¿Eh? ¿Por qué lo preguntas?
-De pronto te quedaste callada.
-Lleva en silencio desde el concierto -Aclaro Daniel.
-B-bueno, es que Dan-chan estaba tan concentrado viendo las calles, así que, no quise interrumpirlo.
-Mhm -Daniel no le creyó nada.
-Está bien, entonces sigamos -Por su parte Nelliel no dudó sobre ninguna de sus palabras.
Minutos después, Nelliel miró de reojo a Orihime, quien no separaba la vista de su mano sosteniendo el brazo de Ulquiorra, entonces comprendió su repentino silencio: ¡Orihime estaba celosa! Sonrió con picardía.
-Ulquiorra-sama -Llamó al hombre a su lado.
-¿Qué?
-¿Te importaría si paso unos minutos con Dan-kun? Solo vine para verlo, pero no he estado con él en todo el rato.
Ulquiorra miró detrás de sí, encontró a Orihime tomando de la mano a su hijo.
-Es cierto que no se han separado -Se soltó de la mano de la peliverde -No me molesta, solo trata de no perderlo.
-¡Entendido!
Caminó hacia Daniel y lo tomó de la mano que tenía libre.
-¿Me permites? -Le preguntó a Orihime.
-Todo tuyo.
-Gracias, ahora te toca estar con Ulquiorra-sama.
-¿Cómo que me toca?
-Sí, yo estuve con él y tú con Dan-kun, ahora me toca estar con Dan-kun y a ti con Ulquiorra-sama -La tomó del hombro y la hizo caminar hacia Ulquiorra -¡Diviértanse!
Orihime la miró con la boca abierta, luego se giró a Ulquiorra y le dedicó una sonrisa tímida.
-H-hola.
-Hmp.
《Esto va a ser eterno》Conforme los minutos avanzaban, Orihime se ponía más nerviosa, caminaba a lado de Ulquiorra en completo silencio. Miraba a Nelliel y a Dan, quienes hablaban amenamente.
《¿Cómo lo hace Nell-chan?》Se preguntaba recordando las pláticas que tenía con Ulquiorra normalmente, las cuales solo trataban de trabajo y pequeñas burlas.
《¡¿Qué?! ¿Es en serio que lo único que puedo ofrecerle son charlas de trabajo?》
-Em... ¿Ulquiorra?
-¿Qué?
《Bien, ya diste el primer paso, ahora, inventa algo... ¡Rápido!》
-Hace rato no te pregunté sobre el concierto, ¿qué te pareció?
-Regular. La música era buena, pero les faltaron algunos ensayos, porque sonaban disparejos, y noté que una guitarra estaba desafinada. Y también hizo falta una mesa con bebidas, me moría de sed y en verdad esperaba que dieran algo de tomar.
-¿Quieres ir por algo? Acabamos de pasar el súper.
-Sí.
Ambos dieron la vuelta, sorprendiendo a Nelliel y Daniel.
-¿Pasa algo? -Preguntó Nelliel.
-Vayamos por algo de tomar -Contestó Ulquiorra.
Siguieron su camino cuando cada uno tuvo su bebida en la mano.
-¿Estás satisfecho? -Preguntó Orihime viendo como Ulquiorra soltaba un suspiro después de beber.
-Sí -Contestó él limpiándose los labios con su manga -No me había dado cuanta hasta que punto estaba sediento.
-¿Quieres que la guarde? -Preguntó señalando su botella.
-¿No te molesta?
-Para nada -Él le entregó su botella -Bien, ya que recorrimos Hueco Mundo ¿podemos ir a La Sociedad de Almas? Quiero ir al festival.
-No es como que tenga otra opción.
-Vayamos a La Sociedad de Almas -Anunció ella a Nelliel y Dan.
Ya en aquel barrio, Orihime olvidó toda la vergüenza que tenía, tomó de la mano a Ulquiorra y lo arrastró para ver los negocios de la feria.
-Probemos eso -Dijo babeando al ver las manzanas acarameladas -¿Quieren una, Dan-chan, Nell-chan?
-Yo sí -Respondió Nelliel.
-A mí no me gustan las manzanas -Contestó Daniel.
-Mo, está bien.
Ulquiorra suspiró al ser arrastrado nuevamente cuando Orihime obtuvo su manzana acaramelada. Ella lo condujo a un puesto de donas.
-Mejor dime que tienes hambre y te compraré comida de verdad.
-Bueno, sí tengo un poco de hambre, pero quiero comer de todo lo que venden aquí.
-Acabo de ver un restaurante cerca, vayamos.
-Pero...
-Vayamos y no discutas.Ulquiorra la tomó del brazo.
Entraron al restaurante, el cual era bastante sencillo, pero tenía lo suficiente. Orihime se apresuró a comer, pues quería volver y divertirse, Ulquiorra se tomaba su tiempo, cosa que irritaba a la chica.
-Date prisa.
-Si me doy prisa, me ahogaré.
-Bieeen... Ahora mismo estaría en los carros chocones, oh, y estaría comiendo aquellas banderillas que vi, se veían tan deliciosas, tal vez se hayan acabado, es una lástima.
-Tus provocaciones no harán que me dé prisa.
-¡Rayos!
Ulquiorra pidió la cuenta y Orihime no dudó ni un segundo para llevarlo nuevamente a la feria.
Para satisfacción de Orihime pasaron por varios negocios, mayormente de comida, cosa que sorprendía a Ulquiorra, haciéndolo preguntar donde cabía tanta comida en un pequeño cuerpo.
-Dime una cosa, mujer, ¿cuánto mides?
-¿Por qué lo preguntas?
-Porque llevas todo el rato comiendo, me pregunto a donde se va todo lo que consumes.
-Siempre he tenido un gran apetito.
-Ya me di cuenta -Dijo irónico viendo la tercera dona en una de sus manos y un plato de takoyakis en la otra.
-No sé por qué te sorprende, en la oficina siempre estoy comiendo... Pero esto será lo último, después iremos a las atracciones, y no quiero vomitar arriba de los juegos.
-Me alegra saber que eres consciente de cuando parar.
Se adentraron a un más en la feria, deteniéndose frente a un juego que se trataba de lanzar pelotas dentro de una cesta para ganar un premio.
-¡Alto! -Anunció ella -Paremos aquí.
Ella pagó por su intento, perdiendo casi inmediatamente. Ulquiorra se burló con ganas.
-Inténtalo tú y veremos quien ríe más-Con mucho gusto, pero no vengas a llorarme cuando veas el premio en mis manos.
Ulquiorra lo intentó, y para felicidad de Orihime, perdió en el último momento. Ella no se hizo esperar y estalló a carcajadas. Ulquiorra rodó los ojos y comenzó a defenderse.
-No me vengas con esas risas, tu intento fue mucho más patético, aún sigo siendo mejor en puntería.
-Claro, ahora dilo sin llorar.
-¿Perdón? Pero quien tiene los ojos llorosos eres tú, mujer.
-¡Por supuesto que no están llorosos! Es la iluminación.
Ulquiorra no evitó soltar una risa de burla, Orihime lo miró sorprendida e inmediatamente respondió con una sonrisa tímida. Sintió una calidez en su pecho, incluso sintió que sus mejillas enrojecían, y comprendió que le gustaba verlo sonreír o disfrutar algo.
-¿Po-podemos ir al juego de la diana?
Ulquiorra se encogió de hombros.
-Ya estamos aquí.
Caminaron con lentitud, poco a poco sus cuerpos se acercaban, y en un arrebato de valentía, ella pasó su mano por el brazo del hombre.
Ulquiorra la observó curioso, pero no le dijo nada, y tampoco se apartó. Ella sonrió al ser aceptada, y aprovechó para apegarse más a su brazo.
Disfrutaron de varios juegos, incluso se detuvieron a ver una corta obra de teatro guiñol, Orihime se la pasó riendo todo el rato, y Ulquiorra en algunos momentos le devolvía la risa.
-¡Oh! Los fuegos artificiales van a comenzar -Dijo emocionada al ver como comenzaban a apilar la pólvora -Vayamos ahí -Señalo una grada -Tomemos el lugar más alto.
Ulquiorra la ayudó a subir los escalones, y se sentaron en una esquina, algo apartados de los demás espectadores.
La función de fuegos artificiales comenzó, Orihime observaba cautivada, luego, su corazón palpitó con fiereza al ver el perfil de Ulquiorra.
《¡Dios mío! Es tan guapo》
Él le regreso la mirada, y se concentró en sus ojos.
《C-creo que sí me gusta Ulquiorra... Tiene que ser eso》
Ella bajó su vista hacia los labios del pelinegro y se inclinó a él con lentitud. Ulquiorra ladeo la cabeza unos centímetros, dejando que Orihime se acercara.
Ambos sintieron que su corazón estallaría. Las manos les temblaba al sentir la respiración del otro tan cerca.
Orihime cerró los ojos al sentir el tenue roce en sus labios.
Ulquiorra se apartó con velocidad y lanzó la pregunta:
-A todo esto... ¿En dónde está mi hijo?
Orihime parpadeo desilusionada por no concluir la acción, hasta que las palabras de Ulquiorra tomaron significado: ¡¿En dónde diablos se había metido Daniel?!
.
.
.
Escuchó que su celular sonaba. Lo recogió de la mesa y miró la pantalla: recibía una llamada de Orihime.
-Hola, Orihime-chan.
-Dime por favor que Daniel está contigo -Habló la mencionada con preocupación.
Nelliel miró al niño a su lado.
-Sí, está aquí.
-¡Gracias a Dios! ¿En dónde están?
-En mi casa, estamos viendo una película.
-¿Q-qué están haciendo ahí? ¿Cuándo se... ¡Ulquiorra, cállate! No me dejas oír... Perdona, Nell-chan, es que estábamos preocupados... Te dije que te calles, te las das de adulto responsable y mira lo que pasa... Pero también es tu culpa.
-Llámame cuando terminen de pelear.
-¡¿Escuchaste eso, Ulquiorra?! Por tu culpa Nell-chan va a...
Nelliel colgó.
-¿Por fin se dieron cuenta de nuestra ausencia? -Preguntó Daniel.
-Sí, tardaron tres horas.
-Jamás lo creí de papá.
-Pudo ser peor... En fin, ¿quieres más comida?
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¡Hola, bebesaurios! (Jeje, bebesaurios xD) Aquí les dejo el primer capítulo del año :3 Me emociona porque por fin Hime se da cuenta de sus sentimientos hacia Ulqui 😍 Ahora solo falta que él reconozca que le gusta Hime :v pero ya habrá tiempo para eso.
Pero, comenten: ¿Cómo les fue en año nuevo? ¿Tuvieron fiestas o estuvieron en sus casitas? ¿Cómo los trató el año?
Bueno, me despido no sin antes desearles un muy feliz año nuevo, deseo que esté lleno de bendiciones, salud y prosperidad para ustedes 💖 ¡Los amo!
PD. Hace una semana sin querer subí el borrador de este cap xD Pido perdón si los ilusioné para nada jsjs
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Buscando Mamá
Fiksi PenggemarMientras Orihime busca un nuevo trabajo para arreglar su destrozada vida, se encuentra con memorables personajes que la hacen sentir como si hubiera renacido, entre ellos, Ulquiorra Cifer, su amargado compañero, y junto a él, su adorable... ¿Hijo? ¡...