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Al sentir la claridad en el ambiente, y los ligeros ruidos del exterior, sabiendo que ya era de mañana, Changkyun abrió sus ojos lentamente y luego frotó su rostro para quitar cualquier resto de sueño que hubiera en el.

Al moverse, ligeramente, sobre el colchón, notó un peso a su lado, y extrañado, miró a su derecha. Kihyun seguía profundamente dormido, estando boca abajo y con el rostro de su lado, una de sus manos en un puño cerca de la almohada.

Changkyun se le quedó mirando un momento, recordando la noche anterior y sintiendo sus labios picar por querer besar y morder esa pálida piel nuevamente. Admiró sus facciones relajadas, sus pestañas largas, sus lunares y sus lentas respiraciones… hasta que vió algunas rojeces en su cuello y hombros, eso provocó una pequeña sonrisa en el cobrizo.

Con cuidado de no despertarle, giró sobre si mismo y tomó una libreta junto a un lapiz que siempre dejaba en la mesita de noche para, volviendo a posar su mirada sobre el mayor, empezar a bosquejar algunas lineas en una de sus hojas. Era tal su concentración, que no notó que Kihyun había despertado hasta luego de varios minutos en donde el pelinegro le miraba, con esos ojitos brillantes y cargados de sueño todavía.

— Oh, buenos días… — Changkyun le saludó, primero con sorpresa para, rápidamente, pasar a una linda sonrisa.

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó, su voz lenta, pesada y ronca. Kihyun miró sus manos y al notar el dibujo, a sabiendas de que estaba desnudo y recordando la noche anterior, sintió su rostro arder mientras intentaba esconderse entre las mantas.

— Oh, vamos — Se quejó el menor, dejándose caer a su lado para agarrar su cadera e inmovilizarlo en el lugar. Acercó su rostro al del mayor y le robó un lento y suave beso, deleitándose con su sabor y la dulzura de sus labios — No seas tímido ahora — Le susurró al separarse, con una sonrisa burlona.

— Idiota — Fue la respuesta del mayor, ganándose una carcajada de Changkyun.

— ¿Cómo te sientes? — El menor consultó, todavía sonriéndole mientras se acomodaba mejor a su lado.

Kihyun le miró en silencio, admirando su rostro, su cuello y pecho hasta donde esa piel se perdía por debajo de las mantas que también tapaban su cuerpo, solo dejando su cabeza fuera. Lo que había hecho anoche era una completa locura… pero no se sentía mal por ello.

— Estoy bien — Suspiró lentamente con una pequeña sonrisa tirando de sus comisuras — Siempre has sabido como cuidarme… — Cuando fue conciente de lo que estaba diciendo, su voz perdió fuerza y su mirada se perdió en algún lugar vacio, rememorando.

Changkyun entonces lo percibió, como las emociones surcaban el rostro del mayor, esos ojos que habían despertado brillantes y dulces, de repente lucían opacos y su rostro había perdido toda la emoción anterior.

— Kihyunie… — Murmuró, queriendo hacer contacto con esos ojos tristes.

— Estoy bien — Respondió rápidamente — Mi cuerpo no duele… estoy bien.

"Pero seguramente tu corazón no lo esté", pensó con cierto dolor apretando su pecho. Changkyun se acercó aún más al cuerpo contrario y, buscando su mirada, habló.

— Déjame explicar lo que sucedió esa vez… lo que verdaderamente pasó — Murmuró, decidido.

Kihyun no supo que decir, por que realmente quería saber, pero también sabía que dolería de igual manera que si no lo supiera, por lo que únicamente mantuvo el contacto visual con el menor y esperó…

 Not Mine || Changki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora