Not Mine || Changki

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— Es realmente divertido, deberías venir algún día, la pasarás bien — Jooheon le sonrió a su amigo, dándole un trago a su cerveza luego.

— Lo dudo, no creo que sea mi estilo — Changkyun se encogió de hombros, disculpándose con él.

— Oh vamos, hombre — Se quejó el mayor pero luego suspiró — Bien, cuéntame… ¿Qué más haces aquí aparte de pintar?

El cambio de tema le agradó al cobrizo, ya se estaba cansando de las repetitivas anécdotas en antros y bares de su amigo.

— Bueno… — Una pequeña sonrisa salió de sus labios al pensar en Kihyun — Creo que debo contarte algo, Heonie.

La mirada del rubio viajó instantáneamente al menor, sentado a su lado, cuando le escuchó usar ese apelativo cariñoso, había captado su completa atención.

Entonces Changkyun se aventuró a contarle sobre Kihyun, nuevamente. Pero esta vez le contó más sobre su situación, sobre las idas y venidas estas semanas y como, finalmente, habían llegado a un acuerdo, pudiendo aclarar sus diferencias y perdonarse por todo en estos años que transcurrieron alejados. Su rostro se mostraba iluminado, su corazón latía fuerte por qué, a pesar de no haber confirmado nada entre ellos luego de su íntimo encuentro, días atrás, Changkyun todavía sentía cierta esperanza y emoción al pensarlo.

Sin embargo, toda emoción se esfumó de él cuando Jooheon abrió la boca.

— Wow, eso es… me alegro por ti hombre, pero… ¿Eso en que los deja? — Su pregunta, completamente ingenua, desmoronó sus ilusos sentimientos.

Changkyun solo suspiró, encogiéndose de hombros y dándole un trago a su bebida, de repente sin ganas de permanecer allí, sabía que tenía razón y le molestaba.

— Bien, podrías seguir intentnado con él — Propuso el rubio a su lado, notando su cambio de humor repentino — Como esa vez que conocí aquella chica… ¿Como se llamaba? — Pensó un segundo, llevando la botella hasta sus labios y juguetear con ella — Oh si, Nayeon creo…

— Ve al punto — Protestó el cobrizo a su lado, de mala gana.

Jooheon chasqueó su lengua y siguió — Bien, el punto es que era bonita y tenía lindas piernas, y solía visitar mucho el antíguo bar donde trabajaba, asi que lo intenté y no me rendí con ella… tuvimos un lindo noviazgo por unos dos años… — Sostuvo unos segundos su botella, reflexivo, dandole un trago por último — Bueno, hasta que se cansó de mí y me terminó — Concluyó entonces, encogiéndose de hombros.

Changkyun masajeó su sien con cansancio, rodando sus ojos disimuladamente por que su amigo seguía siendo tan despreocupado como en su adolescencia, no había avanzado nada.

— Deberías cambiar un poco tu vida Joo — Suspiró el menor, ganándose una rápida, y sorprendida, mirada del rubio — Sigues haciendo las mismas tonterías que hacías en la secundaria, no has seguido tus estudios pero tampoco trabajas de lo que te gusta… solo te mueves de bar en bar y de clubes a discotecas — Su voz se había endurecido, como si fuera un padre regañando a un niño por una travesura.

— Ha — Soltó el rubio, mostrando cierto resentimiento — ¿Y que pretendes que haga? He intentado buscar trabajo de programación y no me han elegido, no es tan fácil como piensas — Se quejó en voz cada vez más baja, perdiéndose en la botella oscura que tenía en su mano derecha.

Entonces, Changkyun, lejos de enojarse u ofenderse por sus palabras, se acercó al mayor y dejó caer su su mano sobre él, palmeando varias veces su espalda.