• 08 •

611 96 39
                                    



Era un nuevo día, y aunque odiara despertarse temprano, debía avanzar con sus dibujos atrasados, pues por la tarde tendría otra dichosa reunión y ya había sido regañado por su representante, debía actualizar sus redes sociales para que sus seguidores no se preocuparan.

Ya sé lo que debo hacer, Hyunwoo, no me trates como un crío — Fue lo que el cobrizo le había respondido en su última llamada.

Entonces no te comportes como uno, Changkyunie… — Fue la respuesta del mayor, al otro lado de la línea — Tienes potencial, deja de holgazanear y sácale provecho, tonto — Una corta risita se escuchó antes de despedirse.

Si bien Changkyun le había prometido ser más activo, ahora parecía solo una mentira vacía, más aún por que el frío de esa mañana era tan duro que pensó seriamente mandar al diablo sus obligaciones y regresar al refugio de su cálida cama.

Pero como dijo, Ya no era un chiquillo tonto. Era un adulto hecho y derecho, con sueño y mal humor, que se debatía en si debía o no comprar un latte para Kihyun tambien. Obviamente pasaría toda la mañana en esa pequeña y cómoda librería, por que su concentración era mayor allí, quería engañarse pensando que no era por la presencia del mayor en el lugar, pero sería mentirse a sí mismo.

———


— Buenos días — Kihyun se sobresaltó cuando escuchó las campanillas de la puerta, seguidas de una voz pesada y gruesa que habló lentamente.

Se giró para encontrarse con el menor a unos pasos de donde él estaba, del otro lado del escritorio, Changkyun se acercaba con pasos lentos, y sus ojitos casi cerrados del sueño.

— ¿Otra vez por aquí? — preguntó el pelinegro, con media sonrisa irónica en su rostro.

El menor solo se encogió de hombros y dejó el café para el contrario sobre la madera del mueble, mirándole un instante — Aquí me concentro mejor — Dijo simplemente, su voz siendo distorsionada por la gruesa bufanda de paño que escondía su boca y nariz del frío de la calle.

Kihyun abrió un poco sus ojos, sorprendido, y aceptó la bebida caliente con un pequeño gesto de su cabeza, para luego tomar el recipiente entre sus manos — Ah, claro… es muy temprano todavía, asi que puedes sentarte donde quieras — Miró de reojo al contrario y notó que tenía algunos mechones de su cabello desordenado — Ah, tu cabello… — Le indicó, tímidamente.

Pero no esperó, para nada, la reacción del menor.

Changkyun, con sus ojos todavía adormilados, simplemente inclinó su rostro hacía adelante, incitando a que el mayor fuera quien lo peinara, y esperó pacientemente, como un pequeño cachorro buscando una caricia. Kihyun sintió que su corazón se saldría de su tórax de un fuerte latido, pero aún así estiró su brazo derecho, un poco indeciso, y se encargó de esas rebeldes hebras caoba.

— Gracias — Pronunció el menor, dando un paso atras cuando dejó de sentir movimiento por parte del pelinegro, y con un leve asentimiento de cabeza, se alejó para tomar asiento en una de las mesas más cercanas al gran ventanal que daba a la calle.

— D-de nada — Murmuró Kihyun, sintiendo un ligero cosquilleo en sus dedos todavía. Un poco avergonzado, dejó de verle y regresó a su labor del día.

" ¿Por qué hice eso?" Se cuestionó, minutos después, mientras estiraba su brazo para tomar el café y llevarlo a sus rojizos labios, dándole un sorbo, latte otra vez. Miró el recipiente y luego le dió una rápida mirada al menor, Changkyun justo dejó salir un, nada disimulado, bostezo de sus labios.

 Not Mine || Changki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora