°EL PEQUEÑO DE MAMÁ°//DRAMIONE//

Epilogo II

Como el inicio.

Hermione sintió como la brisa del mar la envolvía y hacia que sus cabellos flotaran frente a ella y no la dejaran ver la visión del mar azul. Su risa resono por todo el lugar cuando intento apartar su cabello y este volvió a cubrir su cara. Una risa que podia identificar en cualquier lugar.

Sintió unos brazos envolverse a su alrededor, tomo sus manos entre las de ella y entrelazo sus dedos. Suspiro de felicidad, nunca habia estado tan tranquila en su vida, podria quedarse para siempre en este hermoso lugar. Sintió como su esposo la volteaba hacia él, acariciando su cara en el proceso, retirando los pequeños mechones que se volvian a escapar. Su esposo se rindió y acerco sus labios a los de ella, pero el beso duro muy poco para su gusto, se trato de acercar de nuevo, pero sólo recibió, nuevamente, un corto beso en los labios. Gruño molesta y escucho la risa de su esposo, se intento acercar, pero ya no sintió sus labios.

Volvio a gruñir molesta, pero en esa ocacion los labios de su esposo se acercaron a los de ella, cerró los ojos por la sensacion. Cuando los abrió se encontró con la cara sonriente de su esposo, ya no se encontraba en la playa, se encontraba en la habitación que compartia con su esposo, Draco.

-Buenos días gruñona -Hermione hizo un puchero y se trato de esconder bajo las cobijas.

-Buenos días -dijo entre un bostezo.

Dracl bajo la cobija y descubrió el cuerpo de Hermione, que estaba abrazada a su almohada y estaba a punto de caer de nuevo al Reino de los sueños.

-Te amo -dijo antes de besarla. Hermione le regresó el beso y abrió un ojos sospechosa. Draco seguía casi arriba de ella sonriendo, a punto de hacer su gran "movimiento".

-¿Que intentas hacer Draco?

-¿Yo? Nada ¿No puedo decirle a mi bella esposa que la amo? -dijo con el orgullo herido.

-Claro que puedes, pero no cuando poner esa cara, se lo que significa. Además los niños ya deben estar por levantarse.

-Por favor, rápido. No hemos hecho nada desde que los gemelos se enfermaron, bueno desde que Lyra se enfermo y Abraxas fingió estarlo -Draco rogó y Hermione no pudo evitar sonreir por la actitud de su esposo.

-Estoy cansada, anoche me dormi tarde por que estaba abrazando a los gemelos.

-Por favor -volvió a suplicar.

-Bien, pero con una condición -Hermione levanto su dedo sonriente.

-La que quieras -Draco la beso sonriendo.

-Yo estoy a cargo.

-Pero... Bueno, esta bien -Draco se rindió, pero por dentro estaba emocionado, le encantaba cuando su mujer estaba al mando, pero tenia una hombría que salvar.

-Bien, entonces -en menos de un segundo Draco se vio con la espalda en el colchón y con Hermione sobre su regazo -Vemos que podemos hacer con usted Señor Malfoy -Hermione pudo su dedo en la barbilla -¿Amordazarlo? ¿Amarrarlo? ¿Tentarlo hasta que ya no pueda más? No intentes tocar -Hermione advirtió cuando Draco emoezo a pasar sus manos por sus piernas -Creo que usare todas -Draco asintió ansioso -Quedate aquí, no te muevas -Hermione le giño un ojo y bajo de la cama, fie directo al cajón de corbatas de su esposo.

-¡Mamá! ¡Mamá! Mamá.

Hermione y Draco dirigieron su mirada hacia la puerta.

No otra vez no. Draco pensó. Amaba mucho a sus hijos, pero tambien queria tiempo con mamá Hermione sin tener que compartirla.

-¡Mami! -la perilla de la puerta se movió varias veces, para dar paso a Orion de tres años -Mami -el pequeño siguió llorando.

-¿Qué pasa cariño? -Hermione se agacho a su altura y limpio sus lágrimas -¿Por qué estas llorando?